Rahm sobrevive a un primer día de lluvia y viento en el Abierto Británico

Jon Rahm sufrió en el primer día en el Abierto Británico. No se hundió. Mantiene sus opciones abiertas. Lo cual no está mal a la vista de su irregular estreno en el último 'major' de la temporada. Entregó una tarjeta de +2, a cinco golpes del líder, tras una jornada marcada por el viento y una ligera lluvia en el campo escocés de Royal Troone. Nada está perdido. "Ha sido una lucha. En días así, ha sido una vuelta de supervivencia, entre comillas...", dijo a la conclusión.

El 152º Abierto Británico regresó ocho años después a un campo de golf, fundado en 1878, que parece accesible, pero que se defiende con el viento, las calles estrechas y 'greens' exigentes. Rahm lo pasó mal de saque, con dificultades para encontrar calle. Erró en la salida de los primeros cuatro hoyos, aterrizando en las hierbas altas tan características de la sede escocesa. Sin embargo, logró salvar la papeleta con buenos golpes de aproximación.

Pese a la irregularidad, ausente de golpes brillantes, el golfista de Barrica se las apañó para presentar una tarjeta decente. "Me hubiese gustado terminar al par, he hecho lo suficiente como para acabar con 71 y al final la clave ha estado en tres hoyos, el 4, el 13 y el 16. Pero esto es golf, para lo difícil que era, he sacado un resultado hacia adelante y a ver si mañana jugamos mejor", añadió el ganador de dos 'majors', el US Open de 2021 y el Masters de 2023.

Puig, mal

Rahm no ha ganado un título en los últimos 15 meses y ha superado una lesión en el pie que le ha impedido rendir como ambiciona. Sin embargo, el Abierto Británico le proporciona la oportunidad de reencontrar la mejor versión de sí mismo.

Peor le fueron las cosas al catalán David Puig, que llegó a Escocia confiado en sus posibilidades y acabó con un +9 que le sitúan en la peligrosa zona de corte. Necesita una heroicidad para evitarlo mañana viernes.