Cisma en Badalona ante la llegada del Levante: cuatro clubs para un solo campo

"¿Pero ellas entrenan aquí?", se oye por los pasillos del Estadio Municipal de Badalona. El juvenil masculino del Fundació Badalona espera en el túnel de vestuarios a salir a entrenar, mientras que las jugadoras del Seagull ya están sobre el césped terminando las pruebas médicas. Ellas ocupan un cuarto de campo y ellos podrán usar el resto. El desconcierto es general en la instalación. Tras el aterrizaje del Levante Badalona de Liga F (antes Levante Las Planas) el puzzle de horarios, espacios e infraestructuras está siendo imposible. Además de las tres entidades futbolísticas, el estadio tambien lo comparten con el club de fútbol americano Badalona Dracs. Solapamineto de sesiones, apropiación de vestuarios y hasta algunos rifi rafes entre entidades y con el Ayuntamiento. Entre todo el caos, un club histórico como el Seagull se siente ahogado.

"Al final te desgastan con algo que para nosotros no es ningún tipo de negocio, que simplemente lo hacemos por algo lúdico y dar un servicio a la ciudad, y en caso del primer equipo, dar una repercusión sobre la ciudad. No tenemos ningún tipo de necesidad de estar aquí", relata Soraya Chaoui, presidenta del Seagull. Para ellos, la situación es límite. El club de Badalona es el más antiguo de España con solo equipos femeninos. Se sienten menospreciados por el Ayuntamiento de Badalona, que hasta el momento ha mantenido un silencio administrativo que les está poniendo contra las cuerdas.

"A día de hoy, lo que se ha dicho públicamente es que el Levante Badalona tiene un acuerdo directamente con el Club de Badalona y que va a utilizar su porcentaje de usos del estadio, pero la realidad es que ha entrado arrasando a la instalación. Se han cambiado vestuarios, nosotros, de momento, a día de hoy no podemos hacer y programar amistosos durante este mes de agosto, porque no se sabe bien qué espacios van a quedar libres. Ellos han decidido hacer doble sesión, por lo tanto afectan nuestros horarios de la tarde", confiesa con una sonrisa irónica la presidenta.

Ninguneo hacia el club histórico

La llegada del Levante Badalona ha trastocado una convivencia que ya estaba al límite. "Con el club [Levante Badalona] en sí no tenemos ningún problema. De hecho, es totalmente lícito lo que están haciendo, que es intentar buscar una mejora para ellos. Para nosotros, la queja viene a la Administración Pública, que sí que sentimos que es un ninguneo hacia el club histórico de la ciudad de Badalona", relata Chaoui desde el césped el primer dia de pruebas médicas de su primer equipo.

"Todo el mundo se hace la misma pregunta. ¿Qué está sucediendo? ¿De qué manera se va a gestionar? No nos afecta a nivel de jugadoras, porque nosotros tenemos nuestro propio proyecto y vamos haciendo sobre la marcha con lo que tenemos y con lo que queremos, pero sí que es verdad que hay que ver de qué manera nos podemos llegar a adaptar a esta situación. Se hace un poco más complicado", relata Pol Fernández, entrenador del primer equipo del Seagull.

"Ya estamos al límite, prácticamente vamos a hacer castillos humanos en vez de jugar al fútbol"

Antes del primer dia de pruebas médicas el míster decide hacer charla con las jugadoras. Algunas ya le han expresado su inquietud por todo lo que está pasando y, como se han enterado por la prensa y la redes sociales ante la falta de comunicación institucional por parte del Ayuntamiento, quieren saber más. El problema está en que desde el club tampoco tienen mucha más información. "A nivel de planificación es muy complicado porque tienes que tener un plan A, un plan B y un plan C según lo que vaya pasando. Pero lo más importante sobre todo es intentar que sea un modo búnker para las jugadoras, que ellas vengan aquí a entrenar, a jugar. Nosotros de nivel de staff, hacer nuestra faena lo mayor profesionalmente que se pueda y a partir de aquí también intentar que esa información, que no vaya a ser positiva, no le afecte al grupo", añade el entrenador.

"A la única persona a la que le podemos pedir es Xavier García Albiol, porque es el único que creo que puede tener respuestas", reclama Chaoui, que reclama respeto hacia una entidad histórica de la ciudad y el país. "Estamos alrededor de las 150-160 usuarias. Era un club que el año pasado no tenía estos números, estaba muy por debajo, y no podemos seguir creciendo porque no se nos da una solución a las necesidades de espacio. Ya estamos al límite, prácticamente vamos a hacer castillos humanos en vez de jugar al fútbol. Las niñas quieren venir a jugar al club porque se han hecho unos cambios, se han hecho unas mejoras y unas actualizaciones, pero no podemos dar ese servicio porque no se nos permite por parte de la administración", añade.

De soluciones han presentado unas cuantas, pero ninguna ha recibido respuesta. Seagull y Dracs piden que se les permita usar las instalaciones anexas al estadio Municipal de Badalona, el de Montigalá, y que se les permita hacer las adecuaciones necesarias. Estas no son pocas, pero acceden a hacerlo desde su propio bolsillo si se lo permiten. Pasear por el complejo es dantesco. Sin agua desde hace dos años y con la luz cortada en muchas estancias, el edificio es relativamente nuevo pero totalmente dejado. El campo no cuenta con una valla en condiciones ni unas redes que se mantengan. Por no hablar del césped (artificial) que cuenta con más caucho que verde.

"El problema es que no se quiere sentar a hablar. Nosotros no nos hemos podido sentar con nadie y hablar sobre algo real", comenta la presidenta del Seagull que solo reclama respuestas y un espacio para que sus más de 150 futbolistas puedan hacer lo que más les gusta.