Debate científico

Manual para 'resucitar' a un mamut: ¿es científica y moralmente aceptable traer de vuelta especies desaparecidas?

Expertos en genética, bioética y derechos de los animales debaten sobre las implicaciones de los proyectos que plantean ‘desextinguir’ especies como los mamuts lanudos

Un equipo internacional liderado desde Barcelona logra por primera vez reconstruir el cromosoma fosilizado de un mamut lanudo de 52.000 años

Recreación de una manada de mamuts

Recreación de una manada de mamuts / Agencias

Valentina Raffio

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Hay quien cree que en breve tendremos la capacidad de traer de vuelta a los mamuts. Los avances técnicos, como el hallazgo del primer cromosoma completo de un espécimen que vivió hace más de 52.000 años en tierras siberianas, acercan cada vez más este horizonte. Al menos en el plano teórico. A partir de ahí hay incluso quien habla de la posibilidad de 'desextinguir' a los mamuts, crear colonias de estos animales y soltarlos en la tundra siberiana para que ayuden a "recuperar los ecosistemas".

¿Pero cómo de cerca estamos de todo esto? ¿Es realmente posible 'resucitar' unos animales que desaparecieron de la faz de la Tierra hace más de 4.000 años? ¿Y es ético invertir millones en recuperar esta especie mientras nos cargamos a otras miles con el avance de la crisis climática? Presten atención porque para responder a todas estas cuestiones hay que navegar en un debate que va desde lo científico hasta lo ético y que no tiene una única respuesta.

Los mamuts lanudos fueron una especie que vivió durante el último gran periodo glacial. Eran animales gigantescos de hasta cuatro metros de altura y 12 toneladas de peso. Se han encontrado restos de estos animales en gran parte del hemisferio norte, desde Siberia hasta América del Norte, pasando, cómo no, por la Península Ibérica. Incluso se han encontrado especímenes en Granada y otras localidades andaluzas. Todo apunta a que desaparecieron hace unos cuatro milenios debido a cambios ambientales que pusieron punto y final a la última la edad de hielo. También hay hipótesis que sugieren que la convivencia con los humanos jugó un papel clave a la hora de reducir las poblaciones de estos animales. Pero sea como sea, los mamuts desaparecieron hace milenios y no fue hasta el siglo pasado que los humanos contemporáneos descubrieron su existencia.

'Cortar y pegar' genes

Los mamuts resurgieron a lo largo del siglo pasado en el imaginario popular. En los últimos años, gracias a los increíbles avances en el campo de la genética y sobre todo en el estudio de los cromosomas antiguos, han empezado a surgir empresas que plantean 'resucitar' a estos animales. La teoría es, al menos sobre el papel, simple. Si tenemos información genética de estos animales podemos mezclarla con la de sus parientes más cercanos, en este caso los elefantes asiáticos, y traer de vuelta a los mamuts.

Hay quien argumenta que este ejercicio de 'cortar, copiar y pegar' genes podría ser incluso más 'sencillo' de lo que pareciera ya que, según demuestran los últimos estudios sobre la cuestión, los genes de los mamuts son similares a los de los elefantes y tan solo destacan por algunas peculiaridades genéticas como las que confieren, por ejemplo, ese característico pelaje o la capacidad de sobrevivir a condiciones de frío extremo.

¿Pero cómo de factible sería lograrlo? ¿Y el resultado sería realmente un mamut? Según explica la investigadora Gemma Marfany, experta en genética y miembro del Observatorio de Bioética de la Universidad de Barcelona,  ensamblar un código genético a ciegas no es tan sencillo. "En genética, cuando tocas una cosa corres el riesgo de estropear diez más. Esto es especialmente complicado en el caso de un animal extinto, porque nunca sabes si un gen concreto juega un papel clave para que el animal sea así o si es simplemente una anomalía", comenta. En el caso de los mamuts, además, la fórmula para crearlos implica necesariamente mezclar su genoma con el de elefantes asiáticos. "Eso de ninguna manera será un mamut. En el mejor de los casos, podríamos tener un elefante peludo. Pero nada más", añade.

"En el mejor de los casos, podríamos tener un elefante peludo. Pero nada más"

Gemma Marfany

— Especialista en genética

Ahora bien. Imaginemos que, efectivamente, se lograra crear esta quimera. Y pongámonos en el escenario más optimista y pensemos que, por ejemplo, se consiguiera alumbrar un macho y una hembra viables y se los situara en la tundra siberiana. ¿Podrían estos individuos traer de vuelta a toda su especie?

"La falta de diversidad genética los condenaría. No hay especie que pueda sobrevivir a largo plazo con un número tan reducido de individuos", explica Marfany, quien también recuerda que incluso si lograran tener descendencia "la consanguineidad sería tan alta que aumentaría exponencialmente el riesgo de que aparecieran problemas genéticos graves lo que condenaría de nuevo a esta especie a desaparecer".

Distopía siberiana

Pero más allá de discusiones técnicas sobre si es posible o no resucitar a estos animales extintos o sobre si, estrictamente hablando, estos especímenes serían mamuts o no, todo esto abre un importante debate moral. ¿Está moralmente justificado intentarlo? ¿Es ético traer de vuelta a estos gigantes en un mundo en llamas? El investigador Eze Paez, miembro del Law & Philosophy Group de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y del Centre for Animal Ethics (CAE), sugiere abordar esta cuestión preguntándonos, por ejemplo, si esta acción sería buena para los individuos en sí y para los ecosistemas en los que podrían ubicarse.

"Dado que la mayoría de proyectos sobre 'desextinción' están liderados por empresas, lo más lógico es pensar que se guiarán para lograr el mayor beneficio económico posible y no pensando en el bienestar de los animales", opina.

"Incluso en el mejor de los casos, si se lograra, se trataría de un experimento distópico y extremadamente cruel"

Eze Paez

— Experto en filosofía y derechos de los animales

El horizonte más probable, pues, sería lograr el nacimiento de un puñado de elefantes peludos que, por cuestiones de marketing, serían bautizados como pseudomamuts. Y dado que esta especie lleva milenios sin pisar el suelo terrestre, es muy posible que tuvieran que crearse reservas específicas para que pudieran vivir y, por lo tanto, acabaríamos con una especie de 'parque jurásico' de mamuts. Con la peculiaridad de que, a diferencia de lo que ocurría antaño, debido al avance de la crisis climática ahora apenas hay ecosistemas lo suficientemente fríos y adaptados a la existencia de una especie así.

"Incluso en el mejor de los casos, si se lograra, se trataría de un experimento distópico y extremadamente cruel. Estamos hablando de una especie que, como los elefantes, es extremadamente inteligente y social. Soltar a un mamut solo en una tundra siberiana sería como dejar a un ser humano en un entorno completamente aislado", añade Paez.

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