GOLF

Tiger Woods se hunde también en el Abierto Británico. ¿Por qué no se retira?

Tiger Woods, en la segunda jornada del Abierto Británico.

Tiger Woods, en la segunda jornada del Abierto Británico.

Albert Guasch

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Tiger Woods tuvo un momento dulce este viernes en el Royal Troone, el bello y a la vez severo campo escocés. Solo uno. Fue cuando se acercó a rematar el hoyo 18 en la segunda jornada del Abierto Británico. Los aficionados saludaron su aproximación al green con una ovación generosa y él correspondió levantándose la gorra y la mano. Le costó sonreír. Terminaba una nueva ronda amarga. La primera, la del jueves, fue descorazonadora, sellada con un +8. La segunda, con +6, también. Un total de +14 que le apartó del torneo para este fin de semana y le relegó, de hecho, a las últimas posiciones. Una nueva muestra del declive del golfista que transformó y popularizó el deporte como nadie. Duro de ver.

El Abierto Británico comenzó con la cháchara sobre su posible retirada, espoleada por unas declaraciones de Colin Montgomerie en las que expresaba su incomprensión por la terquedad de Tiger en exhibir su decadencia. Al norteamericano no le gustaron nada. "Seguiré jugando mientras pueda jugar y sienta que aún puedo conquistar el torneo", respondió cortante. Y pocos más se apuntaron al debate porque si algo se ha ganado Tiger, con 15 majors en su currículum, es su derecho a elegir cuándo coger la puerta de salida.

No obstante, su débil actuación conllevará fácilmente que vuelva a hablarse de ello. Es un tema que se comenta por lo bajini en el circuito. ¿Por qué no lo deja ya? Tiene 48 años y su cuerpo, desde el violento accidente de tráfico del 2021, se sostiene con múltiples tornillos. El campeón estadounidense ya juega, de hecho, pocos torneos. Ha decidido concentrarse exclusivamente en los majors, que es donde se ha visto toda la falta de competitividad. No pasó el corte en el PGA Championship, ni en el US Open ni tampoco ahora en el Abierto Británico. En el Masters lo consiguió en el último lugar y acabó 60º.

"Pensé a principios de año que podría jugar un poco más. Fui demasiado optimista. Necesito trabajar mucho más en el gimnasio y seguir progresando", comentó Tiger al concluir la primera ronda. Este viernes confirmó que ya no se le verá más este año, salvo algún evento no oficial. "Con suerte, la temporada que viene será un poco mejor que esta", dijo con resignación.

Tiger Woods, en el Abierto Británico.

Tiger Woods, en el Abierto Británico. / AP

Durante los dos días le costó encontrar las calles, se metió en líos diversos y apenas se concedió oportunidades de intentar mejorar su tarjeta. "Me pasé el día luchando a contracorriente. Realmente, nunca me acerqué lo suficiente al hoyo como para hacer birdies. En consecuencia, cometí muchos bogeys”. Con un birdie, 5 bogeys y un doble bogey saldó la jornada.

Woods se le notó frustrado. No obtiene el rendimiento que le gustaría, y por supuesto ni se acerca a lo que fue. Ponerse en forma físicamente, de manera que las numerosas lesiones que padeció en el accidente le pasen la menor factura posible, es su objetivo. Es el camino para intentar alargar su carrera.

"No rendí bien"

“Siempre me ha encantado jugar campeonatos importantes. Solo desearía estar más en forma físicamente al llegar a los 'majors'”, dijo Woods. “Obviamente, cuando juegas así te pone a prueba mental, física y emocionalmente. Es evidente que no estoy todo lo preparado que hace falta para competir aquí. Tenía la esperanza de estarlo, pero no rendí bien”, remató el estadounidense.

Xander Schauffele, ganador del PGA Championship, jugó junto a Woods en la ronda 1 y simpatizó con la lucha contra sí mismo que ha emprendido. "Se lo está poniendo muy difícil. Creo que aún está aprendiendo sobre su cuerpo, lo que puede y no puede hacer”, dijo, cuya leyenda obliga a referirse a él con el máximo tacto. Salvo Montgomerie. «Espero que la gente recuerde a Tiger como era Tiger, la pasión y el aura carismática que lo rodeaba. Ya no hay nada de eso. ¿Qué diablos está haciendo?», soltó a The Times. Su cuerpo acabará por dictar sentencia.