Vaya, pues igual Fermín y Olmo sí valen por un Mbappé

Yo no es que quiera destruir demasiadas teorías sesudas sobre el fútbol. Y menos, mucho menos, sobre su organización deportiva, las federaciones, los clubs, sus presidentes, sus directivos, sus técnicos. Pero lo que acaba de hacer el fútbol español, que está como está (miren ustedes al Barça, que da risa), que tiene un presidente que ni se sabe si está, si lo van a inhabilitar de verdad, lo van a juzgar o será testigo de otro juicio y dos seleccionadores, Luis de la Fuente y Santi Denia, que nadie hubiese pensado en ellos para dirigir, no ya la selección española sino cualquier plantilla profesional, es para volverse locos, en cuanto a la grandeza de las conquistas.

No es que España sea campeona de Europa y olímpica, en un plis plas, en un visto y no visto, es que los grandes (por llamarles de alguna manera) derrotaron a los ingleses, que eran los que, dicen, habían inventado el fútbol, y los peques (por llamarles de otra manera) se han cepillado a Francia, la organizadora de los Juegos Olímpicos y la selección, el país, el fútbol que siempre cree que lo va a ganar todo. Y, no, no lo gana.

España, arriba del todo

Tanto la conquista de la Eurocopa como este oro olímpico demuestran que, en estos momentos, España posee los 50 mejores futbolistas del momento. Se lo crean o no, es así. Las dos exhibiciones que han hecho las dos selecciones, la inteligentísima distribución de los futbolistas por parte de De la Fuente y Denia y, también, también, la manera de conquistar esos dos grandes cetros son la prueba de que, pese al desastre que se vive en los despachos de la RFEF, algo (o mucho) está haciendo bien el fútbol español, pese a que todos siguen mirando a la Premier, la Bundesliga y hasta el campeonato francés e italiano.

Veremos donde acaba todo esto. Veremos cuánto dura. Pero de lo que no hay duda es que De la Fuente tiene, en estos momentos, 20 racimos de extraordinarios jóvenes con los que España se puede plantear cualquier meta. Y, no solo eso, sino que lo puede hacer dándole una vuelta más al sistema de juego que colocó a España en la élite mundial y nadie, absolutamente nadie, ha podido copiar.

Cuando digo dándole una vuelta a la manera de jugar de España, me refiero, cómo no, al tarareado ‘tiki-taka’ que nos convirtió en reyes del mundo en Suráfrica. Lo siento mucho (o no, no lo siento), pero el quinto gol de ‘la rojita’ lo celebré dando saltos de alegría sobre mi sofá, alguno de cuyos muelles se resintió.

Fermín López y Alex Baena se convierten en los primeros jugadores que ganan la Eurocopa y el oro olímpico el mismo año en los últimos 40 años, desde que el portero francés Albert Rust, lo lograse en 1984

Ese gol de España es la negación absoluta y total del ‘tiki-taka’ y la sublimación de que en el fútbol vale todo, todo, incluso que el camino más corto para golear sea un saque, brutal, con la mano ¡con la mano! del portero, media carrera prodigiosa del delantero (pícaro) y una ‘cuchara’ prodigiosa por encima del portero. Él dirá que sí, pero juro que Pep Guardiola no firmaría ese golazo. Ni de coña.

El fútbol es tan bestia, tanto, que incluso en el escenario más grande del deporte mundial, los Juegos Olímpicos, dos tipos que llevan el balompié en la sangre, que son la mezcla perfecta entre el juego vistoso y posicional con el despliegue físico y la contundencia, Fermín López, nacido en El Campillo, Huelva, hace 21 años y Alex Baena, venido al mundo en Roquetas de Mar, Almería, de 23 años, han igualado, 40 años después, la gesta protagonizada por el meta francés Alberto Rust, que ganó Eurocopa y oro olímpico el mismo año: 1984.

¿Podemos hablar de Xavi Hernández?, pues hablemos de Xavi Hernández, porque fue el técnico de Terrassa quien, el 27 de agosto de 2023, hace, casi, casi, exactamente un año, hizo debutar a Fermín López con el Barça, poniendo en marcha una carrera que ríase usted de la de cualquier otro futbolista mundial.

En un año, Fermín López, un todoterreno de enorme calidad, servicial, polivalente, goleador, asistente, peleador, trabajador y cómplice, ha conquistado el título europeo y el título olímpico, que es ¿verdad’ casi, casi, un cetro mundial.

Y, con semejante tarjeta de presentación, volverá el bueno de Fermín a Barcelona donde le espera, digo, no sé, se supone, un Hansi Flick, que acaba de fichar a Dani Olmo, en una posición parecida, similar, casi igual.

Claro que, de momento, quienes deberían de estar intranquilos, supongo, deberían ser Pedri, De Jong, Gundogan, Raphinha…Fermín, por lo que ha hecho y cómo lo ha hecho, debe ser titular indiscutible. Y Olmo, supongo, por el pastón que ha costado y su protagonismo en la Eurocopa, también.

Vaya, el Real Madrid tiene a Kylian Mbappé, pero en el Barça juegan los dos tipos que hicieron campeona a España en la Eurocopa y en los JJOO.