La cita olímpica francesa

La Francia alejada de París enloquece con los Juegos

La televisión francesa ha aprovechado la retransmisión del Tour para promocionar la cita olímpica mientras las ciudades por las que pasó la prueba ciclista se presentaron decoradas también con los símbolos de los Juegos y con los ciudadanos aprovechando las ofertas olímpicas de los supermercados.

La antorcha olímpica, a su paso por la ciudad de Dijon el 16 de julio

La antorcha olímpica, a su paso por la ciudad de Dijon el 16 de julio / MAIRIE DIJON

Sergi López-Egea

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Como si de entregar el testigo se tratara la imagen vale por mil palabras. Los empleados municipales de Niza descolgaban los carteles en los que la capital de la Costa Azul presumía de haber sido después de 121 años la primera ciudad que acogía el final del Tour lejos de París, en lo que se podía considerar una especie de matrimonio de mírame, pero no me toques, ya que precisamente los Juegos apartaron a la ronda francesa de su tradicional paseo por los Campos Elíseos y la desterraron al Mediterráneo.

Mientras todas las vallas que bloquearon por las bicis el centro de la ciudad y los carteles se colocaban en camiones, a lo lejos, como la instantánea que anuncia una nueva era, el Allianz Riviera, el estadio donde juega habitualmente el Niza, ya presumía como sede olímpica, una de las seis que acogerá partidos de fútbol lejos de París, junto a Marsella, Burdeos, Nantes, Lyon y Saint Etienne, en un mapa del hexágono francés que convierte a todo el país -también a Haití, como domicilio del surf y lugar icónico para seguir la cita olímpica-  en escenario de los Juegos, una llamada que ya se vive con intensidad en la Francia alejada de París.

Si se paseaba desde el centro de Niza hasta la estación, con cinco horas de viaje a alta velocidad hasta la capital francesa, se descubría un centro ferroviario entregado al alma de los Juegos, con la decoración de los aros y alfombras que conducían hacia los trenes olímpicos, los que llevan a París y los que comunican a las principales ciudades del país con el corazón de los Juegos, que ya empieza a palpitar este miércoles con los primeros encuentros de fútbol, entre ellos el que jugará España contra Uzbekistán en el Parque de los Príncipes.

La audiencia del Tour

Porque los franceses que han ido siguiendo el Tour por la tele, con una audiencia diaria entre 2,5 y 3,5 millones de personas, han visto como la televisión pública, la que posee los derechos de los Juegos, ha ido contando en cada etapa retransmitida los días y las horas que faltaban para la cita de París. Las seis victorias de Tadej Pogacar han estado recreadas por los aros olímpicos en la parte derecha superior de los televisores. Los narradores y presentadores no han olvidado nunca de excitar a los telespectadores del país con la llegada de los Juegos.

No hay ciudad francesa, al menos por las que ha transitado el Tour durante tres semanas, que no se haya sentido como parte de unos Juegos; por ejemplo, al entrar en los supermercados, con regalos y promociones dedicados a la cita o al contemplar los rótulos publicitarios en la mayoría de las calles.

Tampoco ha quedado al margen una nueva fórmula de viajar a los Juegos. El hospedaje en París es prohibitivo para muchos bolsillos amantes del deporte. Algunos medios han recordado que muchas personas no se han querido perder la cita olímpica. Así que aprovecharán la amplia red ferroviaria francesa para pernoctar lejos de la capital y acudir a los diferentes eventos gracias al TGV, sobre todo si adquirieron los billetes con meses de anticipación y a precios más o menos asequibles.

Los protagonistas olímpicos

Cada interrupción publicitaria de la retransmisión del Tour contemplaba a un integrante de la delegación francesa, sobre todo si era aspirante a una medalla de oro, hablando de sus objetivos en los Juegos, con amplia sonrisa y con una pequeña exhibición de sus habilidades deportivas; tampoco se olvidaron de los atletas paralímpicos que actuarán en París a partir del 28 de agosto.

Dijon aprovechó la visita del Tour, allí durmió dos días la delegación ciclista, para animar a todos los ciudadanos con el paso de la antorcha, como el acontecimiento más grande que viviría la ciudad de la mostaza, los caracoles y el Borgoña después de acoger a la ronda francesa. Era imposible no ver el recorrido y la llamada popular.

Una delegación de 590 atletas

Y cuando se recordaba que la ronda francesa partirá el año que viene desde Lille no se olvidaba citar a la capital de la Alta Francia como sede de la competición olímpica de balonmano, a poco más de hora y media de tren desde París.

Tan entregado está el país con los Juegos, que Francia presenta su mayor delegación de atletas desde 1900 cuando París albergó los Juegos por primera vez. Hace 124 años fueron 491 deportistas por los 590 de la actualidad y todos con el alma cargada de esperanza al grito de “¡allez les bleus!”.