Ciclismo olímpico

Evenepoel cubre de oro a Bélgica ante Ganna y su compatriota Van Aert

La contrarreloj masculina de los Juegos se disputó bajo una intensa lluvia que también perjudicó a las mujeres con la australiana Grace Brown como nueva campeona olímpica. Discreto papel español con Mireia Benito 22ª y Oier Lazkano en la posición 26ª.

Evenepoel (derecha) se abraza con su compatriota Van Aert, oro y bronce para Bélgica.

Evenepoel (derecha) se abraza con su compatriota Van Aert, oro y bronce para Bélgica. / UCI

Sergi López-Egea

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Remco Evenepoel se cubrió de oro en París. Era el favorito y cumplió. Y no era una hazaña fácil. El circuito no le gustaba y hasta quizás era algo corto para él con poco más de 32 kilómetros. La lluvia convirtió a las calles de París en una pista resbaladiza, donde había que mantener el equilibrio y sobre todo evitar la pintura blanca de los pasos a peatones y de la señalización de carriles. Las mujeres, que partieron antes, marcaron, con numerosas caídas, todas las señales de alerta. Pero si se quería una medalla había que olvidar los temores.

Es lo que hizo Wout van Aert, medalla de bronce, dos belgas en el podio de la torre Eiffel, dos flamencos, dos enemigos en la carretera que, sin embargo, se abrazaron y compartieron risas al acabar la carrera. La medalla de plata fue para Filippo Ganna, el ‘gigante’ italiano; y eso que realizó una ‘salvada’ increíble para no irse al suelo en un tramo resbaladizo por el bosque de Vincennes, en una contrarreloj que para seguir la pauta olímpica pasó por algunos de los monumentos y parajes más famosos de París. Partió de los Inválidos y llegó al puente de Alejandro III.

Evenepoel era el super, super, super favorito, sobre todo porque sólo Ganna podía quitarle el oro, aunque llegaba a los Juegos sin ese toque especial de forma que le habría dado el Tour, carrera en la que no participó. Tampoco concursaban Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, aunque cuando una contrarreloj es prácticamente llana, el ciclista flamenco se convierte en un corredor intratable hasta para los fenómenos de Eslovenia y Dinamarca. Ya se vio en la primera cita cronometrada del Tour, en la Borgoña, donde Evenepoel se anotó la victoria.

Evenepoel, en acción.

Evenepoel, en acción. / UCI

Sin apenas sustos, veloz como un cohete, el corredor flamenco fue marcando los primeros tiempos mientras Van Aert era el primero que rompía el promedio que marcaba el resto de las contrincantes. Cuando el británico Josh Tarling cruzó la meta dos segundos más lento que Van Aert ya estuvo claro el podio, similar al del último campeonato del mundo, en Glasgow el verano pasado, donde Tarling fue tercero y con Evenepoel y Ganna en las dos primeras plazas de la clasificación.

Si no hubo sorpresas en el apartado masculino, las mujeres especialistas contra el cronómetro superaron a las figuras, a las fondistas, a las que destacan en las carreras principales, como las tres grandes vueltas. La corredora australiana Grace Brown se colgó el oro, con la británica Anna Henderson en la segunda plaza y la estadounidense Chloe Dygert con la medalla de bronce.

La actuación española fue discreta pese a la voluntad que le puso Mireia Benito, que sufrió una caída y acabó la 22ª, mientras que Oier Lazkano, con problemas mecánicos en la bici, se tuvo que conformar con la plaza 26ª. El ciclismo de carretera regresa el próximo fin de semana con la actuación masculina del sábado día 3 y la carrera femenina del domingo día 4.