Tenis

Alcaraz espanta los fantasmas de la eliminación ante Tiafoe y 'sale corriendo' a ver la segunda parte del España-Alemania

El murciano sobrevive (5-7; 6-2; 4-6; 7-6 y 6-2) a la rebelión del estadounidense, iluminado por momentos, y sigue vivo en el grande londinense al seguir dando lustre a su increíble estadística en los quintos sets: ha ganado 12 de las 13 veces que ha llegado hasta ellos. Su rival en cuarta ronda saldrá del duelo entre Nakashima y Humbert

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Como dice el refrán, las prisas, a veces, son malas consejeras. Y si no que se lo digan a Carlos Alcaraz, al que ni jugar en el primer turno de la pista central le permitió llegar a tiempo a ver el inicio del España-Alemania de la Eurocopa, algo que seguro que estaba a buen seguro en los planes más optimistas del número 3 del mundo. Si en Queen´s, hace un par de semanas, fue él el que pidió expresa y publicamente jugar pronto para ver el partido ante Italia, aquí la organización de Wimbledon se adelantó y el murciano no tuvo ni que mencionar el tema. Pero Frances Tiafoe, estadounidense de esos que prácticamente ni saben de la existencia del soccer, no estaba dispuesto a hacerle el favor y le hizo exprimirse, llevándole al límite y forzando un quinto set en el que, como suele ser habitual, salió victorioso el de El Palmar (5-7; 6-2; 4-6; 7-6 y 6-2 en 3h50m).

No era para nada una tercera ronda fácil. Más bien se trataba, como luego se pudo confirmar, de un cruce envenenado. Es Tiafoe uno de esos tenistas con potencial para sacar más rendimiento de lo que normalmente demuestra. Un rival venido a menos este año, pero que mantiene la explosividad de su juego y en un día positivo puede poner en aprietos a cualquiera. Todo un armario empotrado de los que golpean buscando el ko en cada punto, y que hace un año a estas alturas era top-10, pero que en los últimos tiempos se desvió del camino, como reconoció al principio del torneo.

"Estoy perdiendo contra payasos últimamente. Odio decirlo, pero soy honesto", comentó el número 29 del mundo tras remontar al italiano Matteo Arnaldi dos sets en contra en la primera ronda del torneo, en un discurso a priori faltoso que en verdad escondía una crítica a sí mismo. "El año pasado era top-10 y en éste casi ni soy cabeza de serie. Di por sentado que tenía el tenis, me acomodé. Y te olvidas de lo que hacías para ganar. Empiezas a dudar de ti mismo y todo este tipo de cosas", dijo un concienciado Tiafoe, que en Londres ha empezado a reconstruir su camino, algo de lo que dio buena muestra ante el número tres.

Desde el primer juego se vio que sus palabras no eran vacías. Que Tiafoe quiere volver a ser el que fue hace no tanto. Ante Alcaraz, al que seguro que no considera "un payaso", se mostró extramotivado y, por muchos momento, iluminado. Uno de esos días en los que le salía todo, como ocurrió en el primer parcial, en el que se sobrepuso a un break del murciano para, con dos roturas seguidas, apuntarse el primero en su casillero. Sacando con un porcentaje de efectividad altísimo, dando lustre a su derecha, su arma predilecta, y metiéndose en la cabeza de Carlitos hasta el punto de sacarle de punto. Un recital del norteamericano, en lo que solo era un preludio de lo que estaba por venir.

Reacción de Alcaraz en el segundo

Aguantó firme Alcaraz el envite de Tiafoe. Ni una queja, cero drama, algo impensable hace menos de un año. Sin miradas al banquillo, era consciente el murciano de que en los momentos en los que la cuesta se empina hay que estar tranquilo. Y eso ayuda, sobre todo en un torneo como Wimbledon en el que dejarse algún set por el camino entra dentro de lo asumible. Tocaba remangarse en el segundo para no sufrir en exceso, y lo hizo Alcaraz con la actitud del gran tenista que ya es. De nuevo rompió en el sexto juego, pero esta vez sí, amarró el break y empezó a despejar los nubarrones.

Restando más, leyendo mejor el saque de Tiafoe, empezó a dar rienda suelta a sus diabluras y salieron las cosas. Dos ruturas seguidas, puño en alto y grito hacia la grada de Wimbledon. Y vuelta al camino correcto, aunque no por mucho tiempo. Porque si hasta ahora se había divertido en los dos primeros partidos, hoy tocaba sufrir.

El golpe no sacó de foco a Tiafoe, que siguió a lo suyo. Ni un juego cómodo, ni medio regalo del americano, que iba a vender cara su derrota. "Le sale todo, le entra todo, hostias", llegó a quejarse un Alcaraz que necesitaba ese grito para liberarse durante un tercer set Saquetones, una derecha poderosa y un revés que por momentos parecía imantado hacia las líneas. Con esa receta, que no es poca cosa, se plantó sirviendo para hacerse con el parcial y remachó, celebrando al más puro estilo americano para tratar de llevarse al público a su terreno.

Otra vez al quinto set

Un parcial inmaculado que lo dejó a un solo set de derrocar al campeón. En su mejor partido del año, Tiafoe llevó a Alcaraz hacia un territorio de curvas peligrosas. Y el murciano, al que eso parece no desagradarle, se apretó el cinturón y asumió el desafío. Tirando de orgullo, levantando una situación límite como tantas veces ha hecho durante su corta pero exitosa carrera, Alcaraz salió del enredo y se desembarazó de la rebelión del americano en un tie-break del cuarto set en el que destapó el tarro de las esencias.

Está convirtiendo el murciano en habitual lo extraordinario. Eso de disfrutar y entrar en trance en esos momentos en los que el resto de los mortales temblarían de miedo. Sin red, Alcaraz jugó un tie-break (otro) extraordinario. 5-0 de inicio y 7-2 al cierre, para mandar el partido a donde sabe que nadie le hace frente.

Se adentró Tiafoe sin éxito, como tanto han hecho, en territorio Alcaraz. El murciano lleva al extremo eso de que no hay quinto malo, en su caso hablando de sets. Ahí es casi infalible, y sus rivales lo saben. Incluso pareció acelerar para poder llegar a ver a España en la Eurocopa, que al acabar el duelo ya llevaba media hora de juego. Para cualquier otro, sería un día extraordinario. Para él, uno más en su rutina, esa que le llevará a la cuarta ronda el domingo, en la que se enfrantará al ganador del duelo entre Nakashima y Humbert.

"Tuve muchos momentos difíciles durante el cuarto set, muchos 0-30 ó 15-30 en contra, y me centré en pensar en la siguiente bola. Me puso en apuros, tuve que adaptar mi juego. En el tie-break me dije: tengo que ir a por ello. Si perdía, perdía, pero había que ir a por ello", resumió el murciano, que durante la entrevista postpartido preguntó, por supuesto, como iba el resultado del fútbol. "Me voy corriendo a ver la segunda parte", concluyó, antes de salir por patas. Porque ni una estrella del deporte es capaz de abstraerse de lo que supone una Eurocopa.