Domingo Catalán: "¡Venga!, arranca y ponte a correr"

En 1964 corría Domingo Catalán por una carretera de Huesca: camiseta azulgrana sin mangas, pantalón azul y calcetines oficiales del club. Y en eso la Guardia Civil le dio el alto. Que dónde iba enseñando las piernas y que lo que hacía era un atentado. Que volviera a casa o lo detenían. «De bien poco sirvió decirles que yo era un atleta oficial de la sección de atletismo del Barcelona». Eran otros tiempos.

Recién jubilado (65 años), Catalán sigue corriendo. Todos los días. «Pero ya no voy al ritmo de antes. Mis rodillas ya no son las mismas. Llevo tres operaciones, otras dos de tobillo, también de pubis... hasta ocho veces he tenido que pasar por el quirófano por lesiones causadas por el atletismo». Sin embargo, él sigue con lo suyo. Y que no pare. Su próximo reto, una vez más, será el maratón de Barcelona.

Se le pregunta a Domingo cuántos kilómetros cree que ha podido recorrer a lo largo de su vida atlética. Piensa un poco... su calculadora particular empieza a funcionar: tanto por año... Y ofrece pronto una suma aproximada. «Pues más o menos unos 350.000 kilómetros». Las operaciones sufridas han sido su particular ITV.

La rendición no existe

En su mente la palabra rendición no existe. «¡Venga!, arranca y ponte a correr. Porque, de verdad, quedarse anclado en el sofá es mucho peor. Yo no lo soportaría». Aunque en su caso, en el de un atleta que, cuando estaba en plena forma, se planteó el récord de correr nada menos que 100 kilómetros sin parar, un registro difícil de afrontar incluso para el mejor de los Forrest Gump, resulta imposible quedarse en casa y observar desde la ventana cómo otros hacen lo que a él le gustaría hacer. «Si puedo salgo una hora a correr todos los días. Me da igual que haga mucho calor y hasta resulta más agradable salir cuando llueve». Hubo un tiempo en que corrió el maratón en 2.17 horas. Ahora lo hace en cuatro. Pero es feliz.