Sara Monforte, entrenadora del Espanyol: "Tienes que rodearte de gente más buena que tú, si no eres idiota"

Discreción y compromiso. Un escudo para su staff y equipo para intentar mantener la categoría. Sara Monforte vuelve al Espanyol ahora como entrenadora para liderar al club en su vuelta a Primera División. Se estrenan en Liga F ante el Real Madrid (20h, DAZN) ante su afición. Un pistoletazo de salida exigente para una temporada que se hará larga, pero donde quieren devolver la ilusión a su afición.

Ha vuelto 10 años después a la que fue Su casa. ¿Ha cambiado mucho?

Lo estoy viviendo con mucha ilusión y muy tranquila. Me han acogido muy bien, sobre todo los compañeros, y no era fácil, porque ellos fueron los que subieron el equipo a Primera y no es fácil. Yo también he hecho por integrarme y ponerles las cosas sencillas. Soy una persona que intento ser muy humilde y sencilla e intento acoplarme rápido. 

Tuvo claro aceptar el reto.

Lo que tenía claro era que quería aportar mi experiencia de tres años en la Liga F. Creo que es lo único que a lo mejor podía faltar. El hecho de conocer más a las jugadoras, los tipos de rivales que nos vamos a encontrar, qué nos van a buscar a nivel más táctico. Un poco la realidad que nos vamos a encontrar en la Liga F, intentar ayudar en este aspecto.

¿Se hace difícil dejar de pensar como futbolista para convertirse en entrenadora? 

Para mí no ha sido complicada la adaptación, lo más difícil ha sido aceptar que no tengo tanta incidencia en el juego. Es lo que más me costó de la transición. Tuve que cambiar de chip muy rápido y lo tuve que trabajar con los psicólogos deportivos en el Villarreal. Yo quería tener un joystick para dirigir, lo veía desde dentro. Cuelgo las botas un junio y en julio ya estaba entrenando, y no he tenido mucho tiempo para esa transición. Ahora intento no incidir tanto desde el campo en decir cosas durante los partidos, sino hacerlo en el día a día. 

¿Lo disfruta?

Me gusta más ser entrenadora que jugadora. Y mira que me encantaba ser jugadora, de verdad, pero me gusta muchísimo cómo se ve el fútbol siendo entrenadora. Es una posición muy complicada. Son muchas jugadoras, muchas cosas, pero me gusta mucho y soy feliz entrenando. 

Ahora que han pasado ya unos años, ¿le hace feliz?

Se me ha hecho difícil. Todo el mundo tenía expectativas de que yo fuera una buena entrenadora. Como jugadora ya era líder, era de ordenar y ayudar a mis compañeras a mejorar, pero eso no quería decir que yo fuera una buena entrenadora. De hecho, no se si lo soy, porque, ¿qué es ser una buena entrenadora? 

¿Tiene alguna respuesta?

Puede que tener éxito sea entrenar en Liga F. Y bueno, eso ha sido una mica de suerte también. No tenía por qué llegar hasta aquí. Todo esto me presionaba mucho a mí misma. "Todo el mundo espera mucho de mí", les decía a mi gente cercana. Ahora me he relajado un poco y no estoy pensando tanto en el "y sí". Esa es una gran mochila y ahora intento disfrutar un poco más del día a día, de los partidos, que es lo que más me costaba. Me presionaba mucho con los resultados o con lo que podía pasar. 

Ahora me he relajado un poco y no estoy pensando tanto en el "y si"

¿El principal problema eran las expectativas?

Si, tanto las del entorno como las de uno mismo. Yo siempre me quiero dedicar a esto, y para poder hacerlo, eso va ligado a resultados. Es como: "no puedo perder porque si no no me renovarán, no me querrá nadie y no podré ser entrenadora". Unas películas que te montas en la cabeza... Y todo es más sencillo que esto. Fíjate, vengo de resultados negativos con el Villarreal y he tenido oportunidades. Al final, lo que hay que hacer es trabajar duro todos los días, ser constante, y eso se ve reflejado. Lo importante es ser feliz día a día, si no, ¿de qué sirve lo demás? 

Es complicado encontrar ese equilibrio. 

Muchísimo. Lo que más de ser entrenadora. Hay que pensar solo en lo que depende de ti. A veces ponemos el foco en cosas que no dependen de nosotras y ahí perdemos energía y no puedes hacer nada. Cuando algo no depende de ti, también tienes que aceptarlo, pero si no hay que dar el 200%. Lo que hace que las cosas no salgan bien muchas veces no es algo táctico ni condicional. Es de más de gestión de grupo y esas cosas. 

¿A qué quiere jugar el Espanyol de Sara Monforte? 

A ser competitivas. Es una cosa que he aprendido mucho aquí desde que he llegado. Esta pretemporada hemos sido un equipo muy angosto, muy fuertes. Quiero que los rivales se quejen de nuestra contundencia. Y con balón, tener un poco de sentido común. Que cuando el equipo rival esté cerrado en bloque que nosotras estemos ordenadas.

Desde dentro, ¿se vive como que hay dos ligas en una? ¿La del Barça y la del resto? 

Si, obviamente, el Barça es el equipo que está por encima del resto. Este año el Real Madrid y el Atlético de Madrid estarán un poco más cerca porque han fichado muy bien. El resto estaremos más igualados, cada vez más. En el Villarreal, hace dos temporadas, nos salvamos con 23 puntos. La anterior, con 25, descendimos. La liga es más exigente y tienes que puntuar más para tener resultados. Puede que para las jugadoras del Barça la Liga F no sea competitiva y por eso muchas se van. Pero poco a poco nos iremos acercando, ya que todo se está profesionalizando. 

Ojalá nos hubiera tocado el Barça, es el que queríamos

Y no solo las futbolistas, sino las estructuras que las rodean, como el cuerpo técnico. 

Claro, es uno de los principales factores de mejora. Yo en el primer año como entrenadora, éramos 5 de staff. Ahora aquí ya somos 12. Eso da mucha calidad para que las jugadoras puedan rendir mejor. 

Y le posiciona como directora de orquesta, pudiendo delegar. 

Exacto, es dirigir todo, pero viendo la totalidad. Tienes que rodearte de gente más buena que tú en lo que haces. Si no, eres idiota. Yo quiero a los mejores a mi lado. No vengo a aquí a estar por encima de nadie, aquí estamos todos. Yo quiero quitarles cierto peso de encima, que todo recaiga en mí, que es mi función. Quitarles la presión. Si hay malos resultados, culpa mía. Si son buenos, es trabajo de todos. Tienes que ser así porque al final las decisiones las tomo yo y forma parte de mis competencias como entrenadora. 

Y se estrenan contra el Real Madrid en casa. ¿Querían este tipo de inicio? 

¡Si! Ojalá nos hubiera tocado el Barça, es el que queríamos. Queremos quitárnoslos de encima antes. Son partidos complicados en los que coges ritmo competitivo y además, son 'cocos' por los que todos tenemos que pasar y te los quitas de encima. Nosotras contra el Real Madrid podemos competir, como ante los otros. Es más, todos los equipos pueden tener un mal día y nosotras tenemos que estar preparadas. Y con el Madrid hay una rivalidad que nos tiene que dar fuerzas. 

La plantilla es relativamente inexperta en Primera División. ¿Cómo se trabaja eso? 

Justo lo hablaba con algunas jugadoras y algunas que ya tienen experiencia en la categoría me decían que les ha sorprendido el equipo. De intensidad, sobre todo, de estos duelos uno contra uno. La gente es muy fuerte, muy rápida. Queremos que el equipo rival tenga la sensación de que somos 13 o 14 jugadores dentro del campo. Y creo que eso no va a nivel de calidad, sino con ambición y ganas, con actitud. Tenemos una plantilla muy larga y también estamos trabajando muy duro con el gimnasio. Nos hemos puesto fuertes. 

Este es uno de los retos de la Liga F, dar un paso a delante en el físico. 

Antes con la calidad valía, pero ahora estamos más cerca del masculino y eso ya no vale. Es la selección natural. 

Otra asignatura pendiente es la presencia de mujeres en los banquillos. 

Es una cosa en la que intento no pensar mucho. Me gusta partir del hecho de que somos personas. Pero es una lástima que solo seamos dos este año. Si tú piensas en el porcentaje de entrenadoras federadas o tituladas respecto a hombres son un porcentaje alto realmente. Nos tenemos que formar más, los jugadores que acaban tienen que querer ser entrenadoras. Muy pocas quieren ser entrenadoras. En vez de ser tan críticas, aunque no nos donen oportunidades, yo creo que nos ayudemos más si somos autoexigentes. 

Antes con la calidad valía, pero ahora estamos más cerca del masculino y eso ya no vale. Es la selección natural.

¿Pero puede ser por la falta de referentes desde hace años?

Pues puede ser. A partir de ahora se mirarán en la Natalia Arroyo, Montse Tomé, María Pry, en mí... Y hay que poner facilidades. A mí me costó mucho para poder formarme, porque no tenía tiempo cuando estaba en activo. Hay que fomentar que quieran ser jugadoras. Igual, lo mejor es que nosotras también tendríamos que hacer charlas o hablar con ellas para incentivarlas. 

¿Hay muchas trabas que condicionan dar el paso?

Tú siempre estás 15, 20 años de jugador de fútbol en la élite y tu conciliación familiar es muy difícil, la conciliación familiar. Te pasas 20 años con cada fin de semana partido, los días libres martes o miércoles, tienes libre un fin de semana cada 2 meses. Si ya te pasas 20 años así, ¿quieres que el reto de tu vida sea así? Nosotras somos las que estamos locas. [ríe] Yo misma, como futbolista, estuve aquí cuatro años. Soy de Castellón y lejos de mi familia. Después 12 años en Valencia, 2 en Zaragoza, y ahora me vuelvo a ir. Dejo en casa a mi pareja, a mis padres, a mi perro. A nivel masculino, económicamente te compensa mucho, pero en el femenino no. Es complicado, entiendo que ellas no quieran ser entrenadoras

¿Cómo lleva la conciliación familiar? 

Ahora lo llevo bien. Mi pareja también ha jugado y es médica y trabaja en un hospital. Me entiende perfectamente y son muy comprensivos. Soy una persona muy independiente, me gusta estar sola en mi mundo interior.