Comercio

El 'e-commerce' catalán Deporvillage abre su primera tienda física en Madrid

Ni físico, ni ‘online’, el futuro del comercio está en la fusión de ambos

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Una pared de las oficinas de Deporvillage

Una pared de las oficinas de Deporvillage / Cedida

Paula Clemente

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Nuevo alarde de músculo del comercio físico. Deporvillage, un portal de venta de ropa y artículos deportivos por internet, inaugura este viernes su primera tienda física. Lo hace, esta empresa con sede en Sant Fruitós de Bages (Barcelona), en Madrid, donde han detectado que tienen más clientes y que la plataforma crece más. En esta línea, sus planes a futuro plantean otra apertura del estilo en Granada (Andalucía es la tercera región más importante en cuanto a volumen de visitas de la tienda 'online'), y, más adelante, también en Catalunya. "Lo que buscamos es la omnicanalidad", resume el co-consejero delegado de Deporvillage, Jose Perez-Milá.

El de Madrid, un local en el que ISRG, la compañía dueña de Deporvillage desde 2021, ha invertido 1,5 millones de euros, será un establecimiento especializado en el mundo del ciclismo. Estará situado en Alcorcón y tendrá unos 1.200 metros cuadrados en los que tanto se venderán bicicletas como se ofrecerán servicios relacionados con este deporte: puesta a punto del vehículo, estudios para lograr un mejor rendimiento, espacios para probar tecnologías, etc. De todos modos, buena parte del objetivo es lograr que la venta directa de bicicletas coja protagonismo, puesto que el ciclismo en general es una de las fuentes de ingresos principales para la empresa, pero sobre todo centrada en los artículos relacionados con el deporte.

Independientemente de eso, el movimiento se enmarca dentro de una estrategia de este grupo afincado en Alicante y que integra a otras marcas como JD Sports, Sports Zone o Sprinter, de expandirse en terreno físico y de estar en cuantos más canales de venta, mejor. La propia Sprinter está inmersa en un plan de expansión con el que aspira a superar el número de tiendas que tiene en España Decathlon, su principal competidora.

Omnicanalidad y crecimiento

"En el momento en que nos planteamos la apertura de una tienda lo que buscamos es dar ese servicio omnicanal: ponemos en el centro de nuestras decisiones al cliente, acompañados de nuestras marcas, porque creemos que para ambos supone una diferencia", explica Perez-Milá sobre la decisión de Deporvillage en concreto. "Queremos aprender de esta experiencia omnicanal que es hacia donde creemos que va la tendencia, somos un 'player' digital, y ahora queremos aprender, interaccionar más con nuestro cliente", completa este directivo, que se estrena públicamente en el cargo tras la salida de los fundadores de la compañía el pasado otoño, cuando ISRG se hizo con prácticamente el total del capital de esta empresa catalana.

A pesar de que la apertura de esta tienda está esencialmente pensada para que la persona que ya es cliente de Deporvillage tenga otro lugar al que acudir, la compañía espera que la decisión redunde también en el crecimiento previsto para este año. Deporvillage terminó 2022 sin apenas incremento de ventas pero con buen sabor de boca al haber mantenido el volumen de negocio. "Lo más sorprendente y positivo de 2022 es haber sido capaces de mantener clientes", explica el co-consejero delegado de la compañía, que tiene como referencia dos años pandémicos muy positivos para la venta de artículos deportivos. Ahora, el foco vuelve a estar puesto en crecer: si el año va según lo previsto, lo harán un 10% en 2023.