LAS VÍCTIMAS DE LA SANCIÓN DE LA FIFA

Los 'cracks' del futuro del Barça: Paik ¿será Iniesta?

El Barça detectó a Paik en un torneo infantil en Sant Cugat en diciembre del 2009. Un año después, ‘cazó’ a Lee. Los chicos surcoreanos personifican la incesante búsqueda de talento del club para moldear los futbolistas del futuro en su propio estilo. También muestran las consecuencias de no haber cumplido la normativa de la FIFA. Paik y Lee han pasado más de dos años sin competir. Desde enero, el Barça ya puede exhibir sus preciadas joyas de Asia.

"Es inteligente, educado y muy trabajador: será profesional seguro", avanza uno de sus exentrenadores

Seung Ho Paik.

Seung Ho Paik. / periodico

JOAN DOMÈNECH

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EI pasado 24 de diciembre fue importante para los Paik. Y no porque se tratara de Nochebuena, sino porque se reunían los cinco componentes de la familia por primera vez después de cinco años sin estar juntos a la vez. Seung Ho, el varón, el futbolista, vive en Barcelona con su madre, MeHee desde que el Barça lo fichara en el 2010. El padre, Il Young, profesor universitario de Fisiología en la Yonsei University, va y viene de Seúl cuando reúne permisos y días libres. Kim y Mee Hee, las hermanas mayores, trabajan en París.

La disgregación ha sido uno de los peajes de la familia en su apuesta por el porvenir de Seung Ho. Un sueño que aún no es una realidad, por más que el 4 enero del 2016 terminaba la pesadilla al expirar la sanción de la FIFA que impedía competir al joven centrocampista. Volvió a jugar en el Juvenil A. Gerard ha promovido su debut ya en el Barça B, y antes Luis Enrique lo reclutó para varios entrenamientos con el primer equipo. El propósito inicial, además de la falta de futbolistas en un parón de selecciones, era premiarle y animarle a soportar su largo ostracismo competitivo.

DOBLE CASTIGO

Él pagó doblemente el castigo de la FIFA. El organismo ordenó que los extracomunitarios que habían fichado por el Barça no podían debutar hasta que cumplieran los 18 años. Paik los tenía desde el mes de marzo, pero no pudo ser inscrito en el mercado de verano porque aún estaba vigente la sanción.

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«Pero luego le reclamaron concretamente a él», contó un técnico azulgrana, interpretando la voluntad de Luis Enrique como un refrendo de la alta opinión que existe en el Barça sobre las cualidades de Paik. «Se ganará la vida con esto, será profesional seguro», añade, antes de exponer un ejemplo de la fe que hay depositada en él. Su puesto natural es de interior pero le han hecho jugar en las tres posiciones del centro del campo (principalmente de interior) y las tres del ataque para que aprenda a desenvolverse en todas ellas y cultivar sus recursos. La idea, la esperanza, es que sea el futuro Iniesta.

CALAMBRES EN EL 'REDEBUT'

Las dudas residen en el daño que haya podido causar la sanción con el freno a la natural progresión competitiva que tendría un chaval durante tres años. En los dos primeros partidos que disputó en su redebut con el juvenil A pidió el cambio. La falta de hábito en la intensidad, la tensión y el ritmo de los partidos le pasaron factura en forma de calambres.

«Es inteligente, educado y muy trabajador. Quiere aprender y ha exhibido siempre un comportamiento ejemplar», dice uno de los entrenadores que ha tenido Paik desde que empezara a vestir de azulgrana en el infantil A. «Usa las dos piernas, lee el juego de maravilla y le pega al balón que la rompe», abunda. Algún defecto tendrá... «Como todos los futbolistas coreanos, es muy disciplinado, mucho, pero le faltaba agresividad», recuerda Albert Benaiges, quien no participó activamente en su fichaje, sino que también tuteló sus primeros pasos en Barcelona. Por ejemplo, le empadronó en su propio domicilio mientras sus padres y el club gestionaban todo el papeleo.

DE CAMINO A CLAIREFONTAINE

Los tres años que ha permanecido parado Seung Ho contrastan con la rapidez con que hubo de tramitarse su fichaje. El Barça le vio con la selección de Corea del Sur en un torneo de infantiles que organizó la Escola Hristo Stoichkov en Sant Cugat y en el que participaban también, entre otros equipos, la Damm, el Cornellà y el Espanyol. Antonio Sánchez, responsable del torneo, alertó a Benaiges. Una incipiente fama acompañaba a ese niño de 12 años, que había logrado los mayores premios que se otorgan en su país. Entre ellos, el que lleva el nombre de Bum Kum Cha, el más célebre futbolista, que jugó 11 temporadas en la Bundesliga.

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El Barça se enteró de que el Madrid iba a acudir a Sant Cugat y quiso tomar la delantera. Los técnicos azulgranas pidieron permiso a los dirigentes surcoreanos y se llevaron durante el torneo a Seung Ho dos veces a Sant Joan Despí para contrastar su nivel con los infantiles de la casa. Acabó el torneo y hubo un virtual acuerdo porque sus padres le habían acompañado. En perspectiva estaba una visita (y posible matriculación) a Clairefontaine, la prestigiosa academia francesa de fútbol.

DOS CAMPUS STOICHKOV

El fichaje se remató en febrero, con una visita de los Paik de dos semanas para ver la ciudad, la residencia de La Masia y profundizar en los detalles contractuales. Seung Ho pertenecía al Samsung FC. En abril ya se estableció con su madre, para empezar a adaptarse a una nueva vida, muy distinta, y aprender el idioma. Fue entonces cuando jugó el primer partido amistoso con sus nuevos colores en el infantil B. En el verano participó en dos campus de la Escola Stoichkov. «El primero con chicos de su edad en El Montanyà; el segundo con cadetes, dos y tres años mayores, en Prades. Y también destacaba», recuerda Sánchez, el primer descubridor de las futuras estrellas coreanas. En septiembre, Seung Ho fue inscrito en el infantil A. El primer gol se lo marcó al Espanyol.

Comenzaba entonces su carrera barcelonista (cadete B, cadete A...) y occidental (matriculado en el colegio León XIII) como otros canteranos. Hasta que llegó el sobresalto de la FIFA y esa fulgurante carrera se frenaba. «No ha dejado de entrenarse con constancia y de entregarse como el que más pese a que no podía jugar», explica otro técnico que ha seguido la trayectoria de Paik.

ATENCIÓN ESPECIAL

Han sido muchos, además de los que ejercían de entrenadores (Fran Sánchez, Franc Artiga, Quique Álvarez, García Pimienta...), los que han reforzado el cuidado y las atenciones en los chicos que resultaron más afectados por el castigo pese a no tener ninguna responsabilidad. «Se daba la paradoja de que, después de cinco años en España, Paik podía jugar en cualquier club de Europa menos en el Barça», observa Ivan Corretja, su mánager. Entre la incertidumbre futbolística y la mentalidad de sus progenitores, Paik no ha dejado de estudiar, aunque vaya algún curso retrasado respecto a su edad. Está en bachillerato. Cerca de la universidad del Camp Nou.