Eurocopa Alemania 2024

España recupera el espíritu 'sano' de 2008: de la guerra de Mourinho a la revolución de Luis Aragonés

En la Federación no recuerdan un ambiente tan sano desde la revolución hecha por Luis Aragonés en la segunda Eurocopa de España

La pelea Barça - Madrid, alimentada por Mourinho, el 'caso De Gea' o el aislamiento por el Covid-19 fueron handicaps en los torneos europeos posteriores

Los jugadores de España sonríen en un entrenamiento

Los jugadores de España sonríen en un entrenamiento / Sefutbol

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El resultado de España en la Eurocopa del 2024 es toda una incógnita. Antes de empezar el torneo nadie puede atreverse a asegurar la meta final, pero Luis de la Fuente ya puede apuntarse un tanto muy importante como es el de haber regenerado el ambiente en el equipo.

Los más veteranos en la Federación y en el entorno de la selección están gratamente sorprendidos por el buen rollo que genera este grupo. Los más expertos se atreven a decir que "desde el 2008 no veíamos algo parecido". Entonces, Luis Aragonés revolucionó la Roja y, gracias a su cambio, llegó una senda de éxitos que se fue desvaneciendo con el paso del tiempo.

Ahora tocaba dar otro golpe encima de la mesa. El ex director deportivo, Albert Luque, recomendó a Luis Rubiales que cambiara de seleccionador. Luis Enrique se había estrellado en el Mundial de Qatar y el ambiente estaba un tanto enrarecido. Luque lo detectó y consideró que De la Fuente era el entrenador ideal para dar un giro por su experiencia en la casa y con la gente joven.

El riojano ha tenido que dar pasos valientes, como el de no repescar a Sergio Ramos o dejar en casa al tan solicitado Isco, ahora lesionado, para dar un vuelco. Tuvo que soportar críticas, pero el tiempo le está dando la razón. El ambiente en la Roja vuelve a ser alegre y sin tensiones.

La caída de Raúl

La ausencia de Raúl significó un corte radical en 2008. Luis Aragonés reclamó a jugadores poco mediáticos como Juanito, Fernando Navarro, De la Red, Güiza o Sergio García para formar parte de la convocatoria y dar galones a Xavi, Iniesta, Cesc, Silva o Villa para comandar a la Roja.

El resultado fue una armonía impresionante en el grupo, una sinergia muy positiva con la prensa y el entorno y los resultados no tardaron en llegar. Igual que hoy en día se distraen con la play-station juntos, los futbolistas de entonces se divertían con el juego de cartas de la 'pocha'.

Era otra época, pero se fomentó la unidad con jóvenes muy ilusionados que se unieron a la experiencia bien llevada de futbolistas como la de ya un consagrado Casillas, Palop o Marcos Senna.

Iker Casillas y Sergio Ramos lamentan uno de los goles de Países Bajos.

Iker Casillas y Sergio Ramos lamentan uno de los goles de Países Bajos. / EFE

España ganó la Eurocopa, pero en los siguientes campeonatos continentales ya nada fue lo mismo. En 2012, la Roja logró la proeza de repetir título en un ambiente muy caldeado. Los jugadores del Barça y Madrid prácticamente no se dirigían la palabra por la guerra que abrió José Mourinho. Unos se culpaban a los otros y hubo momentos críticos.

El distanciamiento se plasmó incluso sobre el terreno de juego, como se apreciaba cuando Álvaro Arbeloa, un símbolo de Mourinho, prácticamente no recibía ningún balón en el lateral derecho. Los futbolistas blaugrana ordenaban el juego a su manera.

Del Bosque hizo malabares para reconducir lo mejor que pudo la situación y llegar a la final, donde España arrolló a Italia. Un éxito de un mérito extremo para el técnico salmantino.

Fin a la era Del Bosque

Cuatro años más tarde, al ambiente se volvió a enrarecer, aunque en esta ocasión por causas distintas. Nada más llegar a la Isla de Ré (Francia) estalló el caso de David de Gea, el portero que relevaba a Casillas, por una supuesta implicación en un asunto sexual. Incluso, el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, censuró al meta, si bien el tiempo dio la razón a De Gea, que no resultó considerado culpable de nada.

Por su parte, Casillas, que iba de suplente, no llevó bien su rol. Su comportamiento disgustó tanto a Del Bosque quien, al término de la Eurocopa, lo censuró públicamente, algo inaudito para el técnico campeón del mundo.

El exseleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque, en una imagen de archivo.

El exseleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque, en una imagen de archivo. / EFE

Por si fuera poco, España perdió ante Croacia con un gol de Perisic en el último partido del grupo y cayó a la parte dura del cuadro. Con el equipo muy tocado anímicamente, Italia ganó con facilidad a España en el Stade de France y Del Bosque cerró su etapa como seleccionador.

Ya con Luis Enrique, en la Eurocopa del 2021, fue imposible generar grandes sinergias, ni positivas ni negativas, por disputarse la competición con el Covid-19 aún coleando. Un positivo de Sergio Busquets y otro amago de Diego Llorente hizo que el grupo se aislara, la convivencia se limitara y la anomalía fue total.

Pese a ello, España alcanzó las semifinales cayendo de forma injusta ante Italia en los penaltis en Wembley.

Pasados 16 años, la selección vuelve a encontrarse en un ambiente propio de un equipo de fútbol feliz. De la Fuente lo ha logrado y ahora los resultados determinarán si es suficiente con este factor emocional para llegar lejos.