Testimonios locales

Miradas feministas desde Cornellà: "La investigación sin perspectiva de género pierde sentido"

Cuatro profesionales de la ciudad del Baix Llobregat cuentan a EL PERIÓDICO cómo implementan la perspectiva de género en su día a día

Cornellà y la Universitat de Barcelona han unido fuerzas en una nueva cátedra sobre perspectiva de género en la ciencia

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Elena Martínez

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"Soy feminista desde que nací", dice con determinación Carmen Martín Ruiz, de 71 años y estudiante de la Universitat d'Estiu de les Dones de Cornellà de Llobregat (Baix Llobregat). Lo tiene claro: "Toda mi vida me he sentido feminista, hasta cuando no sabía lo que significaba". Ella, como muchas otras mujeres de Cornellà, frecuenta el Centro de Información y Recursos para las Mujeres (CIRD) de la ciudad, un espacio que opera como lugar de acogida, asesoramiento y apoyo a las mujeres del municipio.

Allí trabajan mujeres como Sonia Juan Abarca, que a sus 35 años es educadora social y da apoyo a mujeres que han pasado por situaciones de violencia de género. O como Ángela Jiménez Jiménez, psicóloga de 29 años que da apoyo a cualquier mujer que entre al equipamiento. O como Núria Jiménez García, de 52 años, técnica de políticas sociales de Igualdad del consistorio cornellatense.

"A ellos les enseñan que pueden con todo. A nosotras nos ponen límites desde pequeñas", comenta Carmen, que asegura que es un problema que desde la primera etapa de la vida se inculquen estereotipos marcados por la sociedad. "Cuando estás en un colegio solo te enseñan científicos, filósofos y figuras culturales masculinas, que ya inconscientemente marcan un camino. No hay perspectiva femenina en estos ámbitos".

Es esta una de las muchas razones por las que Núria Jiménez asegura que han impulsado desde Cornellà diferentes proyectos enfocados en esta línea. Es el caso reciente de la Cátedra UB sobre perspectiva de género y feminismos Ciutat de Cornellà, un proyecto en el que el Ayuntamiento de Cornellà y la Universitat de Barcelona (UB) han unido fuerzas con el objetivo de apoyar y dar visibilidad a la investigación con perspectiva de género y feminista.

"Una investigación sin género pierde sentido"

Este nuevo proyecto va en línea de la Universitat d'Estiu de les Dones que, impulsado desde 2008, ha acogido a miles de estudiantes mujeres de todas las edades como Carmen y es una de las primeras experiencias en Catalunya de formación superior en igualdad de género (fuera de los estudios dirigidos a titulaciones superiores).

Estas iniciativas municipales tienen el objetivo de añadir perspectiva de género y, en el caso de la nueva cátedra, también pretende dar conocimiento "para que en cualquier investigación, análisis, ya sea científica, lingüística, sociológica, se tenga en cuenta la perspectiva de género, si no pierde sentido", comenta Núria.

En el área metropolitana de Barcelona, el sesgo de género durante el curso 2020-2021 se traduce en que más hombres (el 52,3%) que mujeres cursaron una Formación Profesional, mientras los módulos con mayor concentración femenina corresponden a profesiones 'feminizadas' como las relativas a la imagen personal o a la sanidad, mientras que en las relacionadas con la tecnología hay dominio masculino.

Sonia tiene claro que esto es porque "desde pequeños se van marcando unos estereotipos, tanto para las mujeres como para los hombres", y entiende que que la solución es "tener estereotipos femeninos positivos que, aunque los tengamos, muchas veces no se enseñan".

Por su parte, algo que sigue sorprendiendo gratamente a Carmen es "ver a hombres profesores". "[La educación primaria] siempre ha sido una profesión muy feminizada, de toda la vida las profesiones de cuidados han sido de mujeres. Está bien que los niños y niñas del colegio vean estos ejemplos positivos y vean que los hombres también pueden cuidar". A pesar de ello, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que los hombres solo representan el 2,3% de profesores en la Educación Primaria en España.

"Es necesario enseñar nuevas masculinidades"

"El feminismo no debería estar enfocado solo en las mujeres", comenta Sonia; "es necesario enseñar 'nuevas masculinidades'", sugiere. Pero ¿qué son las 'nuevas masculinidades'? Este término replantea la idea tradicional de la masculinidad y se aleja de la idea de la 'masculinidad tóxica'. "Hay chicos que también reciben un trato de violencia: les han enseñado que no pueden llorar y no pueden mostrarse débiles", prosigue Sonia.

Núria, Ángela y Carmen, bajo el mismo discurso, están de acuerdo y lamentan "la polarización del feminismo". "Los hombres con el feminismo se sienten atacados... Cuando al final lo que se busca es la igualdad".

"Es normal que si crece el feminismo, al final también crezca la oposición a él", apunta Núria, que cree que no se habla suficiente de los "muchos chicos jóvenes que actualmente están creciendo con mentalidad igualitaria".

Carmen, que comenta "que tiene mucho camino detrás", está orgullosa de hacia donde van las cosas en la lucha feminista, aunque muchas veces "solo se enfocan los datos negativos".

"Se necesita presupuesto, programa y personal"

La institucionalización del feminismo en el ámbito municipal tiene un recorrido de poco más de veinte años en España, cuando en 1999 se creó la primera Concejalía de Promoción de la Igualdad y Empleo de Ayuntamiento de Madrid y, a partir de este momento, comenzaron a surgir en diferentes municipios las diferentes concejalías y áreas de igualdad como en Cornellà.

Núria, responsable de esta área en el municipio, afirma que una ciudad "moderna" tiene que tener "políticas igualitarias". Cree que "hay muchas ciudades que por inercia lo han hecho, pero que no han cubierto la necesidad".

"Para que un municipio pueda decir que está desarrollando un programa municipal feminista tiene que tener al menos un presupuesto, un programa y personal cualificado. Si no, todo queda en palabras vacías", zanja Núria.

Las mujeres que acuden o trabajan en el CIRD son signo inequívoco de que los municipios avanzan hacia la igualdad. Carmen, en su caso, afirma que una ciudad como Cornellà, donde existen recursos como el CIRD, son "un privilegio", ya que se trata de espacios "donde he aprendido a ponerle nombre a todos mis problemas. Es lo mejor que he visto en mis 71 años de vida".

Por su parte, Sonia y Ángela, mujeres de la misma generación, agradecen "tener a mujeres como Carmen que nos enseñen que tenemos derechos, que podemos ser independientes, que han encaminado la lucha feminista". "Agradezco que haya habido mujeres que, sin llamarlo feminismo, hayan luchado por esos valores", concluye con orgullo Sonia.

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