Anécdota divertida

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Nadador espontáneo

Nadador espontáneo / X

Oscar Belloch

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En cada gran evento ocurren anécdotas curiosas o divertidas que, debido a su naturaleza imprevista, logran sacar una sonrisa a más de uno. Durante este primer domingo de competición en los Juegos Olímpicos de París, ha ocurrido una de estas historias surrealistas que quedan presentes y que se recordarán en unos años, y ha sido justo después de la prueba femenina de 100 metros braza (natación).

Un gorro perdido

La nadadora estadounidense Emma Weber, que participa en sus primeros Juegos Olímpicos, perdió su gorro mientras estaba dentro de la piscina y este terminó en el fondo. Esto puede ocurrir, pero la lógica nos dice que cualquier otro nadador o nadadora iría a por él sin ningún problema. La sorpresa llegó cuando apareció un empleado de los Juegos Olímpicos con un bañador multicolor y un físico impropio de nadador para lanzarse de cabeza al rescate del mencionado gorro.

"El héroe que necesitábamos"

Al salir del agua, el hombre respondió a los vítores de la grada de forma simpática y saludó al público, que reía y aclamaba la curiosa escena. "El héroe que necesitábamos", reza un usuario de Instagram que colgó el video en su perfil. La televisión americana lo apodó como "Bob el cazagorros", que ya se ha hecho viral. El gorro fue recogido porque no puede haber ningún objeto externo en el interior de la piscina durante las pruebas, por lo que no podían continuar sin retirarlo.

La prueba de los 100 metros braza terminó con Emma Weber en última posición, mientras que el podio lo ocupó Tatjana Schoenmaker (Sudáfrica) en primera posición, Satomi Suzuki (Japón) en segunda, y Rūta Meilutytė (Lituania) en la tercera plaza.