¿Qué dice el 'big data'?, campeones de Europa ¿no?

¿Se lo cuento?, va, sí, se lo cuento, venga, aunque sé, seguro, que ustedes ya lo saben todo, pero se lo cuento.

“Muy contento. Satisfecho. Muy satisfecho, de cómo se ha comportado el equipo, ya se están viendo cosas que llevamos trabajando desde mi llegada. Feliz de cómo ha reaccionado el equipo tras mi anuncio. El resultado no nos da la razón. Orgulloso de lo que hemos mostrado a Europa. Jugando así, seguro que ganamos más partidos que perdemos. Hemos tenido más dominio, más control, que el rival. Un desajuste en defensa, de nuevo, les ha permitido empatarnos. Una pena. Hemos generado mucho. Muy bien en juego posicional, en presión alta…..” ¿Sigo?, no, vale.

Está claro que, anoche, en Nápoles, en las catacumbas del estadio Diego Armando Maradona, Xavi Hernández se mordió la lengua para no repetir eso de que el ‘big data’ les hubiese convertido, anoche mismo, en cuartofinalistas de la Champions. ¿Campeones?, quién sabe, la Inteligencia Artificial hace milagros. Y, sí, de nuevo, el Barça, ante uno de los peores, sino el peor, equipo de los octavos de final de la Copa de Europa, falló y no sentenció la eliminatoria.

Han de pasar tres semanas para saber si el Barça cumple el pronóstico (no debería ser tan complicado) y lo presupuestado por Joan Laporta esta temporada, es decir, alcanzar los cuartos de final, cosa que parecía celebrar, poco antes del partido, el ‘camarote’ del presidente al fotografiarse ¡vuelve las fotos ‘made in Masip’!, ahora de la mano del bueno de Bojan, donde Soler, Yuste, Laporta, Masip, Manana, sí, sí, Manana, Deco y Bojan se mostraron encantados de conocerse y representar, en otro viaje Visa oro, a la ‘gent blaugrana’.

No da la impresión, aunque todo puede pasar en el fútbol, que Francesco Calzona, recién llegado y que ahora tendrá tres semanas para diseñar el Nápoles que quiere, pueda dar la sorpresa y plantar cara en Montjuïc a un Barça, que sigue sin lograr el clic prometido desde hace meses y que ¡ojalá! no lamente, el próximo 12 de marzo, el no valor doble de los goles fuera de casa.

Sorprende y mucho, que Xavi criticase (¿criticase?, no, no tanto, solo lo señaló) que sus centrocampistas, Gundogan, Pedri y De Jong, que no son, desde luego, Xavi, Iniesta y Busquets, no fuesen capaces de apoderarse del balón y enfriar el partido tras el 0-1 para, una vez congelado el tiempo y el encuentro, lograr el 0-2.

"El resultado no nos da la razón, pero jugando así ganaremos más partidos que perderemos"

Xavi Hernández

— Entrenador del FCBarcelona

Y fue entonces cuando, pensando en las millonadas que cobran esas estrellas, recordé algo que desconoce la gente y que, mira, podría hasta ser una idea que le lanzo a Eduard Romeu (¿sigue en el Barça, no?). En EEUU, en el béisbol norteamericano, ha causado sensación la decisión tomada por el nuevo monstruo, la nueva estrella, el auténtico Messi del ‘baseball’, el japonés Shohei Ohtani, brutal lanzador (ahora, recién operado de su demoledor brazo) y mejor bateador, que acaba de ser fichado por los míticos Dodgers de Los Ángeles.

Ohtani, lo nunca visto, es decir, un ‘pitcher’ que batea como una bestia, ha firmado un contrato de 700 millones de dólares por 10 años, pero ¿saben qué le ha pedido a su nuevo club?, que, en lugar de los 70 millones de dólares que le corresponde cobrar cada año, le pague solo 2 millones por temporada y que los otros 68 millones los empleen para reforzar aún más al equipo y poder ser aspirantes a ganar las Series Mundiales.

Es decir, el mejor jugador del momento en EEUU, sacrifica (casi) su salario, para que los Dodgers, su nuevo club, puedan reforzarse aún más y hacer un equipo campeón. Eso sí, Ohtani, cuando acabe su contrato con el equipo mítico de Los Ángeles, cobrará el resto de lo firmado. ¿Ustedes ven a Gundogan, De Jong, Pedri, Raphinha, Lewandowski…ofreciendo esa posibilidad al Barça?

Lo primero sería saber, de verdad, cuánto ganan esos muchachos. En EEUU, todo el mundo lo sabe. Aquí, cuando te lo sopla un directivo, el futbolista afectado sale a vomitar en rueda de prensa, europea y multitudinaria, sobre la prensa, olvidándose de que fue el club, su club, su amado Barça, quien lo puso en venta. Es más, el anterior director deportivo, Mateu Alemany, convocó a unos cuantos plumillas influyentes para pedirles ayuda para vender al chico holandés. Pero, claro, el chico holandés se olvidó, en Nápoles, de contar esa parte de la historia. Vaya.

Y se olvidó más, sí, mucho más. Se olvidó de comentar también que, hace dos años, el club, su club, su amado Barça, le amenazó con denunciar su contrato en los tribunales por ilegal si no aceptaba rebajarse la ficha o aceptar la jugosa oferta del Manchester United.

¡Qué memoria más corta tienen estos chicos!, millonarios, sí, como el bueno y generoso de Shohei Ohtani.

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