Dramática final en Miami

Argentina es campeón de América otra vez con un Messi lesionado y anegado entre llantos

Argentina y Colombia, la gran final de la Copa América con muchas cuentas pendientes

La selección argentina celebra su triunfo en la Copa América

La selección argentina celebra su triunfo en la Copa América / Reuters

Abel Gilbert

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Argentina levantó en Miami otra vez la Copa América, tres años después de su hazaña en el Maracaná, al derrotar esta vez 1-0 a Colombia en una final agónica. Lautaro Martínez anotó el tanto de la victoria a los seis minutos de la segunda parte del tiempo extra, cuando todo parecía desembocar en una definición por penaltis. La hazaña argentina fue doble en más de un sentido. No solo por el bicampeonato, sino por el hecho de haberlo logrado sin la presencia de Leo Messi, quien tuvo que abandonar el campo lesionado a los 19 minutos del complemento y con el tobillo convertido en una bola. Los memoriosos volvieron a evocar lo que sucedió con Diego Maradona en el Mundial de Italia 90. El mismo pie derecho. Un mismo dolor.

Messi no tuvo el mejor desempeño a lo largo del certamen. Los 37 años le pesan en un cuerpo que ya no puede soportar tantas exigencias y embestidas. Ese decaimiento físico da cuenta de lo difícil que se le hace disputar un partido altamente competitivo. El botín de Santiago Arias lo golpeó con fuerza en una jugada disputada, pero que, en otro momento de su extraordinaria carrera, apenas habría sido un pequeño percance.

Trató de recuperarse. No pudo ser. Abandonó el terreno con lágrimas en los ojos, como si se tratara de un jugador amateur que nunca quiere perder un minuto de juego. La televisión se regodeó con las escenas de llanto del mejor jugador del mundo que solo cambió la tristeza por el júbilo cuando el partido concluyó.

Al convertir su gol, tras una gran combinación entre Leandro Paredes y Giovani Lo Celso, Martínez lo fue a buscar para fundirse en un abrazo con el capitán. El jugador del Inter se ha constituido en el goleador de la Copa, con cinco dianas, pese a haber sido suplente en más de una ocasión.

A pesar de la imprevisible amargura, el exBarcelona es, tras esta Copa, el jugador más ganador de todos los tiempos con 45 títulos, dos más que Dani Alves.

Con esta nueva vuelta olímpica, el seleccionado argentino ha alcanzado 23 títulos oficiales: tres Mundiales, 16 Copas Américas, una Copa Confederaciones, entre otras competencias menores. El equipo que conduce Scaloni enfrentará a España, ganadora de la Eurocopa, en la segunda edición de la Finalissima. Messi volverá a verse con un Lamine Yamal de 17 años y toda una promesa del fútbol hecha realidad.

El seleccionado que conduce Lionel Scaloni es experto en disputar finales. Esa experiencia fue crucial. Mostró apenas pincelazos del rendimiento que lo llevó en diciembre de 2022 a coronarse campeón del mundo en Qatar. Le alcanzó no obstante para avanzar sin complicaciones, partido tras partido. El camino a la segunda Copa América se simplificó con las respectivas eliminaciones de Brasil, primero, y Uruguay, en la tumultuosa semifinal, ante Colombia.

El milagro que no pudo ser

Apenas comenzado el encuentro, el equipo celeste y blanco estuvo a punto de abrir la lata. Julián Álverez no pudo definir con precisión. Fue un aviso. Los "cafeteros" nunca inquietaron demasiado al portero argentino, Emiliano "Dibu" Martínez. Colombia no pudo reeditar el desempeño que mostró a lo largo del certamen. Le faltó puntería frente a Martínez y eficacia en las jugadas preparadas que le permitieron convertir cinco de sus 12 goles. Intentó equilibrar sobre la base de un gran esfuerzo físico.

Sin embargo, le faltó creatividad para abrir el cerrojo defensivo. Apostó por el milagro, pero no contó con las dosis de inspiración de James Rodríguez, quien parecía destinado a ser premiado como el mejor jugador del torneo. Néstor Lorenzo, el argentino que dirige al seleccionado colombiano decidió reemplazarlo por Juan Fernando Quintero cuando las piernas dejaron de responderle. Luis Díaz, el astro del Liverpool, tampoco estuvo a la altura de las expectativas.

La Pulga apareció a cuentagotas, muy lejos de sus días más inspirados pero también de esos partidos "normales" en el Barcelona. Perdió más balones de lo acostumbrado y le faltó velocidad para sacarse de encima a sus rivales. Ángel Di María se despidió del seleccionado a la altura de su historial. A los 36 años asumió con Rodrigo de Paul el liderazgo argentino en momentos de desconcierto debido a la ausencia de su carta fundamental.

En su último partido con Argentina, el "Fideo" abandonó el campo de juego aclamado por buena parte de los asistentes en el estadio Hard Rock. "Lo soñé, era la última Copa América y se terminaba. Soñé que llegábamos a la final, que la ganábamos y me retiraba de esta manera", dijo tras las celebraciones. Los campeones merecieron ganar por más de una diana. Eso no fue posible por el portero Camilo Vargas, quien ahogó el grito de gol de varios argentinos.

Desastre organizativo

La consagración argentina estuvo en parte empañada por el desastre organizativo de una final que comenzó una hora y 22 minutos más tarde. No bastaron los graves incidentes durante el epílogo de Uruguay-Colombia en Charlotte, para que la Conmebol (federación regional) tomara los recaudos necesarios que evitaran un nuevo papelón.

Los incidentes estuvieron a la orden del día. Una parte del público entró al estadio sin sus boletos correspondientes y otros que habían pagado fortunas tuvieron que esperar afuera más de dos horas para que les garantizaran un lugar en la final. "Qué vergüenza la Conmebol, las familias sin poder entrar a la cancha, increíble", se quejó en X, Roberto Garnacho, hermano de Alejandro, el futbolista de 20 años que se desempeña en el Manchester United y que tuvo muy pocos minutos en este torneo.

"Todo salió mal, como gran parte de este torneo organizado por la Confederación Sudamericana y Estados Unidos, el país anfitrión que en dos años albergará a la Copa del Mundo", señaló al respecto el diario la Nación, de Buenos Aires. El descanso entre tiempos se prolongó más de la cuenta: 22 minutos, los necesarios para que  Shakira, con un conjunto gris metalizado y en un escenario situado en una de las bandas del campo, realizara una presentación que remedó a los espectáculos en el Super Bowl.

Festejos moderados

A diferencia de las escenas callejeras delirantes de fines de 2022, cuando millones de personas festejaron la obtención del Mundial, esta vez la alegría fue módica. Las altas horas de la noche, de un lado, y la fuerte crisis social y económica, no alentaron a los argentinos a movilizarse con sus banderas y sus cánticos.

En un país atravesado a su vez por una fuerte disputa política e ideológica, el fútbol otra vez fue un factor efímero de unanimidades."Vamos Argentina Carajo!!! Somos campeones otra vez", escribió el presidente Javier Milei. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner también se hizo eco de la victoria del seleccionado. "Por fin una buena noticia".