El Barça va de ridículo en ridículo, de Nico Williams a Oriol Romeu

Y, ahora, qué hacemos con todo lo que estaba apalabrado, casi firmado. Con aquellas informaciones filtradas intencionadamente de que había acuerdo total entre el FCBarcelona y Nico Williams tras una cita, que nadie sabe si existió (por el desenlace, parece que no existió) en Zaragoza.

Qué hacemos con la chulería de Joan Laporta de que el Barça está capacitado para afrontar cualquier fichaje, pues su economía va viento en popa. Qué hacemos con los amores declarados entre Nico Williams y Lamine Yamal, que prometieron goleadas a pares.

La vida del Barça de Laporta y sus familiares, amigos y enchufados es una vida de ciencia ficción, falsa, estupenda, desde luego, a todo plan en Estados Unidos, pero irreal. El truco es más viejo que el hilo negro, pero les sigue funcionando. Lanzan rumores, paridas imposibles y los medios de comunicación se lo compran todo. La posibilidad de que Nico Williams fuese del Barça no ha existido nunca. Jamás.

El dedo y la Luna

Y hoy acaba de demostrarse. Era una manera más, un serial más, una invención más para tapar que no se han cerrado las cuentas (o el ‘caso Negreira’, ¡vaya usted a saber!) y que el club sigue viviendo en el alambre. Mientras miramos el dedo, nos estamos perdiendo lo más bonito de la Luna.

Que un club como el Barça viva pendiente del trilerismo de Laporta y sus directivos (silenciosos, obedientes, sumisos) es de las cosas más esperpénticas del mundo del fútbol. Ni llega el dinero, ni llegan los futbolistas prometidos, ni se cierran las cuentas.

No darán explicaciones de nada, porque jamás prometieron nada. Fueron invenciones de la prensa, dirán. Ya tienen a sus amigos periodistas que se van tragando las mentiras, los sueños, las suposiciones, con los que el club entretiene a sus socios, que se creyeron lo de Nico Williams porque necesitaban creérselo.

Ahora dirán que ellos jamás pensaron en Nico Williams, que su objetivo siempre fue Dani Olmo. Lo dirán porque también necesitan decirlo. Pero la verdad es que ellos (o los suyos, o sus amigos periodistas) dijeron que Nico estaba en camino. Y, ahora, si llega Olmo parecerá que ha llegado ‘el otro’, ‘el malo’ de los dos, el único que podían comprar.

Miedo a Oriol Romeu

Y para completar el ridículo de este 6 de agosto de 2024, a poco más de una semana de que empiece LaLiga, nos enteramos que han cedido a Oriol Romeu al Girona, bueno, devuelto (¡después de todo el show que organizaron para ficharlo, con regateo y rebaja incluida!), con la cláusula del miedo incluida en el contrato de cesión.

Es decir, el Barça impedirá que Oriol Romeu, al que no quiere, al que no le han dado ni bola, al que Hansi Flick ha despreciado desde el minuto uno, no pueda jugar contra los azulgranas. No lo quieres, lo devuelves, pero le impides jugar contra ti, no vaya a ser que aquel día, aquella noche, repita el partido de su vida.

Dos bromas de mal gusto en un mismo martes. Demasiado.