NICO WILLIAMS, EL GRAN OBJETIVO DE LAPORTA

El Madrid presume de Mbappé y el Barça no puede ni competir por los 'galácticos'

El club azulgrana paga el despilfarro que hizo con Dembélé, Coutinho y Griezmann, en los que invirtió 400 millones de euros, y ahora se queda sin recursos

El Barça de Flick empieza con todo por hacer

Xavi intentó seducir a Haaland para ficharlo

Lamine Yamal y Nico Williams tras ganar la Eurocopa con la selección española.

Lamine Yamal y Nico Williams tras ganar la Eurocopa con la selección española. / @uefa.com

Marcos López

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Aquellas torpezas y caprichos de un descarriado Barça (Dembélé, Coutinho y Griezmann) han traído estos lodos. Se comportó como un niño malcriado, que no daba valor alguno al dinero (invirtió 395 millones en tres jugadores, sin contar los variables, claro) derrochando la fortuna que recibió por Neymar (222) y ahora tiene las manos vacías, agarrado, eso sí, a La Masia, un tesoro sin fin.

Si tuviera que comprar a Lamine Yamal no tendría ni la capacidad económica ni tampoco la persuasión necesaria para hacerlo. Por eso, lo construye en casa con mimo durante años, tal si fueran en su día Xavi, Iniesta, Puyol, Valdés, Piqué… Al mercado de los ‘galácticos’, término acuñado en el primer mandato de Florentino Pérez en el Madrid, no puede ni acudir, por lo que Flick debe estimular el talento de La Masia, mientras Laporta ultima la llegada de Nico Williams, la estrella de la España campeona de Europa, formando una pareja de extremos letal con Lamine.

Kylian Mbappé, durante las semifinales de la Eurocopa entre España y Francia

Kylian Mbappé, durante las semifinales de la Eurocopa entre España y Francia / EFE | ALBERTO ESTÉVEZ

No tiene músculo financiero para asumir operaciones de ese nivel, refugiado como está ahora el club en niveles secundarios, lejos de Mbappé (ni se planteó venir al Barca), Bellingham (100 millones de euros, más barato que Dembélé, Coutinho o Griezmann) ni Haaland (56 millones), atraído por la seducción de trabajar con Guardiola en el Manchester City.

'Galáctico' de segundo nivel

En el Barça, lo más ‘galáctico’ que se recuerda en el segundo mandato de Laporta es Lewandowski, un goleador de clase mundial, a quien el Bayern Múnich no le da lo que pide: un contrato largo y estabilidad. Algo que sí le ofrece el club azulgrana, quien con 33 años le presenta un documento para las cuatro próximas temporadas, con salario ascendente, algo imposible en Baviera.

Lewandowski y Tchouámeni durante el clásico Madrid-Barça en el Bernabéu.

Lewandowski y Tchouámeni durante el clásico Madrid-Barça en el Bernabéu. / Afp

Por eso, vino al Camp Nou y se celebró con entusiasmo la llegada del delantero polaco, quien emprendía su aventura final en Barcelona, viaje también empleado por Gündogan, a quien el City no le dio lo que pedía -contrato largo manteniendo su salario de megaestrella-, algo que sí encontró en el Mediterráneo.

El despilfarro de Bartomeu, que tiene el honor de haber firmado cinco de los seis fichajes más caros de la historia del club (solo Neymar en la época Rosell se cuela en esa carísima lista), ha provocado la incomparecencia de Laporta. Acuciado por las deudas, agotadas prácticamente todas las palancas posibles para extraer dinero vendiendo derechos del club hasta los próximos 25 años, el presidente debe hacer malabarismos para acometer la contratación de Nico Williams.

Nico Williams vale 58 millones

Y eso que tiene el precio pactado en su cláusula de rescisión. Son 58 millones de euros. Ahí, en esa franja, es donde se han movido todos los refuerzos que ha hecho Laporta en su segundo mandato: Raphinha (58), Ferran Torres (55), Koundé (50) y Lewandowski (45+5).

Ese es el tope actual del Barça. No tiene dinero para mucho más. Ni hasta ahora capacidad de seducción para atraer a nuevas estrellas. Hubo un tiempo, y no hace tanto, en que se atrevió a intentar fichar a Haaland. Solo así se entiende el viaje de Jordi Cruyff, entonces secretario técnico, y Xavi, técnico, a Múnich para reunirse con el delantero noruego, que jugaba entonces en el Dortmund.

Nico Williams y Lamine Yamal

Nico Williams y Lamine Yamal / Rolf Vennenbernd/dpa

Era marzo de 2022. Era un viaje que debía ser secreto, aunque trascendió a través de una información en el diario ‘L’ Esportiu’. Dos meses más tarde (mayo), el City anunciaba "un principio de acuerdo" con el Dortmund para reunir a Haaland con Guardiola.

No tiene, por lo tanto, capacidad el Barça para conquistar el mercado, supeditado al poderío deportivo del Madrid (un imán ahora para las grandes estrellas por su eterno idilio con la Champions) y económico de la Premier (City, United, Arsenal y Liverpool, sobre todo) o de los ‘clubs Estado’ como el Paris SG, que ha sufrido una tremenda descapitalización deportiva.

Lamine Lamal i Pau Cubarsí, aquesta setmana a la concentració de Las Rozas. | RFEF

Lamine Lamal i Pau Cubarsí, aquesta setmana a la concentració de Las Rozas. | RFEF / FERMÍN DE LA CallE

Llegó a tener juntos a Messi, Neymar y Mbappé. Ahora no tiene ya a ninguno en el Parque de los Príncipes. No le queda más remedio al Barça que volver a su origen. Retornar a La Masia, el templo del fútbol por su infinita producción de talentos (Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Fermín, Gavi, Héctor Fort…) que sostienen la ideología del club y, al mismo tiempo, a un equipo que anda buscando su identidad.

Derrochado el dinero, no hay mejor euro invertido que el de la formación porque ya que no puede el Barcelona comprar ‘galácticos’. Tiene que construirlos. .