Opinión | Apunte

Lluís Carrasco

Lluís Carrasco

Publicista

La pregunta puñetera, por Lluís Carrasco

Joan Laporta con Hansi Flick, antes de la final de la Champions de balonmano.

Joan Laporta con Hansi Flick, antes de la final de la Champions de balonmano. / FCB

El domingo fue de esos días en que a uno le gustaría tener en casa la mítica “Sala d'imatges” a la que siempre hacía referencia y se conectaba el gran Joaquim Maria Puyal, un estudio repleto de pantallas que aún está activo en la emisora pública de la Diagonal.

Alcaraz en la Philippe Chatrier de París, el Barça Handbol en la final de Colonia y el Força Lleida rompiéndose la cara frente a Estudiantes por una plaza entre la élite de 2025 se contraprogramaban diabólicamente, volviendo directamente majaras a los que somos amantes de las pelotitas y gustamos de sus caprichos y sus vuelos en sus formas más diversas.

Y ahí me tienen ustedes entre dejadas imposibles, expulsiones de dos minutos y triples estratosféricos.

No estaba solo, me acompañaba Carlos Saborit. Carlos es culé de cuna, pero no por apego o pasión, nada de eso, Carlos es un animal social y el Barça genera muchas situaciones que él no perdona: desplazamientos,comidas, viajes… Y aunque es el típico “torracollons” despreocupado que nada lo enerva y todo lo relativiza, también es un tipo generoso y distinguido que no aparece en una casa sin el Priorat más laureado o un jamón cortado a mano con más jotas que las fiestas aragonesas de Valdespartera.

Vimos lo de Alcaraz que, aunque suene a topicazo, parece de otro planeta: tener aún esa mirada inocente e infantil y dominar ya la cabeza, los tempos, la fuerza y los impulsos más diversos para gestionar un Grand Slam está solo al alcance de los elegidos. También conectábamos con la final para el ascenso a la Liga Endesa, donde los “lleidetans” mostraron una mentalidad que ya es de primera división, y finalmente, disfrutamos largo y tendido de la gesta del equipo de balonmano, que bajo la gestión impecable del directivo Joan Solé y resto de gestores del club, nos dio la alegría del día: ¡Una nueva Copa de Europa!

“¡La 48!” Exclamé con júbilo a Carlos, y el muy mamón va y me suelta: “¿Cambiarías esas 48 por las sólo 15 Champions del Madrid?”

“Buff… Ves a por más hielo, y déjate de preguntitas, ¡que me tienes contento!”