Descubrimiento científico

Descubierta la primera gran cueva subterránea en la Luna: "Podría convertirse en un futuro refugio de astronautas"

Un equipo internacional anuncia el hallazgo inédito de un enorme conducto subterráneo oculto bajo el Mar de la Tranquilidad, la región donde aterrizó el Apollo 11

Hallado un agujero negro congelado en el tiempo que brinda pistas sobre el pasado del cosmos

Vista panorámica de la región Mare Tranquillitatis en la Luna, donde se ha encontrado una enorme cueva subterránea hasta ahora desconocida.

Vista panorámica de la región Mare Tranquillitatis en la Luna, donde se ha encontrado una enorme cueva subterránea hasta ahora desconocida. / NASA

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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El suelo lunar es un lugar hostil, fascinante y envuelto de muchos misterios. Hace siglos que nuestra especie observa, desde la distancia, la orografía lunar para intentar desentrañar sus misterios. Gracias a ello se han podido identificar alrededor de 200 pozos en la Luna y varias decenas más de fosas o tragaluces de hasta 100 metros de diámetro. Pero eso no es todo. Según anuncia este lunes la revista científica 'Nature Astronomy', un equipo internacional de astrónomos ha dado con la primera gran cueva subterránea en la Luna.

En este caso, a diferencia de con los pozos, no solo se ha descubierto la entrada a la cueva, sino que se ha logrado desvelar la estructura de unos conductos subterráneos hasta ahora totalmente desconocidos. "Hace más de 50 años que se teoriza sobre la existencia de algo así pero no ha sido hasta ahora que, por primera vez, hemos podido demostrar que estábamos en lo cierto", explica, entusiasmado, Lorenzo Bruzzone, profesor de la Universidad de Trento y uno de los autores principales de este hallazgo.

"Hace más de 50 años que se teoriza sobre la existencia de algo así"

Lorenzo Bruzzone

— Investigador

La investigación se basa en los datos recogidos hace más de una década por un pequeñísimo instrumento a bordo de la misión Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA. Ya en su día, esta información permitió crear uno de los mapas más detallados hasta la fecha de la superficie lunar, detectar la existencia de varios pozos lunares y hasta descubrir depósitos de hielo en la Luna. Pero ahora, una década más tarde, un equipo de investigadores los ha rescatado del archivo y los ha vuelto a analizar a la luz de nuevos hallazgos y, sobre todo, de técnicas complejas de procesamiento de señales. Gracias a ello, se ha logrado identificar una región del famoso Mar de la Tranquilidad donde los radares mostraban un brillo poco usual. Según explican los investigadores, la explicación más plausible es que se trate del 'reflejo' de una enorme cueva subterránea.

Refugio de astronautas

Los primeros análisis apuntan a que esta enorme cueva podría ser un tubo de lava vacío oculta en el subsuelo del Mar de la Tranquilidad, el icónico emplazamiento donde hace poco más de cincuenta años aterrizó la misión Apollo 11 y se forjaron los primeros pasos de nuestra especie fuera de nuestro planeta madre. Justo allí es donde se han descubierto los indicios más sólidos hasta la fecha de un gran conducto lunar subterráneo que, según las primeras estimaciones, estaría a entre 130 y 170 metros de profundidad y tendría entre 30 y 80 metros de largo y unos 45 de ancho. Un poco más grande que una piscina olímpica. O un poco más pequeña que un campo de fútbol.

Por el momento se han localizado varias entradas a esta cueva, que suman entre 20 y 100 metros de diámetro, y aunque aún no se dispone de información sobre su interior los expertos creen que podría haber desde zonas planas hasta tramos con una inclinación de unos 45 grados.

El conducto tendría unos 80 metros de largo y 45 de ancho, más que una piscina olímpica y menos que un campo de fútbol

Y ahora sí, vayamos a la parte más interesante de este estudio. Es decir, a las posibilidades que se abren tras este hallazgo. Según explican los autores de este trabajo, la recién encontrada cueva lunar "podría convertirse en un futuro refugio de astronautas" en la Luna. Sobre todo si tenemos en cuenta que las condiciones del suelo lunar son bastante extremas, con temperaturas que oscilan entre los 127 grados centígrados durante las horas de luz hasta los 173 grados negativos en las zonas oscuras, una radiación cósmica que multiplica por 150 la que recibimos en la Tierra y con un riesgo muy elevado de sufrir el impacto de meteoritos.

"La Luna es un entorno hostil para la vida humana. Por eso, si queremos construir colonias permanentes en la Luna o asentamientos humanos debemos encontrar lugares seguros donde hacerlo", comenta el equipo liderado por Bruzzone. En este sentido, explican, la recién encontrada cueva podría convertirse en ese anhelado refugio lunar para astronautas de larga estancia.

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