Espanyol - Oviedo (2-0)

Un Espanyol mágico vuelve a Primera y desata el éxtasis en los pericos

Dos goles seguidos de Puado justo antes del descanso tumban al Oviedo y devuelven al cuadro blanquiazul a la élite un año después de su sexto descenso.

La apoteósica celebración del ascenso del Espanyol: "Es el día más grande de mi vida"

Raúl Paniagua

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El Espanyol vivió este domingo su gran tarde de gloria en Cornellà, el maravilloso estadio inaugurado en 2009 que ya tiene una fecha para el recuerdo: el 23 de junio de 2024, el día del retorno a Primera, la categoría que corresponde al club perico por historia y afición. Trece meses después certificar su descenso tras un encuentro funesto en Mestalla, el cuadro blanquiazul doblegó al Oviedo en la última cita del curso (2-0) para volver al lugar del que nunca debió salir. El Espanyol es de Primera.

El éxtasis llegó en apenas tres minutos de gloria justo antes del descanso, momentos que nunca se olvidan y que siempre quedarán en la memoria de los 33.000 pericos que abarrotaron el estadio para animar sin desmayo a su querido equipo, ese club que lleva el sufrimiento en su ADN, pero que también ofrece de vez en cuando jornadas como la de este domingo. Los dos goles de Javi Puado, con el brazalete de capitán en su brazo izquierdo, causaron el delirio en las gradas. El Oviedo, que llegaba a Cornellà con la ventaja del 1-0 de la ida, no pudo resistir en la caldera del Stage Front Stadium. 

Siempre a la primera

Son ya 23 años los que acumula lejos de la élite el cuadro asturiano, que llegó al playoff de menos a más y causó el respeto de todos los pericos. Pero el Espanyol, irregular y errático en muchas fases del curso, ha sabido dar la cara cuando tocaba. Tumbó primero al Sporting y completó el pack asturiano con el Oviedo. Nadie quería asomarse a una dimensión desconocida que se habría abierto en caso de desastre. Jamás ha competido dos temporadas seguidas el club perico en Segunda, una travesía que sí han vivido otros históricos como el Atlético, el Sevilla o la Real Sociedad. Por sexta vez, el bloque catalán ascendió a la primera, como hizo en 1963, 1970, 1990, 1994 y 2021. 

El ascenso llega en un contexto especialmente delicado en la entidad, marcada por la austeridad económica y la incertidumbre en torno a la propiedad. Las críticas a la gestión de Chen Yansheng han sido continuas durante el curso y otro ejercicio en Segunda habría supuesto una losa terrible para los pericos, que ahora pueden encarar el futuro con más convicción y optimismo.

Puado, el héroe

Gran parte del éxito recae sobre las espaldas de Puado, autor de los tres goles del equipo en el playoff. El barcelonés fue uno de los jugadores que más sufrió en el descenso, como explicaba en esta entrevista con EL PERIÓDICO en el comienzo de temporada. Su padre, “su mejor psicólogo”, como él mismo confesó, fue su vital consejero para levantar el ánimo y acabar completando una notable temporada. 

A su lado no faltaron este domingo Braithwaite y Melamed, el tridente ofensivo de un Espanyol que al final acabó imponiendo su talento. Después de una temporada traumática, iniciada con Luis García en el banquillo, continuada por Ramis y concluida por Manolo González, el equipo acabó sonriendo. El técnico gallego ha sabido unir al vestuario y confeccionar un bloque con espíritu que se ha crecido ante las adversidades para acabar sellando el ascenso por el camino más largo y tortuoso. 

Invasión final

Tres meses ha estado Manolo en el banquillo. Venía del filial y sin experiencia en la élite, pero el preparador ha conseguido el objetivo con gran nota. En la última cita apostó por dos novedades en el once: Melamed por Aguado, cosa que estaba cantada, y Pere Milla por Brian Oliván en el carril izquierdo. El exjugador del Elche, muy criticado en algunos momentos del curso, se ha destapado en esa nueva demarcación y acabó ovacionado por el público.

Milla, precisamente, protagonizó la primera ocasión del choque en un comienzo repleto de intensidad por parte de los pericos. El Oviedo se plantó en el Stage Front Stadium con su energía y agresividad habitual. Se encontró también con la permisividad del árbitro Cordero Vega, en plan Mateu Lahoz, que desquició a la afición local. No faltaron los cánticos de “árbitro culé” en una primera mitad con más nervios que fútbol. Hasta que apareció Puado. El delantero abrió el marcador tras rematar un córner y poco después firmó el segundo. 

Quedaba la segunda parte por delante, pero nadie iba a separar al Espanyol de su objetivo. Carrión lo probó todo, incluida la entrada de Santi Cazorla. Hubo momentos de zozobra, pero nada frenó los pericos. Joan García se desquitó de su error en Oviedo, cerró con llave el marco perico y apuntaló un ascenso merecido coronado con una invasión histórica de todos los pericos. 

Espanyol, 2; Oviedo, 0

ESPANYOL: Joan García; Omar El Hilali, Calero, Cabrera, Pere Milla (Brian Oliván, m. 69); Jofre (Salvi, m. 79), Keidi Bare (Víctor Ruiz, m. 79), Gragera, Nico Melamed (Aguado, m. 79); Puado (Lozano, m. 87), Braithwaite. Técnico: Manolo González.

OVIEDO: Leo Román; Viti, Luengo, Dani Calvo, Pomares (Abel Bretones, m. 46); Luismi (Cazorla, m. 63), Colombatto, Dubasin (Masca, m. 63), Seoane (Borja Bastón, m. 76), Sebas Moyano (Borja Sánchez, m. 46); Alemao. Técnico: Luis Carrión.

GOLES: 1-0 (m. 44), Puado; 2-0 (m. 45+), Puado.