Andà p'allá, bobo

Se va Márquez, pero Tebas nos traerá a Nico Williams, no se inquieten

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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La renuncia, finalmente, de Joe Biden, todo un presidente de los Estados Unidos, es decir, alguien que no puede llegar ni más lejos ni más alto, debería hacer reflexionar a más de uno, aunque alguno de ellos, por ejemplo, el presidente Joan Laporta, esté lejos aún de los 82 años del máximo mandatario (aún le quedan un montón de meses de mando, pese a todo lo que han dicho de él), aunque vivan, tal vez, situaciones límite como las que han forzado a Biden, sin la petición divina ni la recomendación médica, a abandonar el cargo o, como poco, no presentarse a la reelección. Todo casa.

Estamos a 22 de julio y solo Javier Tebas, presidente de La Liga de Fútbol Profesional, el patrono de todos (menos de Florentino Pérez, que no hay quien le mande), ve el futuro del Barça con buenos ojos. Todos los demás o le sugieren a Laporta que contrate buenos profesionales, o le piden que deje de mentir, o le recomiendan que deje de vender patrimonio y futuro o son tan hábiles y pillos que le lanzan a la cara (sin recibir respuesta alguna) la pregunta que ya le hizo, hace un montón de años, José María García, el ‘Butanito’, en plena madrugada: “Señor Laporta, ¿usted de qué vive?”

Tebas está inquieto

Es evidente que el mundo culé está absolutamente convencido de que Laporta y su ‘camarote’, pronto, muy pronto, volverán a hacer magia, se sacarán dos o tres conejos más de la chistera y cerrarán las cuentas del curso pasado para satisfacción de Tebas, que, insisto, parece estar dirigiendo la ‘operación Nico Williams’ y, posiblemente, hasta la de Dani Olmo.

No sé qué dirán los demás presidentes y dueños de clubs, tal vez se vuelvan a tragar el sapo, como Tebas se comió con patatas la aparición de Libero ¿se acuerdan, no? El patrón no puede soportar, ni tolerar, que el Real Madrid haya fichado al mejor futbolista del momento y, por tanto, debe inventarse alguna manera para tratar de reforzar al Barça e intentar, sí, igualar el campeonato porque, si llegado enero, Kylian Mbappé ha metido 40 goles; ‘Vini’, 22; Rodrigo, 17; Güler, 16 y Endrick, 15, el campeonato se habrá acabado y LaLiga de las Estrellas no valdrá un pimiento.

Rafa Márquez y Joan Laporta en 2023

Rafa Márquez y Joan Laporta en 2023 / Dani Barbeito

No debería de haber sido el Athletic quien pusiera el grito en el cielo por la manera en que el Barça, Laporta, Rafa Yuste y Deco están manejando el posible fichaje de Nico Williams. Debió ser Tebas quien advirtiese al Barça que Nico tiene contrato en vigor, es más, hasta junio del 2027 y que la ley prohíbe hablar con él, negociar con él o con su representante.

Pero al Barça actual no le preocupa nada ni nadie. Ni siquiera que, de pronto, cuando todo estaba escrito en un papel (bueno, como ocurrió en el caso de Xavi Hernández, que hasta hicieron una conferencia de prensa lacrimógena para afirmar que “se queda”), el técnico mexicano Rafa Márquez, aquel en el que, incluso, habían pensado para sustituir a Xavi, les dé con la puerta en sus narices y se vaya. Y no se va al Chelsea, no; ni al Inter, que va, que va…se va de segundo de la selección de México.

Podría citar, de nuevo, la lista interminable de profesionales que han abandonado el Barça desde que gobierna Laporta, su familia, sus amigotes y su cuñadísimo. Es más, la tengo en un documento Word, que voy actualizando (casi) cada día.

Como no han explicado nada (ni el que se va ni los que lo pierden), podemos inventarnos cualquier cosa: le prometieron que le ascenderían; le dijeron que se quedase con mejora de contrato y, cuando fue a firmarlo, las condiciones habían cambiado; le prometieron que reforzarían el filial y han empezado a venderse a precio de saldo a los chavales….¡vaya usted a saber! Y, no, jamás nos enteraremos. Como no sabemos por qué se fueron los otros 36. La familia siempre actúa así, en silencio. ‘Omertá’, se llama en el código de honor siciliano.

Esperando el dinero

Pero lo cierto, lo realmente cierto, es que el Barça sigue inmerso en un proceso de descomposición total en espera, no solo de que aparezca otro ‘milagro Lamine Yamal’ en forma de dinero llovido del cielo (¡pero dinero de verdad, no el de Libero!) o, en el mejor de los casos, ‘papá Tebas’, que odia a Florentino, les eche una mano (o dos) y Hansi Flick, que será presentado, por fin, mañana o pasado, pueda ganarlo todo. No es difícil hacer una mejor temporada que dos de las tres últimas campañas, a cero.

PD. Por cierto, antes de ser presentado (de verdad, no el sucedáneo de Barça TV), Hansi Flick ya les ha dicho a los culés todo lo que necesitan saber. Que lleva años siguiendo al Barça, que siempre le encantó el Barça, que estudió mucho a Cruyff, que no hay gente más apasionada que los culés y que sabe que aquí hay que ganar. El miércoles contará, ya verán, que era el club de sus amores y que siempre fue del Barça. Como Tebas, digo.

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