45 KILÓMETROS DE RECORRIDO

Si el 'Opportunity' hubiera aterrizado en Catalunya este habría sido su recorrido

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Valentina Raffio

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Imaginemos durante un instante que el Opportunity, el vehículo de exploración espacial diseñado para descubrir los secretos de Marte, hubiera aterrizado en Granollers. Imaginemos ahora que la misión del todoterreno marciano hubiera tenido lugar en suelo terrestre y que pudiéramos seguir su recorrido paso por paso. Este ejercicio de imaginación, propuesto originalmente por www.vox.com tomando como referencia el suelo norteamericano, podría servirnos ahora para entender la magnitud de la hazaña de una de las misiones más exitosas de la NASA

El inicio del recorrido

25 de enero del 2004. El todoterreno espacial Opportunity alcanza la superficie terrestre tras casi seis meses de recorrido. El aterrizaje se desvía unos 24 kilómetros de su blanco inicial. El robot, de unos 1.063 kilogramos, rebota unas 26 veces contra el suelo antes de estabilizarse. Ha acabado en las afueras de Granollers, a unos cuantos kilómetros del centro de la ciudad. El equipo responsable de la misión estima que 'Oppy' tendrá una vida útil de unos 90 días, durante los cuales podrá recorrer aproximadamente un kilómetro. Así que el explorador emprende sus primeros pasos y alcanza la autopista de la Mediterránea, en su confluencia con el río Congost, un afluente del Besós. Llegados aquí, la misión ya podría darse por acabada. Y con éxito.

Este primer éxito levanta los ánimos del equipo que guía los pasos del robot. El 8 de abril del 2004 la NASA anuncia que la misión seguirá adelante hasta septiembre. En julio, se empieza a especular sobre la posibilidad de que se vaya más allá de los 250 días. Mientras, el todoterreno sigue su camino explorando el suelo terrestre. La misión no es fácil. Una vez conseguido el objetivo inicial de la misión por la que había sido programado, el equipo técnico invierten cada vez más tiempo y recursos para superar los obstáculos que van surgiendo sobre la marcha. Aun así, el recorrido de 'Oppy' continúa.

En el 2006, el explorador alcanza la zona de Montmeló, en el 2008 pasa por Mollet, en el 2010 avanza entre Santa Perpètua de Mogoda y la Llagosta. En los siguientes dos años se desplaza unos diez quilómetros en un recorrido que va casi en paralelo al del río Besós. La NASA avisa de que el terreno está siendo traicionero. Las ruedas del todoterreno luchan para superar el abrupto relieve. El clima tampoco facilita las cosas. Los cambios de temperatura, el viento y las tormentas de polvo dificultan aún más el recorrido. A pesar de todo, 'Oppy' sigue.

El sprint final

Hacia el 2012, el robot entra en Barcelona por la Gran Vía, a la altura del Besós. De ahí en adelante, el vehículo de exploración espacial tardará dos años hasta llegar a la altura de Bac de Roda y dos más para alcanzar Plaza Tetuán. En el 2016 se dirige hacia Plaza Catalunya, un recorrido de apenas un kilómetro que alcanzará dos años después.

Tras casi quince años de exploración, el robot ya ha alcanzado el corazón de Barcelona. El día 10 de junio del año 2018, una violenta tormenta de arena desata su furia sobre el todoterreno. Las partículas de polvo recubren las placas solares del robot, que hasta ahora le han servido como fuente de energía para seguir su recorrido. El 'Opportunity', ya recubierto de arena, lanza un último mensaje a la NASA: "Mi batería está agotándose y está oscureciendo". El todoterreno entra en hibernación, apagando todos sus sistemas a excepción del reloj de la misión. El plan es que, tras amainar la tormenta, pueda seguir su rumbo.

En esos días, John Callas, coordinador de la misión en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, hace pública su preocupación por el estado del robot. La tormenta, además, ha ocurrido en pleno invierno. Si la temperatura baja por debajo de los menos 40 grados centígrados, el Opportunity podría sufrir daños irreversibles en su estructura.

La despedida

En los siguientes ocho meses, el equipo responsable de la misión intenta de todo para recuperar la conexión. La agencia norteamericana envía 835 señales en espera de respuesta. Tras quince años y 45 kilómetros de recorrido (una distancia mayor que la de una maratón convencional, de unos 42 km) el Opportunity se apaga definitivamente.

Ahora, tras dar por finalizada la misión, la NASA recuerda su legado. 'Oppy' fue el primer robot en identificar rocas sedimentarias en un planeta distinto a la Tierra. Sus mediciones mostraron que estas piedras se formaron en antiguas playas efímeras. Opportunity también descubrió pequeñas esferas de minerales que se formaron a partir del agua subterránea. Estando en el borde del cráter Endeavor, encontró vetas blancas del mineral de yeso, un signo de que el agua había viajado a través de fracturas subterráneas. Halló pruebas del pasado acuático de Marte en las rocas. También descubrió que, de todos los lugares estudiados, el ambiente en Endeavour tenía las condiciones más amigables para la vida microbiana antigua.