El nuevo entrenador

Guardiola hace campeón al filial en Tercera

El equipo tendrá ahora el factor campo a favor en los 'play-off' de ascenso a Segunda B

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Un buen pase de Sergio, el hijo de Busquets, combinado con un excelente control de Víctor Vázquez, que galopó camino del área del Europa con la pelota controlada hasta enganchar un bonito y ajustadísimo derechazo llevó al Barça B, y a Pep Guardiola, al título. El trabajo no está hecho del todo. Pero el filial azulgrana ganó ayer en el Nou Sardenya (0-1) y ya puede presumir de ser campeón de Tercera.

Falta, sin embargo, lo más difícil: superar las dos eliminatorias de losplay off--hoy se conocerá el rival-- y abrir la puerta de la Segunda B. Pero el título le da una ventaja. Jugará siempre el partido de vuelta en el Mini Estadi. "Me siento inmensamente orgulloso, pero hay que celebrarlo con prudencia", contó Guardiola, el aún entrenador del filial, tras un agónico partido. "Hay que subir sí o sí a Segunda B. Por estos jugadores y por las generaciones futuras del club", reclamó el hombre que sucederá a Rijkaard en el Camp Nou dentro de tres semanas. Ahora, mientras Txiki Begiristain, el secretario técnico del Barça, le diseña la plantilla, siguiendo sus consejos, él solo tiene una preocupación. Conocer al primer enemigo delplay offy después recabar toda la información posible antes de jugar el domingo.

UN TÉCNICO INTERVENCIONISTA

El partido no fue bueno. Pero sí tuvo detalles más que interesantes. Por si alguien todavía cree que Guardiola es un entrenador pasivo bastaría tomar el vídeo del ajustado triunfo sobre el Europa para despejar cualquier incógnita. El técnico metió mano desde el principio. Antes incluso de empezar el partido porque colocó a dos interiores (Abraham y Víctor Sánchez) como laterales. Tal cual. No solo eso. Durante la primera parte llegó a ordenarles que se cambiaran hasta tres veces de banda. Fútbol había más bien poco.

Las reducidas dimensiones del campo favorecían un juego primitivo. El balón, que botaba ingobernable en el castigado césped artificial, contribuía a ello. Además de cambiar a Abraham y Víctor Sánchez de banda, ordenó Guardiola, que vio el partido junto al banquillo, cumpliendo su segundo encuentro de sanción, el intercambio de los extremos (Pedrito dejó la derecha para que llegara Jeffren, procedente de la izquierda). El Europa, a través de la picardía de Enric Pi, generaba peligro, mientras el Barça B sufría, sobre todo al saber que el Sant Andreu ganaba en casa al Igualada (m. 50).

INGLA, EN EL PALCO

Cinco minutos después, llegó el derechazo salvador de Víctor Vázquez, que dio tranquilidad a Guardiola. Y, de paso, al club, representado ayer en el palco del Nou Sardenya por Marc Ingla, el vicepresidente deportivo, y Rafael Yuste, el directivo responsable de la cantera. Abajo, al lado del banquillo, el técnico no paraba de chillar y reordenar a su equipo. Hubo un momento, apenas un par de minutos, en que mandó jugar con un 3-4-3. Antes, Guardiola ya le había dado libertad táctica a Víctor Vázquez, el jugador con más talento del filial. En un partido lleno de tensión, donde no había espacio para mucho toque, el Barça B se endureció. Y ganó.

"¿Cómo me veo después de un año en Tercera? Soy menos incógnita, soy campeón de Liga", explicó Guardiola. "¿El primer equipo? Ahora no sufro, ahora no es el momento, ya tendremos tiempo de hablar. Mis jugadores no se merecen que me distraiga", concluyó.