LA DEBACLE DEFENSIVA

La insólita transformación del Barça del 1-0 en un tragabolas y que Xavi asume como error propio

El campeón de Liga y la mejor defensa de Europa de la pasada campaña lleva encajados 30 goles más

"Es vital acabar segundos": el último objetivo que le queda al Barça de Xavi

Ter Stegen, decepcionado, tras encajar uno de los goles en Girona.

Ter Stegen, decepcionado, tras encajar uno de los goles en Girona. / Siu Wu / Efe

Joan Domènech

Joan Domènech

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La diferencia entre el Barça campeón y el Barça que pena en el tercer lugar de la tabla y entregó el título reside en la inopinada endeblez defensiva que empezó a exhibir desde el inicio de la temporada. La portería azulgrana es un tragabolas que no ha parado de engullir goles, y se ha convertido en uno de los motivos principales de la caída del equipo. "Es un error mío. Como entrenador y como staff hemos fallado", confesó Xavi este domingo.

Entre Marc André ter Stegen e Iñaki Peña han encajado 43 goles en 34 partidos. Una cifra colectiva inasumible para un equipo que aspira a ser campeón, a no ser que los delanteros doblen o tripliquen esa cifra, que tampoco ha sido el caso. Son 23 goles más que en las 38 jornadas de la pasada Liga (20), y son 30 goles más que en la jornada 34, la actual. Entonces, en aquel Barça del 1-0, Ter Stegen sólo había recibido ¡13! Un año después la que fue la mejor defensa de Europa es casi la más batida del club en lo que va de siglo.

Iñaki Peña cierra los espacios a Raúl durante el Barcelona-Osasuna.

Iñaki Peña cierra los espacios a Raúl durante el Barcelona-Osasuna. / Alejandro García / Efe

El equipo de Xavi llegó a la jornada 34 con 13 goles en contra (terminó con 20) y ahora ya acumula 43.

Sin excusas en la portería

El Madrid ha encajado 22 goles, que se han repartido tres porteros: Thibaut Courtois, el titular, se lesionó en agosto y reapareció el sábado ante el Cádiz. La responsabilidad bajo los palos ha recaído en el suplente Andriy Lunin y en el cedido Kepa Arrizabalaga. Ante ese panorama, no sirve la excusa de la ausencia de Ter Stegen durante un trimestre. Al Girona y al Barça les han enchufado el doble.

Más allá del análisis que pueda efectuarse del rendimiento de los porteros (Ter Stegen ha recibido 26 goles en 24 partidos e Iñaki Peña ha asumido 17 en 10), el incremento denuncia un pésimo funcionamiento general del equipo. Y, por tanto, varias son las razones.

Ter Stegen pide disculpas por su error en el Barça-Valencia.

Ter Stegen pide disculpas por su error en el Barça-Valencia. / Jordi Cotrina

Reestructurar la medular

Xavi asumió este domingo su responsabilidad y su culpabilidad en tanto que es el entrenador de la plantilla y toma las decisiones técnicas y tácticas. "Cuando hemos empleado un mediocentro defensivo posicional, como Oriol [Romeu] o Andreas [Christensen] nos ha ido mejor, nos ha dado más equilibrio y hemos competido mejor", explicó el técnico, que abordó la alternativa del doble pivote después de haber perdido a Sergio Busquets. "Es error mío, no hemos estado a la altura de las circunstancias y no hemos competido como queríamos".

"El planteamiento de algunos partidos estuvo mal, deberíamos haber reestructurado el centro del campo de otra manera", amplió, relacionando el declive a partir de la lesión de Gavi porque nadie compensó el nivel de trabajo y agresividad del futbolista andaluz como "ganar las segundas pelotas y parar las transiciones del rival".

"Es error mío, no hemos estado a la altura de las circunstancias y no hemos competido como queríamos".

Xavi Hernández

— Entrenador del Barça

Xavi resopla al empezar la rueda de prensade este domingo.

Xavi resopla al empezar la rueda de prensade este domingo. / Valentí Enrich

Plantilla más frágil

El punto de partida residía desde una plantilla un poco más frágil.

El equipo cambió a cuatro de los diez defensas de la pasada campaña (Bellerín y Piqué se marcharon en enero, Alba y Eric) por dos nuevos: João Cancelo e Iñigo Martínez.

Eric fue cedido después del tercer partido al Girona por razones de ajuste salarial. La pérdida de potencial humano no ha sido subsanada hasta el segundo semestre con la irrupción de Pau Cubarsí y la incorporación de Héctor Fort. Marcos Alonso ha estado cuatro meses lesionado y Alejandro Balde lleva cuatro de baja; Iñigo ha sufrido tres lesiones y Sergi Roberto, dos.

João Cancelo celebra sobre la valla de publicidad el segundo gol al Nápoles.

João Cancelo celebra sobre la valla de publicidad el segundo gol al Nápoles. / Jordi Cotrina

La crucial baja de Gavi

Hasta que desapareció Gavi, el Barça había encajado 12 goles en 14 jornadas (por debajo de la media, como se observa), y el peor día defensivo había sido la victoria por 3-4 en Villarreal con él en el campo. “Es el corazón del equipo”, repetía Xavi, cuando jugaba el pequeño genio andaluz. La pérdida de Gavi, lesionado de los ligamentos cruzados con la selección, dejó de bombear sangre al Barça. "Ha sido una puñalada", musitó el técnico. Sin él se han sucedido las goleadas.

Gavi y Fali disputan un balón durante el Barça-Cádiz.

Gavi y Fali disputan un balón durante el Barça-Cádiz. / Jordi Cotrina

Xavi calificó de "puñalada" la pérdida de Gavi, "el corazón del equipo" y que suponía la primera barrera de contención, ya fuera por los robos de balones como por las faltas que frenaban al rival.

Poco o nada le han preguntado al entrenador por la relevante ausencia de Gavi, que Xavi ha lamentado casi cotidianamente entre el cuerpo técnico por ser el factor que aportaba agresividad al centro del campo y suponía la primera barrera de contención, ya fuera por su capacidad para robar balones como por su facilidad para cometer faltas que, al fin y al cabo, permitían reordenar al equipo.

Sola dispara al marco de Ter Stegen protegido por Romeu e Iñigo.

Sola dispara al marco de Ter Stegen protegido por Romeu e Iñigo. / Valentí Enrich

Pérdida de rigor defensivo

Nadie ha cumplido la valiosa función que desempeñaba de Gavi. El entrenador ha tenido que improvisar con Christensen para que hubiera un cierto espíritu defensivo en la medular, vistas las características poco agresivas de Gündogan, Pedri o Frenkie de Jong. Fermín es el perfil más cercano a Gavi, pero Xavi no ha confiado en él: sólo 11 titularidades en la Liga. Fue la primera gran noticia de la campaña.

Sin uno ni otro, por impedimento o voluntariamente, el entrenador no ha sabido restablecer el rigor defensivo que caracterizó al Barça de la pasada campaña. El equipo ha encajado goles por la indolencia y por la pasividad de quienes estaban en el campo.

Koundé derriba a Sávio en el Girona-Barça del pasado sábado.

Koundé derriba a Sávio en el Girona-Barça del pasado sábado. / Dani Barbeito

La ausencia de Gavi no explica el declive colectivo ni justifica el menor rigor defensivo, o las faltas de atención de cada jugador.

Errores de todo tipo

“Errores flagrantes”, como dijo Xavi en Girona, y errores de menos calibre en todas partes han disparado la vulnerabilidad azulgrana. En el 4-2 de Montilivi se observó la precipitación de Araujo por lanzarse al suelo en un recorte de Iván Alonso, la imprudencia de Sergi Roberto de hacer una cesión sin ver a Dovbyk, la pasividad de tres defensas alrededor de Miguel con el pie de Koundé para desviar un tiro que se iba fuera y la desubicación de Cancelo, de nuevo, para encumbrar a Portu. El lateral portugués ha marcado cuatro goles con sus irrupciones ofensivas y ha concedido otros tantos por su laxo espíritu defensivo.

La concentración no es una virtud exclusiva de ningún jugador, sino teóricamente universal. Empieza por uno mismo prestar o no atención.

Nunca en la historia le habían metido tres goles antes del primer minuto y seguramente nunca se sufrieron cinco tundas de cuatro tantos y la de cinco del Villarreal.

Los jugadores del Villarreal celebran el quinto gol en Montjuïc.

Los jugadores del Villarreal celebran el quinto gol en Montjuïc. / Javi Ferrandiz

Al Barça le han metido por primera vez en la historia tres goles antes de que se cumpliera el primer minuto de juego (ante el Granada, Alavés y Athletic, en la Copa) con pérdidas de balón casi calcadas. Y, seguramente, por primera vez en la historia, ha sufrido, cinco tundas de cuatro goles (dos del Girona y del Madrid en la Liga, del PSG y la copera del Athletic) y una de cinco (Villarreal) reveladoras de la falta de aplomo en un equipo que reúne menores de edad (Cubarsí. Lamine Yamal, Fort), jóvenes (Gavi, Fermín, Pedri), expertos (Araujo, De Jong, Koundé, Cancelo, Raphinha...) y treintañeros baqueteados: Ter Stegen, Iñigo, Gündogan, Lewandowski...

Los 43 goles en contra hasta el momento suponen la peor marca del Barça desde la Liga 2007-08, la última de Rijkaard.

Pepe Reina y Richard Dutruel hablan en un entrenamiento en 2001.

Pepe Reina y Richard Dutruel hablan en un entrenamiento en 2001. / Paco Largo

Números para ser campeón

Sin ser una certeza absoluta, los números revelan que encajar de promedio más de un gol por partido impide ser campeón. Sólo hay una excepción: los 40 recibidos en la Liga 2012-13, la de Tito Vilanova, quedaron compensados con los 115 a favor, y sólo dos derrotas acumuladas.

La peor marca del siglo fue la Liga 2000-01 que inició Llorenç Serra Ferrer y culminó Carles Rexach: aquel Barça encajó 57 goles. Pero sólo el Racing le metió un 4-0.

Los 43 goles en contra (hasta el momento) suponen la peor marca del Barça desde la temporada 2007-08 (43 en total), la última de Frank Rijkaard. El equipo quedó en tercera posición. La barbaridad más absoluta se produjo en la primera campaña del siglo XXI: la que inició Llorenç Serra Ferrer y culminó Carles Rexach. Aquel Barça encajó 57 goles en la Liga (1,5 por partido). Solo el Racing le metió un 4-0. Nadie más.