Apodado GRX-810

La NASA desarrolla un "metal revolucionario" 1.000 veces más duradero que los actuales

La nueva aleación se consigue a través de la impresión 3D, es maleable y flexible, y soporta más de 1.090 grados

NASA Alloy GRX-810

NASA Alloy GRX-810 / NASA

Alexandra Costa

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Los ingenieros de la NASA han desarrollado un "metal revolucionario" jamás visto que es 1.000 veces más duradero que el que se usa actualmente en las naves espaciales. La aleación, bautizada con el nombre de GRX-810, ya se está probando en sistemas aeroespaciales de alto rendimiento porque soporta extremos niveles de calor, fricción y estrés. Así, la NASA quiere conseguir que los componentes de las naves y los motores a reacción sean más eficientes y confiables en condiciones extremas.

Además de multiplicar la durabilidad, el GRX-810 soporta los 1.090 grados Celsius y es más maleable y flexible que los materiales que utiliza actualmente la agencia especial. En concreto, puede ofrecer una resistencia dos veces mayor que los componentes actuales de una nave espacial a altas temperaturas.

Rendimiento de larga duración

Eso significa que no solo ofrece más robustez, sino que dota al nuevo metal de un rendimiento de larga duración. Es decir, el material es rentable, liviano y conduce a una mayor eficiencia de los motores porque consumen menos combustible y necesitan un menor mantenimiento.

Otra de los 'poderes' que ofrece el nuevo metal es la resistencia a la tracción frente a aleaciones existentes: se dobla y se estira hasta más de tres veces y media respecto a las actuales antes de romperse bajo tensión, explican los responsables de la creación, ingenieros del Centro de Investigación Glenn de la NASA, en Cleveland.

La impresión 3D, clave

El desarrollo del GRX-810 es complejo. La parte fácil de entender es que se consigue exclusivamente a través de la impresión 3D. La complicada la explican sus creadores,. "Se prepara a partir de una aleación reforzada por dispersión de óxido (ODS), que generalmente se usa en entornos de alta temperatura, como turbinas y tubos de intercambio de calor. Debido a la presencia de ODS, el GRX-810 puede soportar temperaturas de más de 1.090 grados". Es entonces cuando las partículas de óxidos a nanoescala de ODS se distribuyen uniformemente por toda la aleación mediante la impresión en 3D.

Modelos computacionales en lugar del 'prueba y error'

Para conseguir un resultado viable con pocas pruebas, los expertos crearon modelos computacionales para simular el rendimiento termodinámico del material. Así, predijeron "rápidamente" la composición óptima del GRX-810 y a costes "mucho más bajos", indica Tim Smith, miembro del Centro de Investigación Glenn de la NASA.

"Con las técnicas clásicas de 'prueba y error' podríamos haber tardado años en crear esta nueva aleación",. "Ahora podemos producir nuevos materiales más rápido y con un mejor rendimiento que antes", añade Smith.