Andà p'allá, bobo

Me temo que el Mbappé bueno, el mejor, será el del Real Madrid

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Es posible, sí, muy probable, bastante creíble, que si el Real Madrid ha jugado 55 partidos este año, ganando el 75% de los encuentros, y el Manchester City ha disputado 52, venciendo en el 73% de los casos, y así todos los grandes equipos europeos, sus jugadores, los mejores del continente, todos, han llegado fundidos a la Eurocopa de Naciones.

No hay problema, como defienden (o critican) todos los técnicos, la UEFA no piensa variar el negocio, perdón, la competición y por eso estamos viendo una Eurocopa en la que, la verdad, si te saltas algún que otro partido o la mayoría de ellos, tampoco te pierdes nada.

Solo pensar cómo están jugando, por ejemplo, Inglaterra (no entiendo como sigue de seleccionador ese señor que no ha empatado con nadie y tiene un racimo de jugadores prodigiosos, que, con él, no juegan a nada), Italia, que da penita aunque, en ‘plan Real Madrid’, siempre sobrevive y ya no digamos Francia, que siempre suena a música celestial, que tiene a Mbappé y donde el todoterreno Kanté sigue siendo el mejor.

Equipo, se llama equipo

Es evidente que aquí, a la Eurocopa, se viene a ganar. Bueno, como en cualquier otra competición. Pero resulta aún más evidente que si los equipos no son equipos, sino selecciones, es decir, una selección de los mejores de cada país, los partidos deberían tener un puntito más de vistosidad y buen juego.

Es posible, muy posible, especialmente por lo que hace referencia a los futbolistas que dirigen Carlo Ancelotti y Pep Guardiola, que su mano tiene mucho que ver con lo bien que lucen, todos, cuando visten las camisetas de su club. Y, no solo eso, sino con su entorno, con el ambiente y, por descontado, con los compañeros que tienen a su alrededor.

El problema, pues, no es Bellingham, sino su entorno, los que le rodean, sus compañeros, el fútbol que ha decidido jugar el tal Gareth Southgate. El problema no es Mbappé, sino la manera tan especulativa con la que Didier Deschamps pretende llegar, en cada competición, a campeón: especulando, pese a tener grandes futbolistas en todas las posiciones.

Kylian Mbappe

Kylian Mbappe / REUTERS/Leon Kuegeler

Y voy a añadir otro dato que refuerza esta teoría, que puede ser o no compartida, ¡faltaría más! Vi el Brasil-Costa Rica, de la Copa América, sí, sí, a las 03.00 de la madrugada (yo veo hasta el curling, hasta el snooker, incluso los dardos si juega Luke Littler, a mí me gusta todo) y al Vinicius Jr. o al Rodrygo de ese partido no los ficharía ni el Real Mallorca, que está muy necesitamos de futbolistas buenos. Vini fue un desastre y Rodrygo, casi igual.

Es por ello que, en ese sentido, me temo (o no) que al mejor Mbappé de siempre, bueno, al que todo el mundo se imagina ganando su primera Champions, lo vamos a ver vestido de blanco, es decir, en el Real Madrid. El Mbappé que hemos visto hasta ahora, cierto, impresiona por su físico de Carl Lewis, por su arrancada, por su habilidad en los últimos 20 metros, por su desborde, por su capacidad goleadora, pero (casi) no ha ganado nada. Y será el Real Madrid, su equipo, sus compañeros, ‘Carletto’, su manera de jugar (a ganar, a campeonar) lo que hará que esa figura se convierta, sí, en el mejor jugador del mundo. Ahora solo lo es de oídas. De marketing. De publicidad. De imagen.

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