Entrenadora, analista y pionera: Natalia Arroyo frente su 'Last dance' ante el Barça

Siempre ha sido de pizarra. Natalia Arroyo cogió las riendas de la Real Sociedad hace cinco temporadas. Se marchó de la redacción del Diari ARA para dar el salto como entrenadora. Había dirigido antes a la selección catalana mientras se convertía en referencia como analista de partidos. Y el conjunto txuri-urdin llamó a su puerta. La entrenadora hizo las maletas y se trasladó a San Sebastián, donde dirigió una de las mejores temporadas de la entidad siendo de las primera entrenadoras de la categoría. Ahora llega el momento de decir adiós, en un verano con mucho movimiento en los banquillos de la LigaF, y no son antes despedirse por todo lo alto. Este sábado se enfrentará al Barça en la final de la Copa de la Reina.

Los analistas a veces corren el riesgo de quedarse en lo abstracto. En ver el fútbol a través de una visión analítica, cosa que luego complica la tarea de dirigir un vestuario. Eso no le ha pasado a Natalia Arroyo. La catalana, igual que su amigo y rival este fin de semana Jonatan Giráldez, ha sabido imponer su idea. Al frente del conjunto vasco ha basado su legado en intentar convencer (algunas veces con mayor éxito que otras) a sus futbolistas del estilo de juego en el que ella cree. A la catalana le tocó lidiar con un vestuario difícil, que no aceptó de buen grado una nueva manera de trabajar y una nueva forma de jugar. Tanto es así que un año después de hacerse cargo del banquillo donostiarra, hasta diez futbolistas del primer equipo decidieron no renovar su contrato. Tras esa decisión, llegó la mejor temporada del equipo.

Despedida a lo grande

La final de la Copa de la Reina será su adiós. No ha vivido ninguna antes como entrenadora de la Real. La catalana llegó a San Sebastián un año después de la Copa ganada en mayo de 2019 con Gonzalo Arconada como entrenador. Desde que se instaló, Arroyo ha representado una idea fiel de fútbol basada en la posesión. Nunca ha sido de aquellas que quisiera renunciar al balón ni al juego asociativo. Saltó de las salas de prensa al banquillo y, con la visión de cómo se ve desde fuera el fútbol, usó la comunicación como herramienta.

Tras la final de este sábado, Natalia Arroyo abandonará el banquillo de la Real Sociedad. La misma entrenadora ha confesado que no fue fácil la decisión. "Llevamos desde el inicio hablando de qué hacemos, de si nos atrevemos a meternos en un quinto año o no, si tengo energía, si el club siente que hay cuerda en el proyecto. En los últimos meses, nos hemos ido acercando más a un diagnóstico de que igual ya no. A nivel de energía, tras cuatro años, igual hay demasiadas cosas que van restándonos. Hemos convenido las dos partes que igual hace falta que venga 'otra Natalia'. Porque, siendo honestos, ese cruce de energías ya no nos está sumando como antes. Creo que es una manera de terminar bonita, sin hacernos daño", expresó a través de un vídeo.

"Teníamos que tomar esta decisión, entenderlo, visualizar y trazar un final en junio, terminar lo mejor posible, dejando el mejor recuerdo que podamos para ser justos con lo que han sido los cuatro años. Estoy fastidiada por esta racha de resultados que nos lo está manchando todo un poco, pero satisfecha y orgullosa de lo conseguido", zanjó.

Antes de irse, quiere revertir la tendencia.