Lo más alto posible, por Sergi Mas

¿Y ahora qué, familia perica? Pues nada. Ahora necesitamos mucha tranquilidad; esto quiere decir en el mundo perico, una larga normalidad, o lo que es lo mismo: lo que hemos vivido durante 87 temporadas en la Primera División (esta próxima será la 88ª) de los 93 años de historia de la Liga. ¿No está mal, no? 

En otras décadas pericas en las que mandatarios de prestigio como Manuel Meler y Antoni Baró, que presidieron épocas muy tranquilas y poco convulsas y que también incluyeron descensos bien gestionados y sin dramas, en aquellas pretemporadas se preguntaba tanto a la cúpula directiva como también a futbolistas sobre las aspiraciones del equipo, la respuesta siempre era optimista: «Esperemos llegar a lo más alto posible». «Perdone, presidente, pero ¿se contempla la UEFA?». La respuesta volvía a ser: «Esperemos llegar a lo más alto posible». 

Días de mercatto

Incluso había quien preguntaba lo mismo, pero dándole un rodeo a tan idéntica cuestión: «Presidente, ¿estaríamos hablando de la generación de un caldo de cultivo que se está gestando en el entorno españolista dentro de una línea de flotación que apunta a una clasificación europea al final de la temporada que satisfaría a la afición perica?» Está claro que estoy refiriéndome al gran Pepe Gutiérrez. Y de nuevo, Baró o Meler, que tanto monta, respondían: «Vamos a intentar llegar a lo más alto posible». Y no pasaba nada: ni ruido, ni manifestaciones frente a la tribuna para protestar por una falta de ambición ni de proyecto (ahora no van más de 75 personas), ni crítica alguna. Seguíamos siendo el RCD Espanyol. 

Acabo. Me lo estoy pasando bien durante estos días de mercatto en los que todo vale y cualquier rumor que apunte a que el gran Dani Solsona vuelve al equipo (que por cierto, no estaría mal) adquiere visos de un inminente fichaje. Pues eso: es precioso escuchar tertulias pericas opinando delicias de las nuevas incorporaciones, como Tejero y Romero. Me guardo los cortes para poder utilizarlos, o no, durante la temporada para comprobar un hilarante contraste de opiniones. 

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