Barça o muerte, la lucha por la supervivencia de los manteros azulgranas: "Es un infierno"

"Es un infierno. Es pasar por el infierno. Cuando te ves en un pequeño cayuco en medio del océano Atlántico, en alta mar, en medio de olas altas como montañas, piensas que nunca podrás volver a pisar la tierra. Las olas son enormes y vienen una detrás de otra y solo piensas en la muerte", escupe Lamine Sarr (Panal, Senegal, 1983). Él es el portavoz de Top Manta, una marca de ropa social y solidaria creada en 2017 por el Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona que este lunes ha presentado su última colección: dos camisetas inspiradas en las equipaciones del Futbol Club Barcelona con el eslogan Barça o Barzakh. 

"Significa Barça o muerte. Llegar a Barça o morir en el camino", aclara. Cuenta que es el lema que gritan los jóvenes, llenos y vacíos de esperanza a la vez, antes de emprender el viaje, tantas veces mortal. Según los datos que tiene el sindicato son más de 6.600 muertos en 2023. Y más de 5.500 en medio 2024. Barça es Barcelona: "El mejor símbolo que tiene Barcelona y España es el Barça. Todos los jóvenes de Senegal tienen el sueño de llegar a Barcelona por el club de fútbol. Por eso este lema: Barça o Barzakh".

Sarr lamenta que la corrupción de los gobiernos africanos y el alma colonialista de los gobiernos europeos han sembrado un futuro demasiado incierto para las juventudes de países como el suyo, "una situación terrible, tremenda", al mismo tiempo que las escuelas propagan la idea, el "sueño imaginario", de que Europa es "el paraíso". Señala enfadado el expolio de la costa de Senegal, por ejemplo: los jóvenes emigran con las pequeñas embarcaciones con las que antes pescaban y ahora ya no pescan porque los peces se los llevan los barcos de España y Europa. "No son barcos de pesca. Son fábricas que se llevan toneladas al día y que han dejado sin comida y sin trabajo a muchísima gente", dice.

"Estás en un país donde no tienes esperanza y te agarras a la esperanza de que cuando llegues a Europa tu vida será mejor, podrás salir de esa vulnerabilidad y apoyar a tu familia. Todo eso hace que los jóvenes sientan que la única opción que les queda es arriesgar su vida en el mar", explica. Apunta que incluso se vive como una cuestión de valentía, ineludible: "Sientes que te toca, que es el momento de ser responsable. 'Es tu turno'". "Europa y África no son dos continentes. Son dos mundos diferentes".

Sarr no ha olvidado "el viaje", de Senegal a Canarias, los once días que ha pasado más miedo en toda su vida, también más frío y más hambre, y del revés que supone llegar. "Uno viene aquí pensando que Europa es un país de derechos y cuando llega aquí encuentra otra realidad. Justo lo contrario. La ley de extranjería, las trabas, el racismo social e institucional. Cuando uno hace el viaje piensa que la única dificultad será el viaje. Que cuando llegue aquí ya se habrá acabado el sufrimiento y empezará el sueño. Pero no", suspira. Dice que cuando uno llega aquí continua la pesadilla. "Es una situación tremenda. Tras pasar tanto miedo llegas esperando una buena acogida y te tratan como un delincuente, te ponen las esposas y te llevan a una cárcel", mastica.

Habla del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zona Franca, su hogar durante semanas: "No es un centro. Es una cárcel invisible e invisibilizada por el sistema. En Barcelona hay una cárcel donde meten a emigrantes sin papeles y la ciudadanía no lo sabe". También habla de las cárceles que no tienen muros. Porque una vez fuera del CIE la vida del inmigrante se vive en "una cárcel abierta, al aire libre, sin derecho a trabajar, a alquilar una casa, a abrir una cuenta bancaria, a nada".

Sarr pisó suelo español en 2006. Dice que el mismo día que el Barça ganó la Liga de Campeones contra el Arsenal, con los goles de Belletti y Eto'o a pase de Larsson. "Senegal es una nación de fútbol. De jóvenes todos jugamos al fútbol. Nosotros si no teníamos pelotas las hacíamos de tela", sonríe buscando justificar su pasión. Trabajó en el campo, de chatarrero y después muchos años de mantero. El Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona se constituyó en 2015 y ha permitido que cerca de 200 personas hayan podido regularizar su situación. "Nos quieren matar y aprovechan cualquier excusa, pero un mantero que tiene una manta con 15 bolsas en su espalda no puede competir con una gran empresa capitalista. La bolsa más pequeña de Louis Vuitton vale más que todos los productos de todos los manteneros de Barcelona", reivindica Sarr con firmeza.

La nueva colección quiere recordar a los muertos en la "fosa común" del Mediterráneo y clamar contra las políticas "criminales" de la Unión Europea: "Lo que vendemos no es ropa. Es un mensaje. Lo que hacemos es luchar por la dignidad y por los derechos humanos. Porque vale la pena luchar por cada vida humana".