Tenis

Alcaraz aplasta a Djokovic y conquista su segundo Wimbledon consecutivo

El campeón revalida su corona tras tumbar al serbio por la vía rápida (6-2, 6-2, 7-6) en dos horas y 27 minutos.

El murciano certifica también el doblete después de triunfar en Roland Garros.

Alcaraz, tras ganar su segundo Wimbledon: "No, no ha sido mi mejor partido"

Alcaraz, con la copa de campeón de Wimbledon, sonríe a Kate Middleton.

Alcaraz, con la copa de campeón de Wimbledon, sonríe a Kate Middleton. / Henry Nichols

Jaume Pujol-Galceran

Jaume Pujol-Galceran

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El partido para la historia lo escribió Carlos Alcaraz para sellar su segundo Wimbledon consecutivo con solo 21 años, conquistando el cuarto Grand Slam después del US Open en 2022, Wimbledon en 2023 y Roland Garros este año. Cuatro de cuatro. Mejor efectividad imposible.

Y lo logró ante el siete veces campeón del torneo, Novak Djokovic, que buscaba la octava corona y el 25º Grand Slam en su carrera. No le dejó el tenista español, que le derrotó de forma contundente por 6-2, 6-2 y 7-6 (4).Un triunfo para conseguir ese doblete , París-Londres, solo reservado a los mejores. Alcaraz ya está en esa lista junto a Rod Laver, Bjorn Borg, Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Con su victoria iguala también los dos Wimbledon ganados por Nadal y los cuatro Grand Slams de Manuel Santana.

"Estoy muy orgulloso de mí. Siento un gran subidón por ver que vamos cumpliendo los sueños poco a poco, pero hay que encajarlo con naturalidad", le decía a Àlex Corretja minutos después de la victoria.

Inicio contundente

La entrada de Alcaraz fue de la del campeón seguro de sí mismo. Desde el primer punto le puso la presión a Djokovic, al que cedió el paso en el camino a la central. Pero cuando se puso en juego la primera bola fue implacable para buscar la rotura de salida que hizo suya en el cuarto ‘break point’ y tras 14 minutos de lucha.

Un duro golpe para Djokovic, que empezaba a remolque ante un rival sólido, seguro en su táctica, sin errores, que hacía un segundo ‘break’ (4-1) para tomar una ventaja que ya no dejaría escapar hasta cerrar el primer set en 43 minutos. 

Djokovic no parecía el tenista que tenía su nombre en el palmarés en siete ocasiones, que buscaba el octavo título y el 25 Grand Slam. Era un espectador en la pista, como lo eran más tranquilos, seguro, en el palco los extenistas invitados y campeones algún día en Wimbledon, como Andre Agassi, Stefan Edberg, Bjorn Borg, Lleyton Hewitt, Martina Navratilova (nueve veced sampeona), Chris Evert y Margareth Court (vencedora de 24 Grand Slams), a pocos metros de Kate Middleton, la princesa de Gales, que hacía su primera aparición pública tras superar un cáncer. Todos, como los 15.000 espectadores que llenaban la central de Wimbledon, dispuestos a ver otro prtido para la historia del centenario torneo.

Ley implacable

Pero sobre el césped no había la batalla esperada. Alcaraz imponía su ley implacable. Djokovic no encontraba la manera de plantar cara al rival descomunal que tenía al otro lado de la red, que mantenía un ritmo y una velocidad difícil de seguir para el serbio. Volvía a perder su saque de salida y solo podía apuntar dos juegos en su casillero antes de que Alcaraz le arrebatara la segunda manga.

En apenas 75 minutos Djokovic estaba contra las cuerdas. Una sensación desconocida para él en Wimbledon y en sus 37 finales de Grand Slam disputadas. La impotencia le impedía enfadarse, sacar su rabia. Estaba entregado, sin piernas para luchar ante un rival más fuerte, más rápido y más efectivo con sus golpes.

Djokovic intentó un esfuerzo para no salir de la pista humillado. Tuvo un ‘break point’ para adelantarse 4-2, también lo había tenido en el segundo set con 5-2 en contra. Pero Alcaraz no estaba dispuesto a ceder ni un palmo. Lo solucionó con su servicio y un ‘ace’ final para salvar la situación y, en la siguiente oportunidad, arrebatarle el servicio nuevamente a Djokovic (5-4) y colocarse con un 40-0 para rematar la victoria.

Final con 'tie break'

Pero Djokovic le recuperó los tres 'match balls', aprovechando la ansiedad de Alcaraz. El tenista serbio lograba el primer 'break' después de 2 horas y 11 minutos para forzar el 'tie break'. Le sirvió solo para alargar el partido y salir un poco más contento. Alcaraz ya no dejó escapar la victoria en su cuarta oportunidad, con un resto de Djokovic a la red, tras 2 horas y 27 minutos.

"No ha sido mi mejor partido, pero es increíble estar en la misma mesa que Novak y otros grandes campeones", decía Alcaraz, admitiendo que se había encontrado a un Djokovic más flojo que de costumbre en los primeros dos sets. "Ha cometido muchos errores", apuntó el murciano. "Le doy el mérito a Carlos. Jugó un tenis fantástico y muy completo. Lo tuvo todo para ser el campeón", reconoció el balcánico. 

Cambio de guardia

El exnúmero 1 supo que no iba a ser su día tras ceder el primer juego en 14 minutos donde lo dio todo. La batalla a cinco sets del año pasado era tan imposible como querer ganar al descomunal rival que tenía al otro lado de la red, digno heredero de ese Big Three, donde ya solo queda él, para defender unos territorios dominados durante 20 años.

Un cambio de guardia que lidera un Alcaraz que cuando subió a las gradas para abrazarse con todo su equipo y familia, recibió la felicitación de John McEnroe, campeón de mil batallas en Wimbledon, ahora comentarista de la BBC. Y mientras se fotografiaba en la pista con el trofeo, acudió también Rod Laver, que esperó para darle su reconocimiento.