Adioses, recuerdos y goles en la despedida de un año mágico para el Barça (0-3)

Fue un día para decir adiós. Marcharse, despedirse de la que ha sido tu casa. Un día donde se amontonan los recuerdos, se encadenan, mientras los últimos instantes se viven con consciencia. Absorbiendo cada detalle. Jonatan Giráldez, sentado en el banquillo, vivía su último partido como técnico culer. Nuevas aventuras le esperan, como a Sandra Paños o Mariona Caldentey que también parten del que ha sido su vestuario casi una década. Adioses tristes, con regusto a historia, que abren las puertas a nuevos retos ilusionantes.

El inicio de nuevos camino siempre es estimulante. Saber que te marchas es complicado, duro de gestionar, pero si es conocido por todos se te puede dar el adiós que mereces. Después hay esos adioses discretos. Inminentes pero no oficiales. Como el de Keira Walsh. La inglesa se despedía con una titularidad del Barça. Dos años donde lo ha ganado todo, donde se ha asentado en el once inicial (no solo por la lesión de Alexia) y sé que ha ganado el cariño no solo de la entidad, sino también de la afición culé. Se marcha y vuelve a casa. Inglaterra, probablemente el Arsenal, tendrán en el vestuario una zamarra con su nombre la temporada que viene.

Jonatan Giráldez fue uno de los pocos protagonistas que se marchan del Barça que estuvo presente en el partido ante el Valencia. Sandra Paños y Mariona Caldentey ya de vacaciones no entraron en la convocatoria para el último partido del Liga de la temporada. El míster azulgrana tuvo que hacer malabares, ya que no solo las que se marchan tuvieron días libres. Líderes del vestuario como Alexia o Aitana, junto a todas aquellas jugadoras seleccionables por el conjunto nacional, contaron con unos días de descanso y desconexión dado el comprimido calendario.

Partido emotivo

En Valencia se cerraba una etapa. No solo en el vestuario. La temporada ha sido exitosa, en el sentido más amplio de la palabra. El ansiado e histórico póker de títulos ha caído al fin y las culés han hecho aún más enorme la gesta de su dominio del fútbol. Supercopa, Liga, Copa de la Reina y Champions. Todo se ha teñido de azulgrana, con un desplazamiento masivo que cambió la historia del Barça. El duelo que finiquitó un año único fue un trámite cargado de emociones.

Sobre el césped, la primera parte terminó con el 0-0 en el marcador. No es que no se dieran acciones de peligro, pero ninguna fue realmente reseñable como para hacer tambalear la igualdad en el marcador. Cuando el partido se reanudó, Vicky López marcó tras una asistencia de Caroline Graham Hansen, que terminó su mejor año como futbolista no solo con el reconocimiento que siempre se ha merecido.

El segundo fue un 'Guijarrazo'. Esta vez desde dentro del área, pero con una fuerza que hizo tambalear el travesaño, donde impactó el balón antes de inmiscuirse en la portería. Entró de un palmo para volver a salir, pero el tanto ya subía al marcador. El tercero y definitivo lo puso Caroline Graham Hanse, que estampó su nombre en el trofeo pichichi más que merecido.

El partido terminó así. El 0-3 cerró la temporada, la etapa en Can Barça. Muchos se abrazaron, se despidieron, diciendo adiós a lo que ya no es. Quedará para siempre en el recuerdo las tardes y noches históricas, los trofeos y los récords. Será lo que se escriba en los libros y se recuerde en los aniversarios. Pero sin duda, lo que de verdad quedará seran las personas han dejado huella. La sonrisa de Mariona, la tenacidad de Sandra y la visión de Jonatan. Siempre serán culérs y, aunque a partir de ahora lo vean desde lejos, su legado permanecerá en un club donde la historia se escribe en plural.