Los goles de Nico Williams y Mikel Oyarzabal hicieron temblar literalmente el suelo de Barcelona y Madrid

La final de la Eurocopa de anoche hizo temblar, literalmente, a la afición española. Según desvela un análisis del sismólogo Jordi Díaz, del grupo de Geociencias de Barcelona (GEO3BCN-CSIC), el suelo de Barcelona y Madrid vibró desde el inicio del partido entre España e Inglaterra. Los grandes sismógrafos situados en el corazón de estas ciudades registraron un temblor en el minuto 47, coincidiendo con el gol de Nico Williams, y otro en el minuto 86, cuando Mikel Oyarzabal sentenció el partido con un segundo gol. Finalmente, al acabar el encuentro, los sismógrafos también registraron el impacto de las celebraciones de los aficionados españoles tras la victoria de su selección.

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Los temblores de Barcelona se registraron a través de un sismógrafo ubicado en Portal del Àngel, a unos 400 metros de la pantalla gigante colocada en Plaza Catalunya para que los aficionados pudieran ver la final de la Eurocopa. En el caso de Madrid, la sacudida sísmica fue captada por los aparatos del Real Observatorio de Madrid, situados a su vez a un par de kilómetros de Plaza Colón. En ambos casos, los datos han sido recopilados y analizados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) y publicados este lunes.

Los sismógrafos recogen el movimiento de la afición reunida en Plaza Catalunya y Plaza Colón

Uno de los datos más curiosos recogido por este análisis sísmico de la final de la Eurocopa es justamente la evolución de estos temblores. Según recogen los gráficos sísmicos, los sismógrafos empezaron a temblar desde el principio del partido. Durante la primera parte, el movimiento fue mínimo aunque constante. Tan solo unos minutos después del inicio de la segunda parte, el gol de Nico Williams, aupado por un pase de Lamine Yamal, desencadenó un terremoto de una magnitud 1 en la escala Richter. Después de eso, los sismógrafos volvieron a una relativa calma hasta que en el minuto 86, un gol de Mikel Oyarzabal otorgó la victoria a España y desencadenó otro temblor de una magnitud entre 1 y 2.

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No es la primera ni seguramente la última vez que un evento hace temblar literalmente el suelo y provoca terremotos de pequeña magnitud. En Estados Unidos, por ejemplo, se han registrado temblores de hasta 2,3 en la escala de Richter asociados a conciertos de Taylor Swift. En Barcelona se han registrado temblores asociados con goles del Barça en el Camp Nou o con actuaciones como la de Bruce Springsteen en el Sant Jordi o de Estopa en el Estadi Olímpic.