Comercio

Neveras de playa, 100 furgonetas de alquiler y miles de petardos: así se prepara la mayor distribuidora de pirotecnia de España para Sant Joan

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El Sant Joan de la inflación: menos petardos en oferta, pero más producto local

Así se viven los días previos a Sant Joan en el almacén de Petardos CM

Zowy Voeten y Patricio Ortiz

Paula Clemente

Paula Clemente

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A los veteranos, les identifica una nevera de playa. “Ellos ya saben de qué va esto”, señala, sin poder contener una sonrisa propia de quien lleva 20 años en el sector, el máximo responsable de compras y logística de esta empresa. Pocos hay, entre los jóvenes reclutas a los que se refiere, que no lleven mochila, sillas plegables y una camiseta roja con un logo blanco de Petardos CM en el pectoral izquierdo. Parece que vayan de acampada, pero donde van, en realidad, es a pilotar una caseta de venta de petardos que puede encontrarse tanto en plena civilización como en medio de una carretera sin nada cerca. De ahí las provisiones.

Es lunes 17 de junio y queda justo una semana para Sant Joan, así que, en Catalunya, este es el día extraoficial de la apertura de puntos provisionales de venta de pirotecnia. Por lo menos en el caso de Petardos CM, la mayor distribuidora de España, que recibirá hoy (y durante toda la semana) a los centenares de jóvenes que ha contratado para vender en ellas. En total, esta compañía con sede en Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental) y almacén de batalla durante el ajetreado mes de junio en la carretera que va de Martorell (Baix Llobregat) a Capellades (Anoia), se ha reforzado con unas 700 personas para poder hacer frente a una campaña clave para sus operaciones. Y las dinámicas que la sustentan son dignas de ver y conocer.

David Marín –este responsable logístico– y buena parte de su equipo llevan trabajando toda la noche en cargar las furgonetas que distribuirán los petardos al día siguiente. Las 30 casetas que llevan varios días funcionando, así como otros operadores que utilizan sus instalaciones de almacén, han traído al atardecer el material que tiene prohibido pernoctar en los puntos de venta provisionales. Han dejado allí aparcados los vehículos con todo dentro, han depositado la lista de lo que necesitan mañana, y el equipo de Petardos CM, junto a unos 40 mozos de almacén, han trajinado durante la noche para que se lo encuentren todo listo al amanecer.

David Marin, responsable de compras y logística de Petardos CM

David Marin, responsable de compras y logística de Petardos CM / ZOWY VOETEN

Sobre todo porque este lunes suben persiana otras 70 casetas (a lo largo de la semana lo harán otra tanda hasta llegar a las 140), así que es el primer día de gran bullicio en las instalaciones de esta distribuidora de petardos que cuenta con dos almacenes de 1.200 metros cuadrados en total para hacer acopio. “Por las fechas que son, tiramos mucho de estudiantes que han terminado las clases, la única condición es que tengan 21 años y dos de carnet [para poder conducir las furgonetas de alquiler]”, perfila Marín en relación a los primeros ‘caseteros’ que esperan para recibir su lote básico de operaciones. “Hay muchos que repiten cada año, incluso hay quien se coge una semana de vacaciones para esto, porque se sacan un sobresueldo muy bueno”, explica este experimentado gestor.

Para simplificar la operación salida, han preparado dos barracones situados uno en frente del otro. Uno tiene el listado de nombres que corresponden a las furgonetas pares. El otro, el de las impares. A todos se les da una bandeja con datafonos, tabletas, enchufes y la lista de pirotecnia que se llevan. Por la noche, tienen que devolverlo todo tal cual. Y al día siguiente, volver a empezar.

Volúmenes de récord

Entre bastidores, el equipo habitual de la compañía, que prepara anualmente unos 500.000 lotes de petardos, lleva trabajando en esta campaña desde septiembre y ya tiene a una pequeña parte de su cerebro trabajando en perfilar los pedidos que va a hacer a partir de agosto para el Sant Joan de 2025 y, si se puede, del de 2026. “Tenemos que ir mínimo con un año de antelación”, explica este portavoz de Petardos CM, que compra la mayoría de su producto en China y –aunque a gran distancia– también en Valencia.

La estantería donde Petardos CM tiene parte de su surtido para preparar los pedidos 'online'

La estantería donde Petardos CM tiene parte de su surtido para preparar los pedidos 'online' / ZOWY VOETEN

Según este ciclo de pedidos, hubiese sido fácil errar totalmente el cálculo respecto a 2023 y 2024, dos años marcados por una inflación que bien podrían haber desincentivado la compra de petardos. Nada más lejos de la realidad. La previsión para este año es facturar 11 millones de euros estos días, un 15% más. “Estamos ya por encima de 2023 y fue nuestro mejor año hasta la fecha”, desvela Marín. “Las crisis, donde más se notan es en el día a día, aunque la gente vaya justa, cuando llega Sant Joan, por poco que sea, gasta; y, aunque sean tres cosas, 3 por 8 millones de habitantes que hay en Catalunya acaba siendo mucho”, reflexiona.

La inversión media en petardos en esta comunidad es de entre 20 y 30 euros, lo que implica –ahonda este portavoz– que hay quien se deja 10 euros y hay quien se gasta 2.000. La única incógnita, este año, es cómo influirá que la Revetlla caiga en domingo, lo que habitualmente reduce las ventas en Barcelona, pero dispara las de las casetas que se ubican en la costa.

Ajenos a ello, los jóvenes caseteros siguen recogiendo bandejas y documentación, y vaciando un descampado que solo dos horas antes era un mar de furgonetas blancas y ahora ya es un desierto de arena marrón. Su premio final es la copa de cava y coca de Sant Joan que organizan allí mismo el último día. El de Marín, la adrenalina que le genera todo esto. “No hay campaña que no termine pensando ‘nunca más’, pero luego…”.

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