MECENAZGO CIENTÍFICO

La fundación 'la Caixa' redobla su apuesta por la investigación

Michele Catanzaro

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"Esto se va a convertir en otro ministerio de ciencia", bromeaba este lunes por la mañana una gestora de un centro de investigación en el acto en el que la fundación ‘la Caixa’ entregó sus ayudas a la investigación de 2018, en su sede de la Diagonal de Barcelona.

El evento escenificó la fuerte apuesta por la investigación de la entidad, que este año ha invertido 70 millones de euros en ciencia y es la fundación que más invierte en este capítulo en España. El objetivo es alcanzar los 90 millones el año que viene, triplicando la suma invertida en el 2016, según dijo el presidente de la fundación Isidre Fainé.

En el acto se entregaron 75 ayudas, repartidas entre un programa para investigadores postdoctorales, uno para proyectos biomédicos y otro para encontrar aplicaciones comercial de hallazgos científicos. Los primeros dos programas se estrenan este año y son resultado del crecimiento de la inversión en ciencia de la fundación, junto con la extensión del área geográfica de los receptores, que alcanza ahora también a Portugal.

Inversión privada en I+D

"La baja inversión privada en ciencia es una lacra en España. Hay una fundación que ha dado un paso al frente, me gustaría que hubiera muchas más", dijo el patrono de la fundación y exministro de Ciencia Javier Solana. En el acto participaron con un vídeo el ministro actual, Pedro Duque, y en persona el ministro de ciencia de Portugal, Manuel Heitor.

Con 300.000 euros de presupuesto y una duración de tres años, cada una de las 30 ayudas Junior Leader superan lo asignado en la típica convocatorias postdoctoral. De ellas se han agarrado varios investigadores atrapados en la travesía del desierto que separa el doctorado de una posición estable en ciencia.  

"Es un espléndido ejemplo de cómo se pueden hacer bien las cosas desde el sector privado. Sin embargo, no pueden suplir al papel del sector público, que debería invertir más y diseñar de una vez una carrera investigadora con una estructura coherente", afirmó Violeta Durán, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores Precarios.

También cada uno de los 20 proyectos biomédicos asignados superan con creces la dotación habitual de un proyecto parecido del Plan Nacional: su dotación oscila entre el medio millón y el millón de euros. El Gobierno portugués decidió cofinanciar los proyectos, multiplicando por dos lo asignados en su territorio.

"Es un aliento, en estos tiempos sin liderazgo político y con un sector público debilitado", comentó Jordi Camí, director del Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona(PRBB) y de la Fundació Pasqual Maragall.

Una señal llamativa es que se presentaron casi 800 proyectos frente a los 20 que se asignaron. El todos los programas, las propuestas pasaron por una doble ronda de revisión por pares y evaluación por peneles internacionales de expertos.

"Que inviertan es muy buena noticia, sin embargo ya hay varios programas en salud, sería interesante abrirse a otros temas", observó Pere Puigdomènech, investigador en el Centre de Recerca en Agrigenòmica (CRAG) de Bearcelona.

El tercer programa, "CaixaImpulse", está orientado a identificar descubrimientos científico con una aplicación muy clara, y a acompañarlos en los pasos que llegan hasta el mercado.

Retos

En el total de 75 ayudas, 25 fueron entregadas a investigadoras. Mientras hay diversas mujeres entre las receptoras de ayudas postdoctorales, son muy minoritarias en los proyectos asignados a investigadores de nivel más avanzado en la carrera.

"Está bien que la filantropía financie la investigación. Lo que proponen no es innovador, pero es razonable. Para que la iniciativa tenga impacto lo fundamental es la continuidad, es decir, que la inversión se mantenga durante años. Y que se apueste por proyectos arriesgados y orientados a jóvenes investigadores, que la financiación pública apoya menos", concluyó Octavi Quintana, director de la fundación PRIMA y exdirector general de investigación de la Comisión Europea.