Reporterismo

Crónica gráfica de Desechables, el grupo maldito definitivo de los años 80

El libro 'El lado salvaje.1983-1985' (Ojos de Buey), con fotografías de Ana Torralva, ofrece una extraordinaria microhistoria de la banda de Vallirana

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Tere, en la actuación de Desechables en Rock-Ola, en Madrid, el 29 de diciembre de 1984

Tere, en la actuación de Desechables en Rock-Ola, en Madrid, el 29 de diciembre de 1984 / Ana Torralva

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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La historia de Desechables está bien contada en el documental 'El peor dios', estrenado en el festival In-Edit en 2013 y disponible en Filmin desde hace poco. Recomendamos verlo y pasamos a la microhistoria de Desechables que cuenta 'El lado salvaje. 1983-1985' (Ojos de Buey), crónica del grupo en el periodo referido a través de fotografías de Ana Torralva.

El primer trabajo de Torralva con Desechables fue la portada del elepé 'Golpe tras golpe' (1984). Miguel, el guitarrista del trío, atracó una joyería en Vilafranca del Penedès con una pistola de mentira el 23 de diciembre de 1983. El joyero tenía un arma de verdad y mató al músico. La banda tenía que grabar en directo su primer álbum en la sala Rock-Ola de Madrid los días 28 y 29 de diciembre. El plan se fue al garete.

Esteban, hermano de Torralva, dirigía el programa 'El refugio atómico' en Radiocadena Española y era el mánager de Desechables. Casi el cuarto 'desechable'. Con grabaciones de conciertos anteriores en Lyón, París y Madrid ensambló 'Golpe tras golpe'. La sesión de fotos para la tapa se hizo en un piso vacío de Madrid que el fotógrafo Rafael Sámano le dejó a Torralva. "Tere [voz] y Pei [batería] se sintieron perdidos sin Miguel, que era mayor que ellos y el guía del grupo -dice Torralva-. El disco los levantó". Tere y Pei cuentan en 'El peor dios' que Miguel asaltó la joyería para hacer ver ante su familia que las cosas le iban bien, qué mejor manera que con regalos navideños.

La sombra

De Esteban es la sombra de la imagen de la carátula, símbolo del ausente. La idea de la sombra surgió hablando allí mismo y ayudó a materializarla que Esteban tuviera cierto parecido con Miguel. En una de las fotos de la serie, que rescata 'El lado salvaje', Tere y Pei están sentados en un rincón y la sombra, más grande que en la foto finalmente elegida, se cierne sobre ellos desde arriba. Es una sombra apabullante. Torralva piensa que esa imagen refleja cómo se sentían Tere y Pei, por entonces pareja.

Tere y Pei, bajo la sombra de Miguel, en una foto descartada de la sesión para la tapa e 'Golpe tras golpe'.

Ana Torralva

Con Marcelo ('Enano'), hermano de Pei, a la guitarra actuó Desechables en Rock-Ola el 29 de diciembre de 1984. Allí estaba Torralva. "Había mucha expectación -dice-. El grupo llegó convertido en mito. En ellos no había postureo. Eran auténticos todo el tiempo". La fotógrafa también acompañó a la banda a un bolo en una discoteca de Mollerussa. De ambas veladas presenta 'El lado salvaje' excelentes muestras de reporterismo gráfico, tan atenta Torralva al escenario como al público. En Mollerussa fotografió una pelea entre asistentes a la actuación. Además, tenía acceso a la intimidad del camerino.

Enano, Tere y Pei, en una actuación en Mollerusa, en 1984.

Enano, Tere y Pei, en una actuación en Mollerusa, en 1984. / Ana Torralva

En el Rastro

Carlos Romero ('Tío Carlos') se incorporó como segundo guitarrista del grupo, que seguía sin bajo. Torralva retrató al cuarteto en Vallirana, el pueblo del Baix Llobregat donde se formó, y en el Rastro de Madrid, donde pasearon y almorzaron lentejas. Cuando ya se había desmontado el mercado, Torralva fotografió a la banda en la plaza del General Vara del Rey. Bodegas Rivas y la almoneda Rafael tienen las persianas bajadas. La calzada está llena de cartones. El 'charme' callejero de Desechables es irresistible.

Pei, Tere, Marcelo y Carlos, en Vallirana, en 1985

Pei, Tere, Marcelo y Carlos, en Vallirana, en 1985 / Ana Torralva

Pechos sí, arañas no

La portada de 'Buen ser-vicio' (1985) fue el último trabajo de Torralva con Desechables. El título del disco ya estaba decidido. En un estudio fotográfico probaron con arañas (de mentira, como la pistola de Miguel) sobre el pecho desnudo de Tere, los ojos vendados y la lengua asomando entre los labios. "Se notaba que esas fotos no eran de verdad -dice la fotógrafa-. Eran demasiado publicitarias".

En un segundo intento, en casa de Torralva y con luz natural, mantuvieron el pañuelo en los ojos y la lengua tentadora. "Entonces estaba muy influenciada por el surrealismo, sobre todo por Man Ray", señala Torralva. Y añadieron un sostén enrollado bajo los pechos de Tere y un plato en el que las ofrecía. Las fotos con un tenedor y una navaja fueron descartadas. La elegida, con venda, lengua, pechos, sujetador decorativo (y prestado por Torralva: "Tere no usaba sujetador") y plato, es un as del catálogo de Torralva. "Al final lo más simple es lo más artístico -considera-. Es una foto con grano, que va con la autenticidad de Tere, y provocadora, la otra característica de Desechables".

Los vivos y los muertos

Torralva, en la actualidad profesora en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, dedica 'El lado salvaje' a los miembros de Desechables vivos (Tere y Pei), a los miembros de Desechables muertos (Miguel, Marcelo y Carlos) y a su hermano Esteban, también fallecido. Limita la dedicatoria al grupo que ella conoció. De formaciones posteriores de Desechables, que grabarían dos elepés más, también murieron Jack, Raúl Benito y Charly.

La ruta del bakalao

La editorial barcelonesa Ojos de Buey, en la que se ha publicado 'El lado salvaje', es Gabriel Alberti. Busca y rebusca Alberti proyectos de fotografía documental desde la transición hasta ahora que no hayan visto la luz como historias completas. 'Camarón. 3 de julio 1992', de Clemente Bernad, testimonio del entierro del cantaor; 'El Vaquilla. 14 de agosto 1979', de Paco Elvira, que documenta gráficamente la entrevista hecha al delincuente juvenil por Pedro Costa Musté y Xavier Vinader en 1979; o 'Presas. 1976-1978', de Pilar Aymerich, sobre la cárcel de mujeres de la Trinitat, son algunas de las joyas que ha rescatado Ojos de Buey.

Atención a lo que tiene entre manos Ojos de Buey: un lote de fotografías hechas por aficionados en la ruta del bakalao. Una mujer ha conservado las fotos que sacaron ella y su pandilla y Alberti la ha localizado.

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