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El Barça y su lucha contra la violencia en las escuelas: "Los niños nos preguntaban cosas que nunca antes se habían cuestionado"

A través de dos programas, la Fundación del FC Barcelona pretende poner a los menores en el centro del debate, dándoles recursos para identificar situaciones de violencia

Más de 100.000 niños y 7.700 profesores han participado en el programa contra el bullying de la Fundación azulgrana, que ha permitido reducir en un 35.8% el número de víctimas

Niños en un colegio mientras hacen una actividad de la Fundación

Niños en un colegio mientras hacen una actividad de la Fundación / Fundación FC Barcelona

Laia Bonals

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Saber mirar. Y no solo hacia dónde, sino cómo. Para detectar casos de violencia, en cualquier lugar, no solo es necesario saber interpretar las señales. Hay que ser capaz de verlas y analizar los indicios para dar la voz de alarma antes de que sea demasiado tarde. En las escuelas, el 'bullying' está a la orden del día. Este término anglosajón ya hemos adoptado, dada la cantidad de casos que se detectan cada año entre alumnos. Un empujón, un desplante o hasta una simple mirada pueden ser llamadas de atención para aquellos que están cerca de una situación de violencia. Pero, para verla, hay que tener entrenada la mirada. Así lo defienden desde la Fundación del Barça, que lleva años investigando, analizando y creando programas para que escuelas de todo el territorio catalán puedan implementar y ampliar su rango de visión. Más de 100.000 niños y 7.700 profesores han participado en el programa contra el 'bullying' de la fundación azulgrana, que ha permitido reducir en un 35,8% el número de víctimas de acoso en los centros.

Desde las oficinas cercanas al Camp Nou encargaron un estudio, que determinó que un 25% de los alumnos de primaria sufría 'bullying'. Con esa dura cifra, se pusieron manos a la obra para crear el 'Programa contra el bullying', que ya se lleva implementando 6 años, y cuyo éxito se basa en dos grandes pilares: la eficiencia y inestabilidad en los colegios. "Los alumnos y los profesores ya tienen mucha carga y era necesario un diseño que fuera viable", confiesa Laura Sabaté, 'program manager' de la Fundación. Para ello, la implementación empezó por los profesores y todo adulto que trabaja en el centro educativo a través de un campus virtual, que permite flexibilidad horaria.

"Los profesores estamos mucho más preparados y tenemos más herramientas", relata Roser Casanovas, directora en funciones de la Escola Roureda (Tordera). "Las violencias y el acoso están a la orden del día. Es importante que los profesores tengamos una formación mínima y que podamos saber cómo enfrentarnos a una situación de cualquier tipo de violencia. Además, con este plan también los niños aprenden qué es la violencia y cómo hay que gestionar un caso cuando sucede, tanto dentro como fuera del aula", añade. Ese es el otro foco del programa, los niños. "Con la llegada de la Lopivi, que es la ley orgánica de protección integral de la infancia de la violencia de nivel estatal, por primera vez, se especifica qué es la violencia contra la infancia", complementa Sabaté. Que esta definición la conozca todo adulto que trabaja en el centro es innegociable. Pero que los alumnos sean conscientes de que son sujetos de derecho y que sean capaces de identificar conductas violencias hacia ellos o entre iguales permite que se cree un entorno seguro ante el acoso.

Dos niñas durante una actividad

Dos niñas durante una actividad / Fundación FC Barcelona

El plan de actuación del Programa se desarrolla en dos asignaturas: educación física y tutoría. "Los niños se relacionan de una manera espontánea. Tanto en la relación entre ellos como con el espacio. Y se ve cómo solo se juntan tres y uno queda aislado. Se ve cómo es mi relación con otra persona, cómo la miro o si le hago un desprecio. O si las risas van hacia uno o otro. En el aula, normalmente el marco es más ordenado. Cuando provocas una dinámica lúdica o deportiva en el espacio y movimiento, todo esto es fresco y eso lo puedes observar. Y esta es la gran diferencia que te da el deporte. Te da un mapa visual de las relaciones y de las interacciones", argumenta Sabaté. "Todo lo que pase por la vivencia tiene mucho más sentido que lo teórico. No tiene sentido que hagamos sesiones de qué es el bullying si no lo ponemos en práctica", complementa Ester Morillas, 'program manager' de educación y protección de la Fundación.

En los más de 100 colegios donde se ha implementado este programa notan una mejoría. "Los alumnos han aumentado mucho su conocimiento. Saben cuáles son sus derechos, defender situaciones que creen que no están bien y actuar cuando se está produciendo algún tipo de violencia", concreta Marta Reolid, coordinadora del programa en la Escola Maria Jesús Ortí i Abella (La Sénia, Tarragona). "Los niños nos preguntaban cosas que nunca antes se habían cuestionado", añade, poniendo en valor la capacidad de reflexión de los alumnos cuando se les presenta las dinámicas del programa.

Ahora, tras el éxito del 'Programa contra el bullying', la Fundación ha querido dar un paso más allá y no solo centrarse en ese tipo de violencia. A través del nuevo programa 'Escoles sense violència', la Fundación amplía el foco a todos los tipos de violencia que se pueden dar tanto dentro como fuera de las escuelas. "Aquí estamos hablando de abuso sexual infantil, de 'bullying', de 'grooming' [práctica en la que un adulto se hace pasar por un menor en internet para tener una relación de confianza con fines sexuales]. Estamos hablando de todas las formas de violencia que puede estar sufriendo un menor", pone sobre la mesa Sabaté. Es un programa pionero que además de poner en el centro del debate a los más pequeños, los dota de análisis y voz, para poder denunciar aquello que hace unos años se veía como normal.

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