Real Madrid - Espanyol: ¿Juega el equipo perico con las mismas ganas en el Bernabéu que en el Camp Nou?

Jose Real: "Decir que el Espanyol se deja ganar siempre contra el Madrid es de ignorantes"

"El Espanyol se deja ganar siempre contra el Madrid". ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase de nuestros 'amigos' culés? Una afirmación tan lapidaria como ignorante, ya que basta con un simple vistazo a las estadísticas contra ambos equipos para observar que la mayoría de veces palmamos, sin distinción de colores. 

Evidentemente, nuestro mayor enemigo, el rival al que tenemos más ganas de batir es el Barça, faltaría más. Convivimos en el mismo territorio, la mayoría de nuestros amigos o familiares son de una escuadra u otra. Tanto aficionados como futbolistas viven derbis desde benjamines hasta adultos. Sin duda que hay un plus de motivación contra el eterno rival, como pasa en todas las ciudades compartidas por dos equipos de máximo nivel. ¿Qué problema hay en reconocer algo tan elemental?

La única duda cuando nos enfrentamos a equipos como Barça o Madrid es cómo podemos luchar ante tremenda desigualdad económica, amén de las colosales ayudas arbitrales que obtienen uno y otro. Y todavía pretenden algunos que la estadística nos sea favorable. ¡Cuánta temeridad!

Judit Bertran: "El Espanyol y el Barça están destinados a la enemistad"

Misma zona geográfica, misma liga y rencor mutuo. ¿Resultado? Ganas, tensión, euforia y muchos insultos. Los derbis siempre han sido mucho más intensos que cualquier otro partido, y más con la historia que tienen los dos clubs de la capital catalana, una pelea que se remonta a mucho antes de lo que yo pueda recordar.

Los pericos hemos sido -y somos- comidilla para los culés en muchas ocasiones, el blanco fácil: que si "no somos un equipo de primera", que "no somos de Barcelona" (ahora), o que tenemos a muchos jugadores que previamente han jugado en el Barça... Todos estos factores contribuyen a que resulte bastante más gratificante una victoria ante un club y afición que nos machaca cuando puede, en vez de contra otro equipo al que le resultamos indiferentes y somos uno más en la Liga y no nos tiene especial rencor. 

Puedo poner la mano en el fuego a que muchos de nosotros -por no decir todos- preferimos antes una victoria en el Camp Nou y una derrota en el Bernabéu que a la inversa. Pero creo que lo mismo pasaría si le preguntaran a un bético si prefiere una victoria con el Sevilla, o un hincha del Atlético ante el Madrid. Es una pregunta, a mi parecer, de fácil respuesta, ya que el Espanyol y el Barça están destinados a la enemistad.

Ernest Alós: "En los dos campos se sale con las mismas expectativas: palmar"

Tercera cita intergeneracional perica. Nos preguntan esta vez si el Espanyol se toma con más ganas un partido en el Camp Nou que uno en el Bernabéu. En los dos casos se sale al campo con las mismas expectativas: palmar. Dignamente a ser posible. Y si suena la flauta, fiesta.

Que quede claro que el discurso del 'filial del Madrid' ofende pero no sorprende, y que las estadísticas no confirman los tópicos. Es totalmente coherente desde el nacionalbarcelonismo para el que hay una sola opción política digna (o dos), un solo equipo con valores (o dos) y una sola cadena de supermercados (o dos si venden Km., aunque la ‘mongeta tendra’ venga de Qatar o Turquía, quiero decir, de Holanda o Marruecos). Y para el que todo lo que distorsione esa imagen monolítica solo resulta explicable no en términos de pluralidad real sino de colonialismo que algún día será extirpado.

Pero en cuanto a la masa social, 'pericomerengues' al margen... Los 'trapis' y lloriqueos arbitrales de los dos grandes suscitan, creo, el mismo rechazo. Pero las ganas que le tienes a alguien que te mira con condescendencia y/o indiferencia y a alguien que desearía tu desaparición no son las mismas, para qué engañarnos. Y que así siga por muchos años: que les sigamos molestando.