Andà p'allá, bobo

Sergi Roberto, el capitán al que despedirán como a Messi, Koeman y Xavi, sin darle las gracias

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas / ·

Emilio Pérez de Rozas

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Ya estamos todos de gira. Ya hemos cogido el avión, lo hemos llenado de jóvenes y de sueños y, al frente de la expedición, va Joan Laporta y más de un directivo, ejecutivo, profesional y demás en busca de las Américas (pronto aparecerá la nube que aparece cada año sobre si los que van se lo pagan ellos o tiran de la Visa del club y el club lo desmentirá todo, ya saben) y, ya en el primer partido, hemos descubierto que el Barça tiene equipo para ganar la Champions. Es, casi, lo que ha dicho Pep Guardiola, amigo personal de Laporta, no lo olvidemos.

El ruido que se oye, tal vez para dañar aún más la imagen de Xavi Hernández y su ‘staff’ de familiares y amigos, es que Hansi Flick trabaja mucho, mucho, mucho. “Y eso es lo que le faltaba a esta plantilla: trabajo, esfuerzo, sacrificio, dedicación, menos libranzas, menos coleguismo, menos compadreo, menos premios si ganáis y más preparación física”, te cuentan los que creen que el Barça tiene una plantilla buena, muy buena, no sé (o saben) si para ganar LaLiga o machacar al ‘Mbappe Team’, pero nunca para repetir un cero de cuatro o de cinco, como ocurrió la temporada pasada.

Esperando el maná

Laporta, Flick y los chavales han volado llevándose todos los secretos a Estados Unidos y aquí seguimos, esperando el maná caído del cielo o de proveedores y patrocinadores que se conviertan en socios, pero socios de verdad, del Barça (¿es eso legal?, legal debe serlo, ético, no sé, ¡pero qué más da!) y aporten esos 40, 60, 100 ¡qué sé yo! millones que faltan de Barça Vision, Barça Media, Barça Studios…¡vaya usted a saber cómo se llama eso ahora!

Y no solo esos millones, que permitan sonreir a Javier Tebas, jefe de la patronal, para concederle al Barça el 1x1 e intentar ponerse a la altura del Real Madrid de ese Florentino Pérez, que tanto odia el jefe del fútbol, sino también, también, los fichajes de Nico Williams y Dani Olmo. Los que dieron por hecha la contratación del ídolo vasco ya dicen que ¡miau! que la cosa se está torciendo. Vuelven a darse cuenta de que les engañaron y ellos picaron. Y, ahora, hasta peligra Dani Olmo. Una cosa está clara: el Barça sigue pendiente de la madrugada, la mejor hora de Laporta. Todo a última hora y pidiendo prestado.

El capitán del FC Barcelona, Sergi Roberto, junto a Joan Laporta, tras su renovación en 2022.

El capitán del FC Barcelona, Sergi Roberto, junto a Joan Laporta, tras su renovación en 2022. / FC Barcelona

Y mientras, perdón, leo a Jordi Badia en ‘Sport’ y me hace reflexionar sobre Sergi Roberto. No es que sea santo de mi devoción el veterano futbolista culé (de toda la vida) y menos desde que le oí decir “si la gente supiese lo que gano…”, pero me temo que seguirá los pasos de Leo Messi, Ronald Koeman y Xavi Hernández, para completar el póquer de desplantes, de desprecios, de despidos, de Laporta y su camarote. Nadie le dirá adiós.

Es posible que Sergi Roberto, que se ha convertido en plato de segunda mesa, por deseo propio (ha aceptado, al parecer, esperarse hasta el cierre del mercado para saber si al Barça le quedan unos centimitos para renovarle), se quede, al final, compuesto y sin novia, aunque alguna posibilidad (no del nivel culé, claro) se reservará el caballero.

Pero, no sé, tiene pinta que va a ser otro de los ídolos y/o capitanes del Barça que se vaya por la gatera. Bueno, de momento, la mayor bofetada de su carrera barcelonista se la llevó el muchacho por boca, nada más y nada menos, que de Hansi Flick, a quien le recomendaron “si te preguntan por Sergi Roberto, ya sabes qué debes contestar: no es jugador del Barça”. Y eso dijo, con cierto desprecio.

Nada de todo eso, es decir, nada del señorío del Barça figura en el libro de estilo de esta junta de familiares, amiguetes y recomendados. Y menos ahora que Pep Guardiola, el gurú, ha bendecido el ‘proyecto Flick’. El cielo y Sergi Roberto pueden esperar.