El negocio del gran consumo

Los ingresos del sector de la cosmética crecen en tres años lo mismo que en los anteriores diez

El gasto anual por persona escala hasta superar los 200 euros y los Druni, Sephora y Primor aprovechan para abrir tiendas en arterias clave

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Un establecimiento de una cadena de productos cosméticos, en Barcelona.

Un establecimiento de una cadena de productos cosméticos, en Barcelona. / JORDI OTIX

Paula Clemente

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En 2023, lo atribuyen a una mezcla entre el envejecimiento de la población (que amplía de forma natural el público que busca productos ‘antiaging’) y a la picardía de las empresas a la hora de lanzar sus productos, que ya no solo apelan a la voluntad del cliente de verse mejor, sino también de cuidarse más. En 2022, hablaban del resurgir del maquillaje (en especial, de los pintalabios). Y, en 2021, de la recuperación postcovid. Sea cual sea la causa, la cuestión es que la industria de la cosmética ha crecido en España en los últimos tres años lo mismo que en los anteriores diez.

Las compañías que se dedican a este sector (proveedores, fabricantes, distribuidoras, centros de estética…) estuvieron desde 2010 hasta 2018 sumando unos 6.000 millones de euros de facturación conjunta. Avanzaban poco a poco de año en año, hasta que, en 2019, la industria dio un paso de gigante. Luego vino el covid, que lo paralizó todo. Y, a partir de 2021, un crecimiento casi inaudito. Si lo que ingresó el sector en 2020 (7.700 millones de euros) suponía haber crecido casi un 29% en una década, en los tres años siguientes se ha dado un salto de un 34%, hasta los 10.400 millones que movió el sector en España en 2023.

“Este crecimiento refleja una sociedad donde el bienestar y el cuidado personal son valores al alza, con una cultura arraigada y muy equilibrada en el perfil de los consumidores y las familias españolas”, reflexiona la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) en la radiografía anual del sector en la que recopila estos datos. Entre otras cosas, esta memoria detecta que lo que invertimos de media al año en productos de cuidado personal ha subido hasta la cifra récord de 206 euros por persona. O que lo que mayor parte del gasto se lleva es el cuidado de la piel de la cara, la hidratación del cuerpo y la protección solar, que crece un inusual 19%. “Este auge muestra una tendencia consolidada hacia el bienestar, con un enfoque particular en el cuidado de la piel, que ahora representa un tercio del consumo total”, añaden.

Clientes hacen cola en un establecimieno de una cadena de perfumería y cosméticos, en Barcelona.

Clientes hacen cola en un establecimieno de una cadena de perfumería y cosméticos, en Barcelona. / JORDI OTIX

De acuerdo con esta radiografía, lo que más tirón tiene son las cremas, limpiadores, sérums y demás potingues para el rostro. A continuación figuran los geles y cremas para el cuerpo, luego, los perfumes; después, los champús, suavizantes y mascarillas para el pelo y, por último, el maquillaje. Eso sí, esta última es la tercera categoría que más crece.

Los gigantes de la cosmética

En cualquier caso, el crecimiento es generalizado y se detecta en todas las áreas. Y así lo reflejan también las compañías líderes en el sector, sean fabricantes o distribuidoras. Según la última versión del Mapa de la Moda elaborado por ‘Modaes’, tres de los cinco gigantes de la perfumería y la cosmética a nivel global (L’Oréal, Beiersdorf LVMH Perfumes) no solo están creciendo sin parar, sino que están batiendo sus récords de ingresos año tras año. 

La novena posición de este ránking mundial la ocupa, por cierto, la catalana Puig, que con sus 4.300 millones de euros de facturación en 2023 ha más que duplicado la dimensión de su negocio en estos mismos tres años. Es un caso excepcional, pero no aislado, ya que Catalunya alberga un 40% de las empresas de este sector, según datos también de Stanpa. Son ejemplo, a parte de la propia Puig, Natura Bissé o Mesoestetic, además de gigantes internacionales como Galderma, que acaba de aterrizar en la ciudad.

Cadenas de venta

Donde también es fácil detectar el músculo que está ganando esta industria es en los puntos de venta. En los últimos años, Druni, la cadena líder en España, ha abierto tiendas en Vilanova i la Geltrú, Salou, Terrassa, en centros comerciales como La Maquinista o Gran Via 2 y ha puesto en marcha una ‘flagship store’ (tienda insignia) en el Portal de l’Àngel de Barcelona, por mencionar algunos de sus movimientos clave en Catalunya. Sephora ha abierto un establecimiento de 400 metros cuadrados en la planta baja del antiguo El Corte Inglés de Francesc Macià (también en Barcelona). Y Primor está trabajando en instalarse en pleno Passeig de Gràcia, tras conquistar, también, el Portal de l’Àngel hace año y medio.  

“Nuestra industria representa de forma directa, indirecta e inducida el 0,94% del PIB nacional, aportando más de 5.200 millones de euros al Estado, y constituye todo un pilar de la economía española –cierra el informe de Stampa–. Así lo reflejan estadísticas como la que indica que exportamos más en perfumería y cosmética que en otras categorías tan emblemáticas como el aceite de oliva, el vino o el calzado”. Para completar la radiografía, esta asociación afirma que hay casi 110.000 establecimientos funcionando en España (entre perfumerías, centros de belleza y farmacias y parafarmacias) y unas 300.000 personas empleadas directa o indirectamente por este sector.