Marc Márquez sobrevive a dos caídas en su circuito talismán

Marc Márquez, de 31 años, ocho veces campeón del mundo y piloto del Gresini Racing Team Ducati, no parece dispuesto a detenerse en su carrera para volver a ser el mejor, el más rápido, el campeonísimo que fue y va camino de reeditar.

Parecía que, una vez conseguido un puesto en el equipo oficial de Ducati del próximo año, la fogosidad del mejor piloto del mundo se apaciguaría y, probablemente, reservaría todas sus fuerzas de cara a la próxima temporada cuando, entonces sí, con la moto ‘pata negra’ de la firma campeona, pelear, de tú a tú, por su noveno título mundial.

Cuando, el pasado jueves, llegó a Sachsenring (Alemania), su circuito favorito junto a Austin (Texas, EEUU), aseguró que si se cuadraban todos los astros, si hacía un viernes y un sábado redondos, es decir, buenos cronos, buen ritmo, excelente puesta a punto y primera línea de salida en la parrilla de la carrera al ‘sprint’ y del GP largo, “posiblemente estaré en condiciones de pelearle el podio y hasta la victoria a ‘Pecco’ (Bagnaia) y Jorge (Martín), que están, claramente, un paso por delante de todos”.

Líder en caídas

Pero el viernes de MM93, que ha ganado 11 veces en este trazado alemán en las tres categorías, ha sido desastroso. Tan desastroso que recordó, demasiado, al del pasado año cuando, antes de la carrera del domingo, se cayó cinco veces, quedó aturdido, se hizo daño y, poco antes de la salida, anunció que no se atrevía a correr, de lo dañado que estaba. Hoy, en Sachsenring, se ha caído en los dos ensayos. Ya suma 13 caídas este año. Ya es líder destacado. Y veremos cómo está (seguramente deberán inyectarle algún calmante) para el entrenamiento y la calificación.

Márquez empezó sin dar una vuelta completa de salida pues su primera moto no tenía la potencia adecuada, tuvo que realizar el primer ensayo del gran premio con la segunda ‘Desmosedici’. El joven de Cervera (Lleida) sufrió una caída en la segunda sesión que pudo amargarle el verano, salvándola (por decir algo), con una fuerte contusión en el costado derecho, un hematoma en ese brazo y una pequeña fractura en la primera falange del dedo ízquierdo. Un cuadro que produce mucho dolor, pero que no le impedirá pelear mañana por meterse en las dos primeras filas.

Viñales, 'pole' virtual

Después de esa caída y tras acudir a la clínica del circuito donde el doctor Ángel Charter, médico de confianza de los pilotos, le reparó urgentemente el dedo índice izquierdo y comprobó que no tenía lesiones graves, Márquez regresó a la pista, hizo un gran tiempo y se fue a descansar intuyendo, como así fue, que ese crono (1.20.384 minutos) no sería suficiente para meterse entre los 10 primeros y evitar tener que pasar mañana por la Q1 para poder aspirar, en la Q2, a una buena posición de parrilla.

Márquez acabó dolorido en su motorhome, con calmantes y hielo, mientras su tiempo le relegaba a la 13ª plaza, a 0.762 segundos del también catalán Maverick Viñales (Aprilia, 1.19.622 minutos), seguido de Jorge Martín (Ducati) y Miguel Oliveira (Aprilia). Todos los pilotos se quejaron de que el viento, el fuerte viento reinante hoy en el trazado alemán, complicaba muchísimo el pilotaje en una pista donde, no solo se va muy deprisa, sino que tiene grandes desniveles y, como reconoció Alex Márquez a El Periódico, "cuando quieres frenar la moto, cuando tratas de apurar la frenada en la entrada de las curvas, el viento te maltrata un montón y la rueda trasera pierde tracción".

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