Andà p'allá, bobo

¿Quién decidió que Alejandro Echevarría acompañase a Gavi en los Premios Princesa de Girona?

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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Todo lo que escribe Toni Frieros, en Sport o en El Periódico, me lo leo con avidez. Todo. Tiene una clarividencia exquisita, casi única, para todo lo referente al FCBarcelona. Por eso, cuando ayer contó que la directiva está dividida por las cartas anónimas (muy valientes no son, la verdad) en las que se acusan unos a otros, le envié un ‘WhatsApp’ en el que le dije que su información era atractiva, pero que no pasaría nada, nada.

Los que se tenían que ir del Barça, ya se han ido. Y son tan cobardes, como los que se han quedado. Unos, porque jamás contarán la verdad de por qué se fueron y los otros, porque aunque Frieros insista en que no se tragan, aceptan ser unos meros comparsas. Tener una tarjeta de visita con el escudo del Barça y su carguito, que no sirve de nada, queda muy guapo, más entre sus amigos y en sus negocios.

Mandan dos, no más

Si la directiva del Barça estuviese compuesta por auténticos señores y no por familiares, amigos, recomendados y enchufados, no aceptarían las cosas que aceptan. Y no me refiero solo, no, al tema de los avales, o cómo se contrató a Limak, o como se lanzó el bulo de Barça Studios, o cómo se está manipulando y mintiendo sobre el contrato de Nike, que se niega a firmar un nuevo contrato, o, o, o, no, no me refiero (solo) a todo eso.

Me refiero a que los periodistas, al menos, yo, hemos dejado de creerles a todos. Tanto a Joan Laporta y su ‘camarote’ como a esos directivos que dicen sentirse ninguneados, porque no pintan nada, porque se enteran de las cosas por la tele, porque en las juntas no les explican nada, ni les escuchan….Si es así, que se vayan y dejen de contarles a los periodistas su descontento.

Miren, hay un caso que es tan, tan, tan escandaloso que demuestra la bajeza o escasa categoría de los directivos del Barça. Y no hablo, no, del papel (y el salario) de Enric Masip, no; ni siquiera de la indiferencia que provoca Rafa Juste; o el papelito cómplice del ‘compliance’ Sergi Atienza; o de la vergüenza de que Deco hubiese sido (¿sea?) un empleado (más) de Jorge Mendes. Habló de que los directivos del Barça toleren, acepten, bajen la cabeza, admitan y se sometan al dictado de Alejandro Echevarria, un hombre que provoca más miedo que afecto, cosa que le encanta.

Que los directivos, todos, acepten la figura de Echevarría, no en su seno, no, sino en todos los despachos y pasillos de ‘can Barça’, es una de las mayores vergüenzas de los 124 años del Barça. No es nadie y lo es todo. Todo. Le tienen tanto miedo que le permiten hacer lo que quiera. ¿Cómo es posible que auténticos profesionales, empresarios de prestigio y padres de familia se dejen humillar de esa manera?

Gavi, junto a Alejandro Echevarría, en el 'photocall' de los Premios Princesa de Girona.

Gavi, junto a Alejandro Echevarría, en el 'photocall' de los Premios Princesa de Girona. / PREMIOS PRINCESA DE GIRONA

“Es preferible morir de pie, que vivir de rodillas”, dijo el revolucionario mexicano Emiliano Zapata. Algún día, cuando apaguen la luz de su mesita de noche, los directivos del Barça deberían reflexionar sobre esa frase. A Echevarría le encanta estar en todas las salsas y, por ser vos quien sois, nadie se atreve a levantarle la voz y aunque muchos quisieran decirle a su cuñado lo que piensan de él, no se lo dicen. Por miedo, claro.

Por ejemplo, el otro día, Echevarría acompañó a su amigo del alma, Deco, a presenciar el España-Francia. No fue Rafa Yuste, vicepresidente deportivo del Barça, no, fue Echevarría, sin cargo, sin mando en plaza, sin nada, solo con poder, miedo y ser familiar de Laporta. Por cierto, ¿quién pagó ese viaje, si Echevarría no pertenece al Barça? Al día siguiente, me llamó un director deportivo centroeuropeo, que habla cinco idiomas, y me dijo “Emilio, si me interesa algún jugador del Barça, con quién debo hablar, ¿con Deco o con Echevarría?, pues le he visto en el España-Francia”. Y le dije, si quieres que te salga la operación, con Echevarría, por supuesto.

Presencia en Girona

La ostentación, la altivez, el poder, la arrogancia, con la que se desenvuelve Echevarría, con el visto bueno de la directiva, es sorprendente. Produce hasta vergüenza ajena pensar que el ‘mès que un club’ consienta, permita y tolere que alguien, sin ser nadie, represente al Barça con semejante sobradez.

Sin ir más lejos, el pasado miércoles, en la entrega de los Premios Princesa de Girona, Echevarría acompañó a Gavi, una de las estrellas azulgranas, que fue invitado por la organización por joven y porque estaba libre de compromisos. La organización de los premios tuvo a bien (“para que no te metas en ningún lio, lo digo por tu bien”) matizarme que Gavi fue invitado “a título personal”. ¿Perdón?, es decir, que no fue invitado por ser futbolista del Barça. Ya, sí, seguro. ¿Fue invitado porque es el preferido de la Príncesa Leonor?

Fue invitado a título personal, vale, venga, compro oso como animal de compañía, pero lo cierto es que protocolo del Barça lo preparó todo, se supone que, en coordinación, con Iván de la Peña, manager de Gavi. La invitación a Gavi fue “con pareja”. Y De la Peña, que está harto de que los amigos de Echevarría, llámense Deco o Jorge Mendes, le sigan quitando futbolistas jóvenes del Barça, como le ocurrió con Lamine Yamal, accedió, aceptó o, quién sabe, si recomendó que el acompañante de Gavi fuese, cómo no, Echevarría, que tras apadrinar a Messi y Deco, ahora no se separa, ni medio metro, de Gavi.

Alejandro Echevarría en un desplazamiento del equipo a Oporto en 2023.

Alejandro Echevarría en un desplazamiento del equipo a Oporto en 2023. / VALENTI ENRICH

Y así fue como Echevarría apareció, junto a Gavi, en la ‘photocall’' de los Premios Princesa de Girona. Echevarría, no solo tiene poder y mando a nivel institucional, también tiene un poder tremendo, como ‘conseguidor’ de lujo, en el seno de la plantilla azulgrana. Por eso, es mejor llamarle a él si pretendes fichar a alguno de sus protegidos, que llamar a Deco, que igual te dice “hablaré con Alejandro y te digo algo”.

Sea a título personal o a título institucional, lo cierto, lo verdaderamente asombroso, lo esperpéntico, es que, de nuevo, alguien que no es nadie en el Barça (al minuto de ser nombrado directivo o ejecutivo del club, le forzarían, de nuevo, a presentar la dimisión por haber estado vinculado a la Fundación Nacional Francisco Franco) aparece representando al Barça en un acto público. Gavi y De la Peña podían haber escogido a cualquiera y escogieron a Echevarria, ése que, dicen, tiene dividida a la directiva del Barça, de la que se mofa continuamente, sin que le pase nada.

Frieros sabe que no pasará nada, pero, como a mí, le encanta que sepan que no somos tontos.

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