GOLF

Rahm busca resurgir en el British Open y Tiger, acallar el ruido sobre su retirada

El cuarto 'major' de la temporada de golf comienza este jueves en el traicionero campo escocés de Royal Troone

Jon Rahm, en un entrenamiento para el Bristish Open.

Jon Rahm, en un entrenamiento para el Bristish Open.

Albert Guasch

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Jon Rahm ha empezado a enderezarse después de una lesión en el pie que le ha martirizado en los últimos tiempos. Se vio obligado a saltarse algunos torneos, como el US Open, por culpa de la dolencia. La está dejando atrás. Jugó en Nashville y este pasado fin de semana en Valderrama. Se sintió bien. "Estoy cerca de alcanzar el nivel superior que quiero". Ahora viene el Bristish Open, el cuarto y último 'major' del curso, que empieza este jueves y termina el domingo en el exigente campo escocés del Royal Troone. Un campo con solera, frente al mar de la costa oeste, que puede ser traicionero por el viento. Aquí es donde Rahm tratará de encontrarse a sí mismo a un par de semanas de los Juegos Olímpicos de París.

El British (oficialmente el nombre es The Open) no lo ha ganado ningún español desde que lo lograra Severiano Ballesteros en 1988. No tiene pinta de que vaya a romperse la racha este año. Ausente Sergio García, ganador en Valderrama y sin los puntos necesarios al competir en el circuito saudí, cualquier opción pasa por Rahm, que no lo ve claro. Le importa ante todo recuperar sensaciones, como dijo en la rueda de prensa de esta semana.

"Puede que esté jugando un poco más liberado y obtenga un vuelo de bola que me gusta más a menudo. Me estoy acercando a lo que era al comienzo del año", declaró precavido el golfista mejor pagado del mundo. En esta edición, el ganador se embolsará un botín recórd de 3,1 millones de dólares.

El Royal Troone ha acogido 10 ediciones del torneo, la primera en 1860, la última en el 2016. Ofrece estampas preciosas, parece dócil, pero se dice que sabe defenderse con sus calles estrechas y sobre todo con los zarpazos que da el viento. Por eso se le dan opciones de ganar a los golfistas veteranos.

El golf profesional es un deporte de jóvenes (en el top 10 de la PGA solo hay un golfista por debajo de los 30 años, Scottie Scheffler). Predominan los jugadores de pegada violenta, pero aquí, por el viento precisamente, las bolas de altos vuelos pueden sufrir. Crucial la buena lectura en cada hoyo.

La retirada de Tiger

De la veteranía se ha hablado precisamente en los días previos al inicio del Grand Slam a cuenta de unas declaraciones a 'The Times' de Colin Montgomerie, escocés de 61 años, que molestaron mucho a Tiger Woods, de 48. Dijo Montgomerie que el estadounidense debería retirarse: "Espero que la gente recuerde a Tiger como era Tiger, la pasión y el aura carismática que lo rodeaba. Ya no hay nada de eso. En Pinehurst, en el U.S. Open, no pareció disfrutar y piensas: ‘¿Qué diablos está haciendo?’ Viene a Troon y tampoco lo disfrutará. Hay un momento para que todos los deportistas se despidan, pero es muy difícil decirle a Tiger que es hora de irse".

Tiger Woods responde a la prensa en el British Open.

Tiger Woods responde a la prensa en el British Open. / AP

Tiger se picó y en su rueda de prensa recordó que si participa en el British es porque se ha ganado el derecho al haberlo ganado con anterioridad. "Seguiré jugando mientras pueda jugar y sienta que aún puedo ganar el torneo. Como antiguo campeón tengo derecho a plaza hasta los 60 años. Colin, no. Él no es un excampeón. No tiene la oportunidad de decidir si quiere participar o no. Yo, sí", arremetió.

Montgomorie no hizo más que airear una conversación frecuente y en voz baja en el circuito y que gira alrededor del declive de la mayor leyenda que ha dado el golf. Desde que ganó el Masters en el 2019 no ha levantado trofeo alguno. El accidente de circulación que sufrió y que provocó que le operaran en múltiples ocasiones perjudicó su calidad de vida y el nivel de su juego.

No ha acabado en los 20 primeros puestos en ningún 'major' desde entonces y no ha pasado el corte (o se ha retirado) en cinco de los últimos siete. De hecho, juega muy poco. Apenas tres torneos de cuatro rondas en los últimos cuatro años. Como escribían en la revista Golf Digest, "es más una celebridad que un competidor". Pero después de imponerse en 15 'majors', se ha ganado el derecho a elegir cuándo poner fin a su inigualable carrera.