EQUITACIÓN

Una mañana con 'Guapa', Sira y Pedro en el Polo de Barcelona: el mundo de los saltos de caballos por dentro

Sira Martínez con 'Guapa', una yegua de origen francés, se entrena en el Reial Club de Polo de Barcelona.

Sira Martínez con 'Guapa', una yegua de origen francés, se entrena en el Reial Club de Polo de Barcelona. / ©Nacho Olano/RCPB

Marcos López

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Iba ‘Guapa’ tranquila y serena. Iba esa yegua joven, de la raza ‘Selle’ francesa, al paso. Iba conectada a las dulces manos de Sira Martínez. Las manos de una amazona joven y con piernas poderosas para mantener el equilibrio y la armonía, tal si fueran un solo cuerpo. Del paso al trote. Y del trote al galope, sincronizada ellas mientras Pedro Vennis, con ese inconfundible mezcla de brasileño que se resiste a perder ante la rutina del castellano el tono tras tanto tiempo en Europa (primero en Bélgica; luego, en Barcelona), le daba instrucciones. A la amazona. Y a la yegua.

El sol caía a plomo sobre la pista del Reial Club de Polo de Barcelona, que acogerá en octubre (del 3 al 6) el CSIO Barcelona, la prueba que reúne a los mejores jinetes del mundo. "Así, Sira! Así Sira, que ‘Guapa’ te escuche! ¡Con un poco más de ritmo, un poco más!", le decía el brasileño, nacido en Sao Paulo, que emigró pronto a Europa para construirse una impecable trayectoria (tres Juegos Olímpicos, Pekín-2008; Río de Janeiro, 2016; Tokio 2020 aunque fueron en 2021, le contemplan ), mientras tutela la carrera de jóvenes talentos de la equitación.

Sira, 'Guapa', la yegua francesa que monta, y Pedro Vennis, su entrenador, en el Reial Club de Polo de Barcelona.

Sira, 'Guapa', la yegua francesa que monta, y Pedro Vennis, su entrenador, en el Reial Club de Polo de Barcelona. / ©Nacho Olano/RCPB

Él se juega este fin de semana en Rotterdam el billete para los JJOO de París (acuden a la ciudad holandesa y tres estarán en la capital francesa). Sira Martínez Culell, hija de Elena y Luis Enrique, traza, entretanto, una prometedora carrera saltando obstáculos, mientras acaba su carrera universitaria. 

Ambos están realizando una mañana de entrenamiento y, a la vez, ofreciendo una exhibición privada para acercar a un grupo de periodistas el mundo de los caballos a Barcelona, que vivirá en octubre próximo el 112 concurso internacional de saltos. Será entonces cuando esa recorrido solitario de una mañana soleada de junio se transforme en el centro mundial de este deporte. 

"Se necesita, al menos, un año para conocer de verdad a tu yegua o caballo. Y, a veces, como pasa en las relaciones con las personas tampoco ni así funciona"

Pedro Vennis

— Jinete brasileño olímpico

Pedro Vennis dirigía desde la distancia a la amazona y a la yegua. No se entiende a una sin la otra. Y eso que todavía se están conociendo. "Se necesita, al menos, un año para conocer de verdad a tu yegua o caballo. Y, a veces, como pasa en las relaciones con las personas tampoco ni así funciona", cuenta el brasileño, quien on tacto en cada uno de sus mensajes, pero con la determinación y credibilidad que le proporciona su trayectoria profesional, va guiando a Sira.

Pedro Vennis observa el salto de Sira Martínez con 'Guapa' en un entrenamiento en el Reial Club de Polo de Barcelona.

Pedro Vennis observa el salto de Sira Martínez con 'Guapa' en un entrenamiento en el Reial Club de Polo de Barcelona. / ©Nacho Olano/RCPB

"Es una amazona tranquila, serena. Igual que ‘Guapa’", que es "una yegua joven" porque apenas tiene siete años y para entender la madurez se alcanza a partir de los nueve años. "El 95% de los caballos que participarán en los JJOO de París están entre los 10 y 15 años”, recuerda Vennis, quien sostiene que el éxito está repartido en "un 60% para el caballo y 40% para el jinete".

Sira Martínez acaricia a 'Guapa', la yegua francesa que monta durante un entrenamiento en el Reial Club de Polo de Barcelona.

Sira Martínez acaricia a 'Guapa', la yegua francesa que monta durante un entrenamiento en el Reial Club de Polo de Barcelona. / ©Nacho Olano/RCPB

Saltan ante obstáculos que representan imágenes icónicas de la ciudad -el metro de Barcelona, réplicas de las farolas del Passeig de Gracia o el panot de flor tan característico en las calles de la capital mediterránea- en un deporte que ha vivido, según el jinete brasileño, una gran revolución en los últimos años.

Se ha pasado del caballo fuerte, poderoso y grande a uno más ligero y flexible capaz de interpretar las ‘trampas’ que tienden quienes diseñan los recorridos. Trampas invisibles entre obstáculo y obstáculo donde el desafío es mantener el equilibrio cada vez que los sobrevuelan. ‘Guapa’, que roza los 600 kilos, encarna ese nuevo universo de la equitación. Y ella sabe quien la lleva siempre. ¿Cómo? "Por la forma en que se sienta Sira. Nada más sentarse, 'Guapa' lo sabe", revela Vennis. "Por eso y por su voz". 

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