Emprendimiento
Comprar en una tienda cualquiera y que el recibo te llegue directamente al móvil: la ‘startup’ catalana Taca prepara el terreno para el final del tíquet
La empresa negocia con una cadena sus primeras pruebas piloto a lo grande, mientras perfila su llegada a Estados Unidos, un mercado que ven mucho más maduro
Los centros comerciales venden más que nunca, pese a no haber recuperado aún la afluencia previa a la pandemia
![Marc Clusa y Raúl Rodríguez, cofundadores de Taca](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/2409f2b1-4849-47fd-8412-29a2be4faa03_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Marc Clusa y Raúl Rodríguez, cofundadores de Taca / ZOWY VOETEN
![Paula Clemente](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2022/0112/13/paula-clemente-4bccd1a.png)
![Paula Clemente](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2022/0112/13/paula-clemente-4bccd1a.png)
Paula Clemente
Periodista
Periodista del equipo de economía. Escribo sobre cuestiones relacionadas con el Consumo, las empresas (especialmente las medianas y pequeñas), el emprendimiento y el tejido tecnológico local.
Cuando hace siete años Raúl Rodríguez plantó la semilla de lo que hoy es Taca, el momento –reconoce él mismo– no era el idóneo. Ahora, que ya es habitual no solo pagar con el móvil, sino tener casi toda la vida concentrada en este aparato, lo es. Sobre todo con la vuelta que le ha dado desde entonces a la aplicación. “Es una cartera de tiques”, simplifica el emprendedor, que empezó a diseñar la herramienta como una forma de digitalizar el 'tique restaurante' y que la ha acabado convirtiendo en una forma de mandar un recibo de compra directamente al móvil con solo acercar el teléfono al TPV.
Es decir, que si uno va a una tienda Zara a comprar una camiseta, a la hora de pagar reciba el tique de esa camiseta automáticamente en la aplicación y éste quede directamente archivado en una carpeta llamada ‘Zara’. “Al cliente le evitamos ir con el tique dentro del bolso o la cartera y que nunca lo encuentre cuando realmente lo necesita, o que el texto esté borrado, sin entrar en que está demostrado que la tinta del tique es cancerígena”, exponen Raúl Rodríguez y Marc Clusa, cofundadores de la empresa.
Para seducir al comercio, la idea original era apelar a la sostenibilidad y al ahorro económico (“Inditex se gasta cada año 42 millones de euros solo enviando tiques”, sostienen), pero con el fin de hacer el paquete algo más atractivo le han sumado la capa del márketing. “Si detectamos que el usuario 1 en tres semana se ha comprado una camisa, un pantalón y unos zapatos, deducimos que tiene un evento y le damos esa información a la empresa. Así ella sabe que ese cliente es susceptible de comprar una americana”, se explican. Al consumidor le llegaría la notificación de una hipotética oferta desde la propia aplicación de Taca. “Le aplicamos esta capa marketiniana porque si no es muy difícil llegar a las grandes corporaciones”, razonan.
De hecho, su estrategia para empezar a desplegar la solución en el mercado es doble. Por un lado, han hecho alguna prueba piloto en pequeños comercios independientes, a los que pretenden llegar a través de integradores (es decir, que el mismo proveedor que le vende el TPV o una impresora, le instale el 'driver' necesario para que sus aparatos ejecuten el envío del tique). Por el otro, están negociando con un grupo dedicado al comercio empezar a probar la aplicación también en sus establecimientos. Es a esta última estrategia que fían sus expectativas de crecimiento.
Llegada al mercado y evolución
Sea como sea, su plan es estar en el mercado máximo en 2025. Y, en paralelo, trabajan también en llegar a Estados Unidos. “Es el país más consumista del mundo y no han quitado el tique”, justifican estos empresarios, que añaden también que allí se está mirando con lupa el tema de la sostenibilidad y que tienen un universo mental mucho más tecnológico que el nuestro.
Mientras, tienen un pequeño equipo de desarrollo puliendo la solución, se han aliado con un socio jurídico laboralista al que le han dado una pequeña parte del capital de la compañía, han pasado por varias aceleradoras y se presentan a todo premio y feria que pueden. Además de proyectar todo lo que creen que pueden acabar incorporando a la aplicación: pedir factura al comercio y pasar automáticamente gastos de empresa, tener allí guardadas también las tarjetas de fidelización o incluso disponer de Bizum interno para gestionar pagos que se hayan hecho en conjunto en un restaurante, por ejemplo.
“La pandemia me fastidió la otra aplicación, pero la ventaja que me dio es que ahora va todo el mundo con el móvil, es una manera de beneficiarte de esa parte y de estar en el momento justo”, reflexiona Rodríguez. “Sí que hay más gente que ha hecho este tipo de cosas, pero que reúna todo y reciba el tique de forma digital no hay ninguna”, concluye.
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