El Barça ultima en Leipzig el fichaje de Olmo, que vuela hacia Barcelona

El mismo día que Nico Williams se presentaba en Lezama para empezar (volver) a entrenar con el Athletic, Deco estaba en Leipzig para cerrar el fichaje de Dani Olmo. Uno de los dos objetivos más relevantes que se había trazado el Barça para reforzar la plantilla entregada a Hansi Flick quedaba descartado y el otro experimentaba una aproximación prácticamente definitiva por cuanto el delantero viajó ya a Barcelona. En la ciudad alemana se encontraron las tres partes imprescindibles de la operación: el club interesado (Barça) en el futbolista (Olmo) y el propietario (Red Bull Leipzig) de sus derechos federativos y, por tanto, el tasador del traspaso.

Las conversaciones estaban tan avanzadas, que Dani Olmo, de 26 años, acompañado de su padre Miguel y de sus agentes, emprendió el viaje de regreso a Barcelona. El definitivo que le devolvía al Barça tras un largo y ciertamente exitoso periplo que empezó cuando se marchó de Sant Joan Despí cuando era juvenil a forjar su futuro en el Dinamo Zagreb de Croacia.

El escollo de la oposición del Leipzig, que no quiere desprenderse de uno de sus jugadores más relevantes, se salvó. La reunión, celebrada en un hotel de Leipzig, según reportó Jijantes, convocó también a los agentes del jugador, y luego se amplió con dirigentes del Leipzig en el estadio. El acuerdo andaba tan próximo que el club alemán dio permiso a Olmo para volar a Barcelona. Una señal muy potente de que la operación está pendiente de ratificación oficial. La negociación podría culminarse alrededor de los 55 millones de euros más variables, según algunas fuentes. El Barça extenderá a Olmo, al parecer, un contrato hasta 2030 para poder periodificar una cifra de amortización baja.

Sigue faltando 'fair play'

Porque en la forma de pago reside uno de los problemas adicionales, y particular del Barça: la endeblez económica, agravada por la falta de fair play -y la falta de permiso de LaLiga- para acometer fichajes si antes no ha generado más ingresos, sea por la vía de contratos de patrocinio y/o servicios, sea por la venta de futbolistas. Si difícil es la obtención de nuevos socios empresariales, más complicado es pactar un traspaso.

Del Barça se han marchado seis jugadores y solo uno ha generado dividendos: Marc Guiu, por quien el Chelsea pagó la cláusula de rescisión de 6 millones. Los otros cuatro no han dejado un euro: João Cancelo y João Félix, que estaban cedidos, y Marcos Alonso y Sergi Roberto que acababan contrato. Oriol Romeu ha sido cedido gratis al Girona.

El cuento de la lechera en las previsiones de los posibles traspasos acabó sin final feliz. Ninguno de los futbolistas por quienes el Barça habría negociado su traspaso han permanecido un tiempo razonable en el escaparate del mercado. Frenkie de Jong se lesionó antes de acabar la temporada y sigue lesionado, habiéndose perdido la Eurocopa con Países Bajos; Pedri cayó durante el torneo de Alemania y Ronald Araujo, en la Copa América. Xavi pretendía traspasar a Robert Lewandowski, pero Flick desea que continúe.

Así las cosas, con la llegada de Dani Olmo, el Barça estaría encantado de poder negociar ofertas por Vitor Roque, Ferran Torres y Raphinha, que están en una posición de debilidad respecto a Lewandowski y Lamine Yamal.