"Hemos vivido una condena anticipada"

El empresario Jordi Torrent, que estuvo solo dos años en la junta del Barça, vive con "la angustia y el miedo de tener que pagar una cantidad enorme e injusta"

Jordi Torrent, exdirectivo del Barça.

Jordi Torrent, exdirectivo del Barça. / periodico

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

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Empresario, propietario de una empresa de iluminación, Jordi Torrent es uno de los 17 directivos afectados. Estuvo solo dos años en la junta. No tuvo una presencia significada no vivió ninguna polémica ni provocó ningún enfrentamiento, pero sufre las consecuencias de la guerra entre Laporta Rosell.

–¿Con que sentimiento ha vivido todo este proceso que empezó desde la asamblea del 2010?

–Ha sido un periodo largo, con esa amenaza de tener una espada de Damocles encima, de sentir una responsabilidad de algo que no te corresponde y que ya sabemos de donde viene. Con la angustia y el miedo de que un día llegue una sentencia que te obligue a pagar una gran cantidad de dinero totalmente injusta.

–¿Tiene la sensación de haber sufrido ya una condena?

–Sí. Unos más que otros, hemos vivido una condena anticipada producto, como mucha gente sabe, de un enfrentamiento entre varias personas…

–¿De Laporta?

–Sí, con Laporta básicamente. Un problema personal de falta de entendimiento. No quisiera utilizar la palabra odio, pero sí de enfrentamiento de unas personas con él de la que ha salido otra gente perjudicada. Aún no ha empezado el juicio, y antes de que haya una sentencia ya te han culpado. A pesar de haber hecho las cosas bien, fantásticamente bien en el plano deportivo y económico. Muchos de mis compañeros han vivido con una angustia tremenda.

–El problema no empezó en el 2010.

–No, nació antes. En el 2003, en el inicio del mandato de Laporta, donde estaban Rosell, Bartomeu. Monés y Moix. Y también Freixa. Y Faus, algo más tarde.

–De 11 millones de beneficio a 79 de pérdidas. ¿Todavía sostiene que las cuentas eran buenas?

–Sí, hicimos las cosas bien hechas. Siempre, y en todos los órdenes de la vida, se pueden hacer mejor. Lo que se puede discutir, y hay que discutir, es la imputación de algunos números. Se ha jugado con ellos y la aplicación de unas partidas a un lado o a otro del 30 de junio del 2010.

–¿Ve mala fe?

–Más que mala fe, intencionalidad. Se ha obrado con mala intención. Se buscaron todos los argumentos contables para que Rosell empezara con el balance a cero, sin mirar si era real o no.

–¿Por ejemplo?

–En nuestro mandato no hubo falta de dinero ni apropiación ni robo. El traspaso de Touré Yaya se pasó al 2 de julio. El de Henry, y la amortización pendiente se cargó a Laporta.

–Le ha salido cara la experiencia. Dos años de directivo y cuatro de ex.

Las cosas son como son. Cuando uno afronta un compromiso, debe asumir las consecuencias que se deriven. Aunque me carguen a mí una responsabilidad que no tiene ningún sentido ni me corresponde.

–¿Cómo se han expresado los socios con usted? ¿Con solidaridad, comprensión, repulsa...?

–En mi caso, solidaridad. La acción se aprobó por un mínimo de votos, y ya sabemos cómo funcionan las asambleas. Quisieron dejar la imagen de una época como si hubiéramos robado cuando se habían hecho muy bien las cosas deportiva y económicamente. Aplicaron un criterio contable diferente y dijeron cosas que no eran verdad.

–¿Fueron los mejores años de la historia del Barça?

–Eso está claro. Tardaremos en repetirlos. Se ha castigado esa época para beneficio de unas personas y por resentimiento a otras.

–De haber sabido que pasaría esto...

–Volvería a decir que sí. Sí, volvería a entrar en la junta. Por el Barça, siempre. Entré convencido. Y repito, no hicimos nada malo.