La fiesta blanquiazul

La apoteósica celebración del ascenso del Espanyol: "Es el día más grande de mi vida"

Puado, entre lágrimas, dedicó el triunfo a su abuelo, fallecido justo antes del playoff

Un Espanyol mágico vuelve a Primera y desata el éxtasis en los pericos

Invasión de aficionados del Espanyol al terreno de juego tras la victoria de su equipo frente al Real Oviedo.

Ernest Alós

Raúl Paniagua

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El pitido final de Cordero Vega desató la locura en el Stage Front Stadium. Miles de hinchas celebraron el ascenso con una invasión de campo que supuso una liberación. Mucho han sufrido todos los pericos en una temporada volcánica que tuvo un final feliz. "Es el día más grande de mi vida, es de locos. Hemos aguantado muchas cosas, de mediocres. Va por la gente que nos quiere. El Espanyol está donde se merece por historia", proclamó Manolo González. El técnico fue manteado por los jugadores, que pidieron su continuidad. El gallego tuvo un recuerdo para Luis García: "Es un amigo con el que me llevo de puta madre. El ascenso es también suyo, se lo merece".

Acabó el técnico perico quitándose la camiseta como un auténtico héroe al salir del túnel de vestuarios, mientras los jugadores festejaban también a lo grande el éxito. Fue todo muy improvisado, ya que el club no quiso preparar ningún festejo por una cuestión de superstición. Más vale ser precavido y no llamar al mal tiempo. 

Invasión de aficionados del Espanyol al terreno de juego tras la victoria de su equipo frente al Real Oviedo.

EPC

Dedicatoria especial

Uno de los más felices era Puado, el gran héroe de la tarde-noche. El delantero tuvo una dedicatoria muy especial para un familiar fallecido recientemente. "Confiábamos en que lo íbamos a hacer, me ha tocado a mí meter los goles, pero han sido de la afición y de todos mis compañeros. Esto es increíble, de verdad. Me acordé de mi abuelo, que murió antes de jugar contra el Sporting y tuve que ir a Madrid. Ha sido un año muy difícil", apuntó el goleador a lágrima viva mientras le interrumpían sus compañeros en plena euforia. 

Fran Garagarza, el director deportivo que ha sufrido también muchas críticas durante el curso, celebró el triunfo. "Si el sufrimiento es para tener éxito bienvenido sea. Quiero agradecer todo a la afición. El Espanyol no tuvo que bajar el año pasado, otro año más en Segunda para nuestra gente habría sido durísimo. La afición tiene un sentimiento muy fuerte. Si no se logran los objetivos sufre mucho", reflexionó el arquitecto de la plantilla blanquiazul. 

El palo de Braithwaite

En plena alegría llegó también un palo, el de Martin Braithwaite. El máximo goleador de la campaña disparó con bala a la directiva recordando el comienzo de temporada, cuando se llegó a declarar en rebeldía. "El club me hizo una oferta hace un año que era una falta de respeto, demostraban que ellos no creían en mí. Ahora soy libre. A ver qué pasa", soltó el punta danés.