PATINAJE

Pau Garcia, bicampeón del mundo contra insultos y tabús

"Somos élite mundial en el patinaje sobre ruedas en Catalunya y España. Al visibilizarlo podría haber un efecto llamada para que la gente se animara a practicar ese deporte”

Pau Garcia, bicampeón del mundo

Pau Garcia, bicampeón del mundo / Raniero Corbelleti

Roger Pascual

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Pau Garcia tenía tan solo siete años cuando, en su Parets natal, vio a unas niñas patinando sobre ruedas. “Fue amor a primera vista. Me apasionaba ver cómo la gente se deslizaba y se movía. No sé qué fue pero hubo algo que me enganchó totalmente de este deporte”.

Le dijo a su familia que quería probarlo. Había lista de espera pero el técnico del club de patinaje local, Óscar Molins, insistió en que le cogieran porque no había muchos niños que se animaran a un deporte tan feminizado. De hecho, Pau era el único en su club cuando empezó. Ahora, 14 años después y con 21, se ha proclamado este año campeón del mundo por segundo año consecutivo, con su inseparable Oscar a su lado.  

“Estoy muy contento de poder realizar mis sueños y ver que todo por lo que hemos trabajado se cumple”, explicaba horas después de volver de Argentina, donde el 5 de noviembre revalidó el título que conquistó el año anterior en Paraguay, superando el récord de puntuación que marcó entonces. “Con siete años lo sueñas como una ilusión pero lo ves muy lejano. Cuando ves que se hace realidad es muy especial”. 

Asegura que era un niño “como cualquier otro, sin una habilidad especial. Lo único que me apasionaba lo que hacía”. Lo tenía tan claro que los insultos que recibía en el colegio no hacían mella en él. “Había el típico insulto de ‘eres una niña porque haces patinaje’, que si ‘eso es de chicas’. Pero siempre me dio igual, me importaba más lo que yo quería, lo que me gustaba que no lo que me dijeran. Mi familia siempre me apoyó”. 

Campeón de España, de Europa y del Mundo

Había encadenado oros estatales desde los 10 años y, a los 16, se fue a vivir con Oscar, su entrenador, para prepararse para el gran salto que llegó en 2021, cuando se proclamó campeón de España, de Europa y del Mundo. “Ha sido a base de trabajo, sacrificio y también suerte porque igual otra persona hubiera cambiado de entrenador. Empecé con Oscar, él apostó por mí. Sin saber si llegaría, tanto él como yo dejamos cosas de lado para perseguir nuestro objetivo de ser campeones del mundo”.  

El bicampeón mundial, que forma parte del equipo técnico del Patinatge Artístic Sitges y compite con el Cunit, explica que en España no se puede vivir como patinador artístico sobre ruedas. “Se puede vivir como entrenador, como patinador desgraciadamente no. En mi caso, tengo sponsors y mi club, el Cunit, me patrocina muchas cosas. Pero mis ingresos son de hacer de entrenador en Sitges y Cunit. Es lo que me gusta y quiero seguir haciendo”. 

Mientras que en el patinaje sobre hielo hubo un 'efecto Javi Fernández' señala que para que pase lo mismo sobre ruedas necesitan mayor visibilidad mediática. “Cuando Javier Fernández competía en patinaje sobre hielo salía en Teledeporte. Si muestras algo, que los niños pueden ser buenos también en este deporte o que en este país somos buenos. En patinaje sobre ruedas no soy solo yo, hay campeones del mundo junior, los group shows que son cada año campeones. Somos élite mundial en el patinaje sobre ruedas en Catalunya y España. Al visibilizarlo podría haber un efecto llamada para que la gente se animara a practicar ese deporte”. 

Desde que empezó ha visto como cada vez más niños que se asomaban a este deporte. “Es un deporte mayoritariamente femenino pero ahora ya hay bastantes más chicos. Ves que suelen llegar a la competición más supongo que porque, cuando eres un chico, cuesta más apuntarte a patinaje por el qué dirán", afirmó.

"Aún no está del todo bien visto. Supongo que los que les tiene gustar mucho para que vengan. Suelen llegar más”. A ellos les da la misma receta que se dio a sí mismo cuando empezaba: “Les diría que si tienen claro lo que les gusta no dejen que nadie les diga qué tienen que hacer. Son libres de decidir por sí mismos y si tienen claro que les gusta este deporte y les gusta patinar que no escuchen a nadie que no sean ellos mismos”. 

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